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MUESTRADE ARTE
La exposición de arte.Ángelo Chamba // EXPRESO

Cuando el arte dialoga con la historia

Q Galería inaugura una muestra que ahonda en los movimientos pictóricos surgidos en la región andina.

En 2021, el artista limeño Iosu Aramburu obtuvo una beca de investigación del Instituto Cisneros, y con ella se dedicó a explorar la historia de un pasado que ignoraba.

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“La idea detrás de hacer el Atlas era tratar de pensar juntos los procesos históricos artísticos de la región, que a veces han sido paralelos y a veces sí han estado conectados. No ha habido realmente muchas investigaciones que piensen en la historia regional como un solo proceso, normalmente son historias nacionales”, indica en una entrevista con el Museum of Modern Art (MoMa).

Para ello, el creador empezó a recopilar imágenes usadas para narrar esas historias del arte nacional y organizarlas para que se lean juntas.

“Cuando encontraba algún libro, fotografiaba o escaneaba todas las imágenes que aparecían en él, y así fui recopilando todas estas imágenes, luego las organicé de manera cronológica según cuándo habían sido producidas las obras”, dice.

Ahora, 1.288 de las más de 5.000 imágenes que Aramburu recopiló se exhiben en Q Galería, espacio artístico de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).

Indagar en la creación

La exposición arribó al sitio como parte del encuentro Arte + Activismos, organizado por las docentes Giulianna Zambrano y Ana María Garzón.

Este año, el encuentro se centró en la indagación y escucha de métodos de investigación artística que plantean formas radicales con el lenguaje, la traducción, la naturaleza, la expedición y la mirada contemporánea. Así lo explica Garzón, docente en la carrera de Artes Visuales.

“Este año, la temática son los métodos de creación artística, y por ello contamos con Fernando Martín Velasco, que trabaja con ballenas en la península de Yucatán y dio un taller de expediciones artísticas, a Yana Lema, una poeta kichwa otavalo, que habló sobre el tránsito del poema en el arte contemporáneo, y con Iosu Aramburu, quien nos habló sobre métodos de investigación de archivo, en este caso qué pasa cuando un artista se enfrenta al archivo de la modernidad andina”, señala.

La creación virtual

La idea detrás de la exhibición es la puesta en crisis de la estructura de la historia, tomando íconos del indigenismo, frente a estas obras no nombradas que aparecen en los libros, o a la creación de las mujeres.

“Al usar el mismo material del archivo histórico que es el libro, y repetirlo, sacarle copia, moverlo y reensamblarlo, tienes la posibilidad de repensar en cómo se construye la visión de lo histórico de la región. Con qué imágenes, con qué símbolos. Es una puesta en crisis de nuestro pasado, ligado a formas muy específicas de creación en la región”, añade Garzón.

Las pequeñas piezas

La muestra cuenta con imágenes que datan de entre 1860 y 1970, como una foto de una expedición de una mujer de la aristocracia alemana a Ancón, una necrópolis al sur de Lima que era un centro importante de excavaciones y saqueos en el siglo XIX, o un cortejo fúnebre en la que se ve esta masa de intelectuales y obreros acompañando un ataúd. También constan obras de afamados pintores nacionales, como Eduardo Kingman, y cuadros del propio autor donde se reinterpretan piezas que fue hallando en el proceso de investigación.

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Hay espacios en blanco, donde no había material para llenar los vacíos, otro debate que puede instigar esta exposición, que estará abierta al público hasta el jueves 29 de junio.

El inicio del confinamiento en 2020 y las posteriores restricciones de la pandemia de la COVID 19 llevaron a la galería a establecerse en la virtualidad.

La acogida fue tal, que ahí realizaron la Bienal Universitaria de Arte Multimedial, y lograron realizar varias puestas en escena en esta modalidad. Sin embargo, tras reabrir presencialmente, el espacio decidió continuar con las exposiciones virtuales, y ha conservado una gran cantidad de público digital. 

“Había mucho interés, y nos pareció que era necesario continuar ofreciendo este espacio, que se adapta al interés de muchos jóvenes y nos permite mantener una plataforma de consulta internacional, dice Toledo. 

Establece que en la plataforma también se archivan las numerosas conferencias que se han dictado en la galería, y que se han convertido en material de consulta de docentes y estudiantes.

Un espacio donde convergen la academia y la comunidad

Q Galería abrió sus puertas en 2019. Se trata de un espacio donde convergen la academia, el campo profesional del arte y la comunidad, como lo explicó Byron Toledo, director del espacio y docente de la carrera de Artes Visuales.

“Q Galería es una apuesta de la universidad en aportar a la infraestructura cultural del país y dinamizar la escena artística local, en un escenario donde la gestión cultural es compleja de mantener de manera independiente”, asegura.

Desde el año pasado, el espacio se ubica en la propia Universidad, con un ingreso independiente, tras pasar una temporada en el Paseo San Francisco.

Desde su apertura, han realizado 39 exposiciones, albergando trabajos de más de 400 artistas nacionales y extranjeros, y estudiantes del centro educativo.

No obstante, Toledo asegura que, además de las muestras, el espacio se ha enfocado también en dar cabida a charlas, talleres, visitas guiadas y recorridos.

“Si bien nuestro público base son los alumnos del Colegio de Comunicación y Artes Contemporáneas, también ampliamos nuestras áreas de acción para incluir muestras que incorporen biología, o economía, y que puedan apelar a todo tipo de público”, dice.

Añade que el interés comunitario es palpable, con visitas de numerosos vecinos del sector. “La idea es que el público no sienta que somos solo una galería universitaria, sino que brindamos una oferta cultural a la comunidad”, agrega.

Muestra de arte
Lo que se exhibe.Ángelo Chamba // EXPRESO