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Iesmín y Michela Pincay
Iesmín y Michela Pincay compartían una estrecha relación de hermanas.Instagram @iesminpinbu

Iesmín Pincay: su poderoso testimonio de lucha contra el cáncer en pódcast de Michela

Iesmín Pincay compartió su experiencia de años luchando contra el cáncer de mama en el pódcast "Hola Hermana"

El 7 de mayo de 2025 se confirmó el fallecimiento de Iesmín Pincay, quien perdió su lucha contra el cáncer de mama tras 15 años. Su legado se mantiene vivo en el impactante testimonio que compartió en el capítulo 5 del pódcast Hola Hermana, estrenado el 3 de agosto de 2023. 

Michela e Iesmín Pincay

¿Quién fue Iesmín Pincay, hermana de Michela, y cómo luchó contra el cáncer?

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En esta conversación con su hermana Michela Pincay, Iesmín no solo relató su batalla personal contra la enfermedad, sino que también enseñó a los demás cómo ver la vida desde una perspectiva completamente nueva, aún en medio de la adversidad.

"Dios, si tienes que mandarme mil veces la enfermedad, mándamela a mí, porque yo sé que puedo con ella", decía Iesmín Pincay en el pódcast. Su lucha contra el cáncer de mama le arrebató el cabello, un seno, la posibilidad de ser madre, la tranquilidad de lo cotidiano y hasta la certeza del mañana. Pero nunca le quitó las ganas de vivir ni la capacidad de sonreír.

Detalles de cómo Iesmín se enteró que tenía cáncer

Todo comenzó con una “bolita”, una sospecha que Iesmín decidió guardar en silencio durante meses. Aun sabiendo que algo no estaba bien, postergó la consulta médica. “El tiempo es amigo del cáncer”, reconoció en el pódcast con autocrítica y valentía. Cuando finalmente se lo contó a su madre, ya era tarde para evitar la mastectomía. Empezó entonces un camino que la transformó por completo.

Casi me muero, me quemaron los intestinos, me pusieron demasiada radiación... pero pude aprender de esa etapa.

Iesmín Pincay

Sobre su tercera quimioterapia

Su primera de varias quimioterapias fue brutal: duró seis horas. "La medicina me quemaba, sentía mucho dolor en el brazo, grité porque se me tapó la vena", relataba. Recuerda con precisión el día que se le cayó el cabello por primera vez: era el cumpleaños de su hermana Michela Pincay. 

La escena se volvió habitual —cabello en la almohada, en la ducha, en el cepillo—, hasta que decidió raparse. No por resignación, sino por liberación. “Me veía linda sin pelo. Tengo una cabeza redonda hermosa”, decía entre risas a su hermana Michela. Y así, con humor y honestidad, desarmaba los estigmas.

El cáncer volvió varias veces a la vida de Iesmín Pincay

Pero el cáncer no se detuvo. Volvió más de una vez. En plena recuperación, cuando ya tenía el cabello de regreso, llegó el tercer golpe: metástasis en una vértebra. Era 2016, en la época del terremoto que sacudió Ecuador y a su familia. "Casi me muero, me quemaron los intestinos, me pusieron demasiada radiación... pero pude aprender de esa etapa".

Iesmín y Michela Pincay
Iesmín y Michela Pincay.Instagram @iesminpinbu

Para muchos, la palabra metástasis significa el fin. Para Iesmín, fue otra oportunidad de resistir. “Aprendí a vivir con dolor, pero también a agradecer lo que sí tenía”, compartió Pincay, quien detalló que para entonces, en 2016, bajó 25 libras porque no tenía fuerza para levantarse de su cama.

"Uno tiene que agradecer porque lamentablemente siempre hay personas peor que tú. Yo tengo que agradecer que tengo brazos, que tengo piernas. Hay personas que por la enfermedad han tenido que perder una extremidad. Entonces, ¿por qué no agradecer eso? Que a mi Dios no me mandó lo peor", expresó.

Pasó por cirugías de reconstrucción, múltiples tratamientos y radioterapias. Vivió la enfermedad sin ocultarse, con una actitud que contagiaba. Su casa fue escenario de quimioterapias, de fiestas improvisadas con pelucas, de conversaciones duras y también de abrazos inolvidables.

Iesmín encontró en su familia la fortaleza que necesitaba

Su pilar fue la familia. Para ellos, ella fue fortaleza y consuelo. “No me gusta ver llorar a los míos”, decía. Y por eso se mantenía en pie, haciendo reír, burlándose de su propia calvicie, convirtiendo cada recaída en una lección. 

Iesmin Pincay junto a su hermana Michela Pincay, en una de las imágenes compartidas en redes.
Iesmin Pincay junto a su hermana Michela Pincay, en una de las imágenes compartidas en redes.Instagram: @michelapinbu
Dios, si tienes que mandarme mil veces la enfermedad, mándamela a mí, porque yo sé que puedo con ella.

Iesmín Pincay

Hermana de Michela Pincay

"Yo no voy a permitir que mi familia llore o sufra por mí. Eso me ayudó. Es como que fue el motor para que yo pueda salir adelante", dijo.

En ese pódcast, grabado tiempo atrás, su hermana le preguntaba cómo fue “sentarse a solas con el cáncer”. Iesmín respondía con la calma de quien ha hecho las paces con lo que no puede controlar. Su mayor miedo no era morir, sino ver sufrir a los suyos. Por eso, nunca dejó de luchar.

Hoy, sus palabras resuenan con más fuerza que nunca. El cáncer venció a su cuerpo, pero no a su espíritu. Su legado queda en quienes la amaron, en quienes la escucharon, en quienes hoy la descubren a través de sus relatos.

La vida de Iesmín Pincay fue una batalla constante, sí, pero también una lección de gratitud, resiliencia y amor propio. Y aunque ya no esté, su historia sigue siendo una luz para quienes enfrentan la oscuridad de una enfermedad como el cáncer.

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