
Crítica de cine: Los tipos malos 2, ¿secuela divertida o atractiva solo visualmente?
Los tipos malos 2 es una comedia animada de criminales reformados, con humor, acción, arte visual y personajes carismáticos
Un grupo de criminales reformados encara su recién adquirido estatus: ser buenos elementos. Pero ven que sus existencias son muy diferentes, que tienen el reto de encontrar trabajos honestos para reintegrarse a la sociedad, aunque sus posibilidades de encontrarlos son escasas, pues algunos temen que tengan intenciones deshonestas.
Además, buscar empleo en bancos o museos es riesgoso, pero… serán sacados de su retiro para un último atraco, organizado esta vez por un sindicato del crimen compuesto por féminas. Así, los señores Lobo, Serpiente, Tiburón, Piraña y Tarántula quedarán bajo las órdenes de Kitty Kat, quien exige que la ayuden a robar un cohete espacial para utilizarlo en sus nefastas ambiciones.
A fin de asegurar su mandato, chantajea a Lobo con imágenes que revelan su amor secreto por la gobernadora, Diane Foxington, que en una época fue la temible Garra Escarlata.
Los tipos malos 2, la crítica de Jorge Suárez
Convertir a criminales reformados en personajes agradables para la niñez no es tarea fácil, pero gracias a su buen guion, ejecutado parcialmente por el australiano Aaron Blabey, autor de estos cuentos, dibujados también por él para sus libros, tiene el apoyo de Etan Cohen (Madagascar 2, 2008) y salen airosos, aunque a veces se les va la mano y surgen diálogos en demasía.
Esto, sin embargo, es una falla menor al lado de tanta creatividad. Así, Los tipos malos 2 queda convertido en algo jovial, de hábil montaje, buenos movimientos de cámara y colores muy cercanos a las auroras boreales.
La dirección del francés Pierre Perifel y Juan Pablo Sans (nacido en Caracas, Venezuela), apoyados en la animación por computadora, aciertan con esta comedia de rapiñas.
Debe escribirse que las figuras principales exhiben personalidades tan diferentes que vale la pena relatar: el señor Lobo es súper elegante, carismático y un habilidoso escapista; a Serpiente le sobra astucia; Tiburón es camaleónico; Piraña, impulsivo y Tarántula domina la tecnología.
En el lado de la execración, Kitty Kat es ladina, y todos ellos (‘buenos’ y ‘malos’) son dibujados con arte y picardía, especialmente sus rostros y lenguajes corporales. Presten atención a la jefa de la Policía, Misty Luggins. Sus expresiones llegan a ser tan precisas que parecen humanas, bajo el formato de la caricatura. La reportera es exacta a las que vemos en los noticieros de la televisión.
Entonces vienen secuencias que hacen reír y pasman: las luchas, sus cuadriláteros y narradores que son reflejo de esas existencias. La persecución con que se inicia la película sucede en El Cairo, tan bien manejada y ‘pintada’ que maravilla. Lo que sucede en el espacio, en el cohete, es mezcla de emoción y atrayente visualidad.
Se llevan las palmas todas las escenas que hablan del robo, de ese oro y joyas que escapan de sus vitrinas, de sus bóvedas y de los seres humanos que lo portan. Y ese amarillo brillante que se impone en las imágenes del largometraje evoca el oro que va sustrayendo Kitty Kat y sus secuaces, contra los cuales luchan Los tipos malos 2.
Estamos hablando de un filme gratificante, ágil, divertido, relajante y que deja el sabor de lo que es una buena amistad, sobre todo cuando viene llena de lealtad.
Ventaja es que haya derrumbado el muro generacional y permita ser visto por niños, adolescentes, adultos y, sobre todo, por quienes estudian el arte de dibujar, “lenguaje universal para transmitir ideas y emociones”, según la IA.
- Calificación: * * * *
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