Ocio

Crítica de Cine. Cazadores del Sol, ¿acción vibrante o decepción previsible?

Lee la cr´ticia de Cazadores del Sol: Dave Bautista en un filme visualmente atractivo, pero narrativamente fallido

Diez años después de que una erupción solar destruyese la tecnología global, la Tierra es un caos. En este nuevo escenario, las reliquias del pasado se han convertido en objetos codiciados por los supervivientes. 

Jake (Dave Bautista), uno de ellos, se ha dedicado a localizar y recuperar esos tesoros, joyas que reposan en lo que llaman Zona de Quemazón, una de las áreas más afectadas por el siniestro. 

Jake, pagado por el misterioso y peligroso “señor de la conflagración”, el rey Augusto (Samuel L. Jackson), es llamado para recuperar la icónica pintura de la Mona Lisa, hecha por Leonardo da Vinci entre 1503 y 1519. 

En esta peligrosa jornada tendrá como ayudante a Drea (Olga Kurylenko), una luchadora por la disgresión. A medida que penetran en la compleja expedición, Jake y Drea descubren que el mundo necesita, más que un cuadro, un… (no sigo, de hacerlo, les arruino el final, en caso de que vayan a verla).

Cazadores del sol: La crítica de Jorge Suárez

Tilly Norwood, la actriz creada con Inteligencia Artificial.

Tilly Norwood, la actriz creada con IA que Hollywood considera aterradora

Leer más

Comencemos escribiendo que J. J. Perry, director del filme, es realmente un actor, doble de riesgo y artista marcial. De cómo saltó a dirigir estos cazadores sería toda una sorpresa. 

Perry deja la impresión de que no meditó lo suficiente y dejó en la pantalla gigante un embrollo argumental más previsible que una fábula ya conocida y tan mal elaborada, que no muestra una película de acción sino algo muy cercano a la decepción. 

Los parlamentos son absurdos, desordenados y los momentos en que se supone debe el público sonreír o reír, no suceden; lo que se ve en la sala de cine es la reacción de quienes asisten a un funeral.

Las broncas están deficientemente coreografiadas y peor editadas. Se tiene la sensación de que el director artístico jamás fue al set a mirar su obra. 

Las explosiones hacen recordar los tiempos en que un fósforo, para generar fuego, debía pasarse por el rastrillo; así lo sentirán quienes esperen la gran fogata. Preocupante sería que alguien o muchos la encuentren desprovista de un verdadero pasatiempo

Rescatable es su utilización del color, reducidos a tonos grises u olivas hasta convertirse en rojos llenos de pasión y fuego. Ese balance crea un loable mundo visual.

Las actuaciones van a la par. La mayoría de los intérpretes mantienen una sola expresión. No pueden más porque, a ciencia cierta, se les congelaron los rostros mientras filmaban. 

Samuel L. Jackson no está mucho tiempo en el largometraje, no más de cinco minutos, y por ello se salva. La ucraniana Olga Kurylenko es la que mayor atención logra, no solo por su físico (¡y vaya que lo tiene!), sino por ese aire de saber ser la mujer que abriga metas claras.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!