
Martín Guerrero: "Mi momento es ahora"
El vocalista de Guayaquil City Band, quien llegó a La Voz Argentina, aspira a tener un nombre como artista independiente
Acaba de llegar a los 41 años (26 de junio). Pasar la primera fase, la audición a ciegas, de La Voz Argentina interpretando la balada Nadie cambiará mi amor por ti, ha sido el mejor regalo de cumpleaños para el cantante guayaquileño Martín Guerrero, quien conquistó a los jueces Lali Espósito, Luck Ra, Soledad Pastorutti y Miranda.
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Estuvo en Ecuador tiene talento como competidor y juez (2016-2017). Es vocalista de Guayaquil City Band, con la que se presenta en bodas, graduaciones y cumpleaños. Forma parte de este grupo desde hace aproximadamente 15 años.
Casado con la también artista Marvila Ortega (38), la pareja tiene un hijo llamado Bruno (4).
Su participación en La Voz Argentina fue una sorpresa.
El reality de canto volvió a Argentina, no lo estaban haciendo. Se presentó la oportunidad, un amigo me convenció para que participara. Hubo una especie de casting online. No le tenía mucha fe, porque audicionaron cerca de 6.000 personas. Para mi sorpresa, quedé seleccionado. Yo me sentí feliz. Conversé con Marvila. Al principio íbamos a ir los dos, pero se tomó la decisión de ir solo yo, por la experiencia previa en Ecuador tiene talento. Ella se quedó trabajando en la banda y cuidando a Bruno.
Las esposas siempre se ‘sacrifican’ por sus parejas…
Siempre. Ella les pone el pecho a las balas, porque yo debo irme muy pronto a Argentina. El canal, Telefe, nos llama para hacer contenido o ensayos. Debo estar allá. Todavía no tengo fecha, pero creo que regresaré a ese país en aproximadamente diez días.
¿Qué fue lo primero que vino a su cabeza cuando los jueces se dieron vuelta para apoyarlo y se emocionaron con su voz?
Estaba muerto de los nervios, no solo por cantar, además por estar en un país diferente, con una producción tan grande y jueces muy reconocidos. Cuando se dio la vuelta el primero, ya me sentí más aliviado. Al final sentí felicidad completa.
Seguramente se dio una preparación previa…
Me pidieron un listado de canciones que me gusten y las que mejor interpreto. Desde que me dijeron cuál sería el tema, lo empecé a ensayar. Yo envié, ellos seleccionaron. Revisaron que no lo hayan cantado en ediciones anteriores o que otro participante no lo haya elegido también.
Tras su intervención en el reality, las puertas se abrirán, incluso en el extranjero, y existirá la oportunidad de lanzar canciones.
El objetivo siempre ha sido destacar como artista. Así sea cantando covers, como lo he hecho con la banda. Pero si existe la oportunidad de interpretar música propia, lo haré. Es lo que persigo con mi participación en La Voz Argentina: llegar a tener un nombre como artista independiente y lograr sacar mis canciones. Todavía no tengo temas colgados en una plataforma. Quiero llegar al público y, ya con el público ganado, sacar un producto que lo consuman fácilmente. También creo que alguna disquera se puede fijar en mí.
¿Entonces cree que llegó su momento?
El momento es ahora, no me arrepiento de lo vivido musicalmente, porque es mi sostén diario. Estoy abierto a todo.
“Vivir de la música es de valientes”
Martín Guerrero descubrió su talento cuando era pequeño. Cantaba informalmente en reuniones familiares o con amigos. Antes de pertenecer a Guayaquil City Band, hizo teatro musical, donde conoció a su esposa, Marvila. En algunas ocasiones trabajó con Danzas Jazz.
A Ecuador tiene talento, programa que presentó Ecuavisa, llegó motivado por el mismo amigo que le dijo que participe en La Voz Argentina.

Esos son buenos amigos…
(Risas) Así es. Se tiene que saber reconocer cuáles son los verdaderos amigos. Tampoco iba a entrar a Ecuador tiene talento, pero me convenció. Fue en el año 2016, al año siguiente me convertí en juez del reality. Ya no me negaré a nada, tengo experiencia, no me agarran como nuevo.
El teatro musical le dio cancha, porque exige canto, baile y actuación.
Es muy exigente, es la mejor plataforma para un artista. El teatro musical y la banda me dieron lo necesario, los recursos para sacudirme. Es integral. Me tocó aprender a bailar en un escenario, a expresarme con mi cuerpo.
¿Cómo se convirtió en uno de los vocalistas de Guayaquil City Band?
Tenía una banda de covers con los amigos de mi sector, se llamaba De la Nada. Tocábamos en los bares y discotecas en Samborondón. En un evento en Punta Carnero, uno de los integrantes de Guayaquil City Band me dijo que necesitaban un vocalista. Le contesté que no podía dejar a mi grupo, que me diera tiempo. Así me pasé a Guayaquil City Band. Con Roberto Bolaños somos socios, súper amigos. Varias veces hemos sido considerados como la mejor banda de covers para fiestas. Es una marca registrada para los eventos.
Su esposa, su gran apoyo
Su esposa también pertenece a la banda y es su principal apoyo.
Nos conocimos haciendo teatro musical en Danzas Jazz, cuando José Miguel Salem alquiló la franquicia High School Musical. Me encantaron sus cualidades artísticas y como mujer. Quedé flechado. Ha sido mi complemento, sin su apoyo desde el principio habría sido complicado. Por ello tardamos en tener hijos. Antes de la pandemia se comenzaba a tocar en la madrugada, se regresaba a la casa a las seis de la mañana. Los horarios han cambiado. La inseguridad también es un problema. Todo es más temprano. Ella es la más interesada en que este barco llegue a buen puerto.
Con dos padres artistas, seguramente el niño tiene talento musical.
Todo el tiempo canta, desde los dos años. No es un niño que piensa en jugar pelota, quiere ir al estudio. No se lo impido, apoyo lo que le gusta.
¿Considera que no ha sido profeta en su tierra?
Admiro a mis colegas que viven de la música, es de valientes, porque es muy complicado. Para vivir del arte en Ecuador hay que amarlo y estar comprometido. Aporto con lo que tengo, lo más bonito es que la gente lo reconozca. Eso llena el corazón como artista.
"No me atrevo a soltar nada"
¿Se atrevería a lanzarse en solitario y soltar la banda?
No me atrevo a soltar nada. Todo es circunstancial, dependerá de mi tiempo y de cómo se presenten diferentes situaciones. Estoy muy contento. Solo con algo muy seguro, con un buen contrato, la dejaría. Es mi sustento.
Comparan su voz con la de Luis Miguel y la de David Bisbal…
Lo considero un halago. Evidentemente tengo una escuela o influencias de ellos y de Christian Castro. Se parece a lo que hago, esas voces con potencia. Trato de poner mi sello siempre, no puedo ser repetición de nadie. Siempre fui baladista en inglés y español, los boleros me encantan. Prefiero lo romántico, pero la banda me ha permitido cantar cualquier género.
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