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Wicked 2
Wicked for good se estrena este noviembre@wickedmovie

Crítica de cine: ¿Vale la pena ver 'Wicked por siempre'?

Ariana Grande y Cynthia Erivo salvan una historia confusa. Ya está en cines de Ecuador

Oz está fraccionada. Elphaba Thropp (Cynthia Erivo) y Glinda Upland (Ariana Grande) afrontan las consecuencias de sus pasadas acciones mientras sus vínculos, quebradizos pero fuertes anímicamente, se convierten en clave necesitada para reescribir el destino de todo un reino.

Elphaba, denominada la Bruja Malvada del Oeste, vive exiliada en los bosques de Oz liderando la rebelión contra la opresión del Mago (Jeff Goldblum), luchando por liberar a los animales silenciados y sacar a luz toda la verdad. Por otra parte, Glinda brilla como símbolo de un anhelo para Oz.

Emplazada en el arco de la fama y guiada por la enigmática Madame Morrible (Michelle Yeoh, Óscar 2022 por Todo en todas partes al mismo tiempo). Lamentablemente, el alejamiento con su antigua amiga la atormenta, incluso cuando se alista para su fastuosa boda con el príncipe Fiyero (Jonathan Bailey).

Nessarose (Marissa Bode) y Boq (Ethan Slater) deberán intervenir cuando sepan que una chiquilla de Kansas, Dorothy, y su perro Totó están por llegar.

Wicked 2 es mejor que su primera parte

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En febrero del 2007, fui a ver Wicked en el teatro Pantages de Hollywood. Me llevaba poder admirar a Carol Kane, muy buena actriz, pero no tan famosa, que tenía el rol de Madame Morrible. Esto me hace redactar que el filme tiene como base el segundo acto del musical visto y que, para mí, fue como admirar un gigantesco árbol de Navidad y sentir la alegría que se tiene cuando lo encienden.

El largometraje que hoy reseño genera igual sensación, pero surge un escollo: los musicales cinematográficos no gustan a una gran mayoría y es una lástima: verlo significa que usted conoce verdaderamente al llamado séptimo arte pues, para apreciarlo, debe haber visto y oído esa combinación de música, diálogos, actuación, danza y canciones que usualmente describen los pensamientos de los personajes, integrados para narrar una historia de forma entretenida. En esta versión, además de las ya compuestas, aparecen dos nuevas canciones: No place like home (Erivo) y The girl in the bubble (Grande) que, seguramente, irán al Óscar 2026.

Sigo. Siempre repiten eso de “Nunca segundas partes fueron buenas”, pues en esta ocasión no aplica. Wicked 2 es mejor que su primera parte, como igual sucedió con El Padrino II (1974).

Jon M. Chu, su director, ha eliminado la agresión sexual que se enarboló en el teatro y ha dejado la política cercana a la trama que, pese a su brillantez escénica, impone conceptos sombríos, algo fascistas, y ha dado al filme un sesgo espectacular, emocionante, patético. Le ha impuesto gran calidad visual y el vestuario es único.

La coreografía es dinámica y lo llamativo es que la iluminación parpadea al ritmo del baile. Y no solo eso… fíjense en la secuencia en que Elphaba y Glinda se unen: la última pisa el gigantesco set y la escena se inunda de color verde sin que se mezcle con el traje de Glinda. Habrá que escarbar para saber cómo lo hicieron. Perdón si me extiendo, es que ambiciono que ustedes vean lo que yo veo.

Para resaltar las texturas del vestuario, los foros, la iluminación está, digamos, coreografiada; cambia para los intérpretes, para la música, para las canciones y así la luz se convierte en todo un personaje del filme, pues jamás es estática. Eso lo demuestran las escenas en que están los tulipanes, flores que se sembraron por millones a fin de otorgar realismo a la secuencia.

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Pero Wicked 2 tiene un defecto: demasiados complots, y eso enredará al espectador que no vio la primera parte y peor El mago de Oz (1939). A quienes prefieran no verla, me permito sugerirles que vayan para admirar a Erivo, a Grande y la forma como demuestran la química existente y sus vocalizaciones, tan altas que las melodías adquieren dimensiones impensadas y que, gracias a la profundidad de la historia y el desarrollo de sus personajes, llegan hasta un final emotivo y conmovedor. Lo cual me hace opinar que, si triunfa una vez más, podrían generarse nuevas etapas… a lo Crepúsculo (2009-2011). ¿Se acuerdan?

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