CURVA PELIGROSA
Las personas aceleran el paso para cruzar la calle.MIGUEL CANALES/EXPRESO

Un tramo de la calle Aguirre pone en riesgo a los peatones

Cansados de los accidentes, moradores piden un semáforo. La ATM dice que el plan de semaforización estará ejecutado en marzo

Iván Ortega recuerda con horror la escena bañada en sangre que presenció. Sucedió hace dos meses y medio. Un grupo de personas, donde él estaba incluido, intentaba cruzar, de vereda a vereda, la avenida Aguirre, al pie del Malecón del Salado y del puente El Velero.

La cantidad de vehículos que circulaba ese viernes en la tarde por esa arteria, de manera continua y a velocidad, no les daba a los peatones el tiempo ni el espacio para correr, como si fuera una maratón, hacia el otro extremo de la vía. Pasó más de tres minutos, y una joven, en su desesperación, bajó de la acera a la calzada queriendo cruzar por el paso cebra, pero de inmediato apareció una motocicleta en marcha.

“Ella no podía ver bien si un carro o una moto venía, porque desde donde estaba parada, hay una curva y es difícil visibilizar aquello. Este cruce es peligroso así pasen pocos carros”, cuenta el estudiante de medicina, quien vive por ese sector.

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Por querer esquivar a la muchacha, el motorizado se chocó con un carro y fue a dar al pavimento. “Se fracturó una pierna y resultó con varias heridas en la cara y brazos. Había mucha sangre en el piso”, detalla.

Contando ese suceso, Édgar Flores, suma cinco accidentes en ese mismo tramo, del cual fue testigo solo en 2019.

Flores, comerciante, vive y atiende su negocio situado en la calle Aguirre, entre las vías Asisclo Garay e Ismael Pérez Pazmiño y ratifica lo peligroso que es cruzar en ese punto, especialmente para los adultos mayores, que deben esperar mucho hasta que los conductores se sensibilicen y paren.

“El último accidente que vi, fue el de una estudiante de la Universidad de Guayaquil, a quien un carro la mandó volando unos tres metros más adelante. Estuvo un rato inconsciente”, recuerda.

En ese punto, situado en el centro oeste de Guayaquil, el cruce es masivo y constante.

“Los fines de semana el peligro aumenta, porque viene mucha gente y familias a pasear al Malecón y que luego quieren ir a la Plaza de la Música y les toca sortear a los vehículos”, acota Elio Laborde, otro morador de la zona.

Para ir desde el Malecón del Salado a la Plaza de la Música, las personas tienen que cruzar la calle Aguirre y la avenida Ismael Pérez Pazmiño. Ambos puntos turísticos están al lado del puente vehicular El Velero, que es de doble sentido. Por la primera calle los carros suben a ese paso desnivel y por la segunda, bajan.

cruce peatonal peligroso
Los peatones arriesgan sus vidas cruzando la vía.Christian Vinueza/EXPRESO

“Esta es una zona escolar. Al mediodía, cuando salen los estudiantes del (colegio) Vicente Rocafuerte, la situación se complica, porque muchos adolescentes cruzan con menos precaución que los adultos”, dice Sofía Iglesias, jubilada, cuya vivienda está situada entre las calles Asisclo Garay y calle 5S.

Entre las vías Aguirre y Asisclo Garay, hay un poste metálico al que le falta el foco del semáforo. “Así está desde hace año y medio más o menos”, coinciden vecinos.

Xavier Zurita, líder del barrio Garay, al que pertenece ese sector, indica que al menos en tres ocasiones, con el resto de integrantes del Comité Promejoras del sector, le han pedido al Municipio de Guayaquil y a la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) la instalación del foco del semáforo que obligue a los carros a frenar y les permita a los peatones un cruce más seguro.

“En octubre nos dijeron que no había presupuesto para semáforos y que teníamos que esperar. Esperamos que en este año nos puedan ayudar a evitar tantos accidentes”, pide.

EXPRESO le preguntó a Freddy Granda, jefe de Planificación de la ATM, el por qué de la tardanza de la instalación del semáforo en el sitio.

“La ATM tiene un contrato de semaforización en cerca de 100 intersecciones en todo Guayaquil que está en ejecución y se termina el 23 de marzo”, afirmó el funcionario.

Hasta esa fecha, acota Granda, tienen que estar soterradas todas las instalaciones eléctricas (en los puntos donde se ubicarán las señales); deben estar puestos los controladores y el ‘software’ para el funcionamiento de los semáforos, incluyendo el de la calle Aguirre. Hasta ahora, según agrega, la obra de semaforización va en un 78 %.

"En octubre nos dijeron que no había presupuesto para semáforos y que teníamos que esperar. Esperamos que en este año nos puedan ayudar a evitar tantos accidentes"Xavier Zurita, parte del Comité Pro-mejoras del barrio Garay