
Kim Kardashian cierra SKKN by Kim: ¿qué implica para su imperio de belleza?
SKKN by Kim anuncia el cese tras tres años; Skims asume rol central y Coty reporta pérdidas
El cierre de SKKN by Kim confirma que incluso las marcas impulsadas por megainfluencers pueden chocarse con el mercado: la casa de cuidado de la piel de Kim Kardashian anuncia el cese de operaciones después de tres años.
En el comunicado oficial la empresa habla de “profunda gratitud” y de trasladar “el compromiso a la innovación y el cuidado personal y de la piel” hacia “nuevos y emocionantes proyectos”, una forma elegante de poner punto final sin cerrar puertas a futuros movimientos empresariales.
Cierre oficial de SKKN by Kim
En la web de la marca se explica que SKKN cesará sus actividades y que la filosofía del proyecto se volcará en otras iniciativas. La noticia llega después de un proceso corporativo en que Skims, la firma de ropa moldeadora de Kim, adquirió la participación mayoritaria de la compañía.
Con esto se concretó la salida parcial de Coty, que confirmó una pérdida de poco más de 70 millones de dólares tras la operación. El anuncio evita dramatismos: más resignificación que cataclismo mediático.
Productos estrella y posicionamiento
SKKN llegó al mercado con una propuesta de lujo y un precio acorde: su icónico kit de nueve pasos superaba los 600 dólares, una inversión que lo convirtió en producto deseado pero inaccesible para gran parte del público.
Ese posicionamiento premium les dio visibilidad, pero también colocó a la marca en una zona de nicho, donde la escala y la fidelización resultan más difíciles de sostener a largo plazo.
Antecedentes comerciales: Skims, Coty y la estrategia empresarial
Desde marzo, la arquitectura accionaria cambió: Skims se afianzó como la palanca que reconfigura el legado de Kim en belleza, absorbiendo activos y concentrando el control. Coty, socio histórico de muchas celebridades del sector, salió con una pérdida económica relevante.
La jugada empresarial apunta a integrar recursos y consolidar un portafolio donde Skims actúe como plataforma principal.
El intento previo: KKW Beauty y las lecciones del pasado
No es la primera vez que Kim explora la cosmética: KKW Beauty fue su apuesta anterior, con lanzamientos virales como el Crème Contour and Highlight Kit, que generó ventas millonarias y demostró el potencial de su marca personal.
También realizó colaboraciones lucrativas con su hermana y con otras casas, lo que dejó claro que la fórmula del éxito puede residir tanto en timing como en precio y accesibilidad.
Skims: el triunfo que eclipsó a SKKN
Mientras SKKN se apaga, Skims brilla con luz propia: valorada en miles de millones, expansión internacional y un catálogo que va más allá de fajas para incluir ropa interior, casual, colecciones masculinas y colaboraciones virales con figuras y marcas globales.
La estrategia de retail físico —desde su tienda en Quinta Avenida hasta planes en México, Londres y Dubái— demuestra que el enfoque en prendas y escala ha sido más rentable que la apuesta premium de SKKN.
¿Qué significa esto para Kim Kardashian y la industria?
El cierre de SKKN no debe leerse solo como un fracaso: es una recalibración de la estrategia de marca. Kim mantiene activos empresariales potentes y aprende a priorizar inversiones con retorno y escalabilidad.
El anuncio sugiere un tránsito hacia proyectos que conserven la innovación cosmética pero quizá con otra fórmula comercial: accesibilidad, sin renunciar al aura de lujo. ¿Estará ahí su futuro empresarial?
El epílogo de SKKN deja lecciones claras: el prestigio de una celebridad abre puertas, pero no garantiza modelos de negocio sostenibles en el nicho del skincare de lujo.
En el universo Kardashian, la palabra clave ahora será reinvención: transformar aprendizajes en nuevas propuestas capaces de combinar diseño, alcance y rentabilidad, sin perder la estética que convirtió a Kim en un fenómeno global.
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