La moda es una expresión artística y con el tiempo muchos personajes icónicos han acabado con el pensamiento de asociarlo únicamente con la banalidad y la frialdad. Elegir las prendas que se usan a diario es el reflejo de estados de ánimo, de herencias y de influencias sociales.

Cristina Fiallos cuenta que durante estos últimos años, en los que ha logrado desarrollarse más como artista y como persona, descubrió que la moda le permite realzar su personalidad y mostrar su lado creativo desde otra perspectiva. “Como artista, creo que estas dos áreas exploran características similares. Ambas buscan un sentido estético a través de colores, texturas y detalles”, aseguró.

Las personas que siguen su trabajo conocen de su fuerte vínculo que la etnia indígena ecuatoriana y reconocen que esta ha sido de gran influencia para la construcción de su estilo de vestir. Es gran admiradora del trabajo hecho a mano y, al usar este tipo de prendas y tratar de incorporarlas a casi todos sus looks, se siente más conectada con sus raíces y valora más las historias que hay detrás de cada una.

Además, la guayaquileña intenta ajustar sus decisiones de compra y uso a la situación medioambiental actual. Estas se basan en verificar el material, el origen, la calidad y la durabilidad de las piezas.

El uso de accesorios vintages en sus outfits es una costumbre que adquirió desde pequeña cuando agarraba cosas de su abuela. Hoy en día estas son las favoritas de su clóset, ya que se ha dado cuenta de que por más que pasen los años no pierden vigencia y siguen combinando muy bien con todo, así sea la prenda más fashion y de última tendencia.

Para esta producción fotográfica, Cristina demostró su atractivo por llevar prendas más clásicas, holgadas y frescas, recordando así que hay que mirar primero lo local y luego, si es necesario, buscar afuera. Aunque para ella, Ecuador lo tiene todo.

• Desde su lugar

El espacio diseñado para la creación y elaboración de su arte es uno de los lugares que más plenitud le brinda. La comodidad de caminar descalza y posar con sus piezas se refleja en las fotografías.

Aquí, desde la estimulación y emoción que esto le trae, Cristina recordó lo importante que ha sido la familia para su carrera, no solo por el apoyo sino por la inspiración. “Creo que uno de los más lindos recuerdos que tengo son ver a mi madre en su estudio pintando, desde ahí nació la conexión inmediata con el arte. Mi padre es doctor pero un amante de la literatura, él me inculcó el amor por la escritura, por componer historias y poemas que luego se convirtieron en canciones. Y por último, del lado de mi abuela saqué el don de cantar, la música fue parte muy importante de mi crecimiento”, detalla.

La cerámica llegó a su vida hace cinco años. Comenzó en Cuenca, donde una familia de alfareros le enseñó las técnicas tradiciones, después se trasladó a China y Estados Unidos donde continuó su formación.

La artista plástica reconoce que la participación de las mujeres en esta áreas está cada vez más latente y espera que el camino siga avanzando. Cuando la situación del mundo lo permita, planea seguir viajando y conociendo artistas y técnicas que aporten a su evolución.

Fotos: Miguel Canales // EXPRESO. Producción: Alejandra Cereceda. Maquillaje y peinado: Arianna Guillen (Instagram: @ariannaguillenmakeup). Flores: Suriflowers Ecuador (Instagram: @suriflowers.ec).