
Leidy Álvarez y el video viral: señales que indicarían que fue hecho con IA
La Chonera Bonita niega ser la protagonista del contenido íntimo que circula en redes y asegura que se trata de un montaje
Leidy Álvarez, conocida en redes sociales como La Chonera Bonita, está en el centro de una controversia digital tras la circulación de un supuesto video íntimo. La influencer manabita, seguida por miles en TikTok y otras plataformas, negó ser la protagonista del clip y denunció que se trata de un montaje que habría utilizado su rostro mediante herramientas de inteligencia artificial (IA). Este caso ha reabierto el debate sobre el uso de tecnología para manipular imágenes con fines de acoso y desprestigio.
Comunicado oficial: “No soy yo”
La mañana de este 5 de mayo de 2025, Leidy Álvarez publicó un comunicado en Instagram, en el que reafirma su inocencia y llama a actuar con responsabilidad digital:
“Quiero aclararles que los vídeos inapropiados que están circulando en redes no soy yo, unos han sido editados y otros me vinculan solo por el color del cabello”, inicia el mensaje.
La influencer también reveló que los primeros videos fueron denunciados desde julio de 2024 por sus padres ante la Fiscalía, pero lamentó la inacción de las autoridades. Además, pidió a creadores de contenido y medios digitales que verifiquen la información antes de difundirla:
“Pido a quienes manejan redes sociales que actúen con ética: informen con responsabilidad, investiguen antes de publicar y no se limiten a copiar y pegar contenido”.
Finalmente, Álvarez hizo un llamado a la empatía: “Hoy soy yo, mañana puede ser alguien cercano a ti”.
“Cogieron mi cara y la colocaron en otro video”, también afirmó Álvarez durante una transmisión en vivo, donde se mostró visiblemente afectada por la situación.
Durante su pronunciamiento en Tiktok, Leidy explicó que su familia y ella están seguras de que no es ella quien aparece en el video.
Sus seguidores han salido en defensa, denunciando la violencia digital que sufre la influencer y pidiendo respeto a su integridad.
¿Qué es un deepfake y cómo se crean?
Los deepfakes son videos generados o manipulados con inteligencia artificial que colocan el rostro de una persona sobre el cuerpo de otra. En muchos casos, se usan imágenes o fotos disponibles públicamente para entrenar algoritmos que simulan movimientos y expresiones faciales con gran realismo.
En el caso de Leidy Álvarez, seguidores y especialistas en redes sociales ya han advertido que el video viral sería un ejemplo de esta tecnología, usada con fines de desprestigio o acoso digital.
¿Cómo saber si un video íntimo fue alterado con IA?
Aunque los deepfakes son cada vez más realistas, aún existen señales que permiten dudar de su autenticidad:
- Gestos y sincronización facial
- La boca no se mueve de forma natural con el audio.
- Parpadeos poco frecuentes o muy lentos.
- Expresiones faciales rígidas o sin emoción.
- Iluminación y bordes
- El rostro tiene sombras que no coinciden con el resto del cuerpo.
- Bordes borrosos o mal definidos en cuello, cabello u orejas.
- Dientes y ojos que se ven artificiales o “plásticos”.
- Calidad de imagen y audio
- Cambios bruscos en la resolución del video.
- Audio desincronizado o con cortes.
- Ruido digital en áreas específicas, como el rostro.
¿Qué dice la ley en Ecuador?
En Ecuador, la difusión no consentida de contenido íntimo, aunque sea falso, puede ser sancionada legalmente bajo el derecho a la imagen y la protección de datos personales. Además, en casos de montaje con IA, se abre el debate sobre la necesidad de actualizar las normativas para combatir los deepfakes pornográficos como una forma de violencia digital.
¿Qué hacer si ves un contenido similar?
- No lo compartas. Difundirlo puede amplificar el daño y acarrear consecuencias legales.
- Repórtalo. Plataformas como TikTok, Instagram o X permiten denunciar videos manipulados o no consensuados.
- Verifícalo. Herramientas como InVID, Deepware o búsquedas inversas en Google ayudan a rastrear el origen del material.
- Busca ayuda. Las víctimas pueden acudir a asesoría legal o psicológica para enfrentar este tipo de violencia.
La polémica en torno a Leidy Álvarez revela un problema más amplio: la facilidad con la que la inteligencia artificial puede ser usada para manipular la imagen de personas públicas y comunes, exponiéndolas a acoso, difamación y daños irreparables.
Para seguir leyendo EXPRESO sin restricciones, SUSCRÍBETE AQUÍ