
Crítica de Cine. Avatar 3, ¿un espectáculo visual que supera la historia?
Avatar 3 apuesta por un despliegue visual impactante y batallas memorables, bajo la dirección de James Cameron
Luego de establecerse con el clan Metkayina, Jake y Neytiri (Sam Worthington y Zoë Saldaña) atraviesan, desde hace un año, el duelo provocado por la muerte de Neteyam. De forma inesperada surge una nueva y beligerante tribu: los Mangkwan, o Pueblo de las Cenizas, conocidos también como “los saqueadores”.
Están liderados por Varang (Oona Chaplin), quien mantiene una estrecha alianza con el gran enemigo de Jake, el coronel Miles Quaritch (Stephen Lang). Esta unión desata un conflicto de consecuencias devastadoras.
Avatar 3: La crítica de Jorge Suárez
Más que una historia lineal, Avatar 3 se desarrolla de manera episódica y, gracias a la maestría del montaje a cargo de David Brenner, el filme avanza con fluidez y sin tropiezos, siempre atento a la experiencia del espectador.
En ese sentido, el mérito recae también en James Cameron, director de la saga. A lo largo de sus 3 horas y 17 minutos destacan el asalto al clan, el viaje en globos aerostáticos impulsados por velas etéreas y la presencia de criaturas gigantescas que sostienen y elevan las naves. La batalla aérea sobresale por su cuidada planificación visual.
Génesis 1:28
La sanación de Spider (Jack Champion) constituye uno de los momentos más logrados, gracias a unos efectos visuales y a un colorido que construyen una vegetación mítica y deslumbrante, ligada a la hija de Eywa, la diosa. Las escenas submarinas impresionan por la transformación de la biota marina —plantas, animales y microorganismos—, adaptada al universo de Pandora.
La cinematografía resulta tan impactante que por momentos invita a olvidar la trama para dejarse llevar por un despliegue visual comparable a un gran telón de cristal de Sèvres, célebre por su brillo y transparencia.
Las aves guerreras y las imponentes “ballenas”, capaces de comunicarse con los Na’vi —la raza humanoide de piel azul—, engrandecen la propuesta.
Otro punto a favor es su proyección en pantallas IMAX y en tercera dimensión, lo que permite al espectador sentirse dentro de la acción, percibir el fuego, volar junto a los Na’vi y sumergirse en ríos y mares amenazantes.
En contraste, la aparición de los humanos baja el ritmo narrativo y despierta la curiosidad por identificar a los personajes interpretados por Kate Winslet o Sigourney Weaver.
Incluso si la fantasía no es un género habitual, la película invita a disfrutar de una explosión de color y arte visual. El final confirma que la historia continuará.
Y para cerrar, me adelanto: ¡Feliz Navidad! Gracias, queridos lectores, por sus mensajes y saludos.
- Calificación: ****
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