La tragedia marcó a una familia completa de Málaga II, vía a Salitre (Daule). Tres integrantes de una familia de cuatro murieron por intoxicación, de acuerdo a los resultados de la autopsia de uno de los miembros de esta casa.

El horror que vivió esta familia comenzó a las 03:00 del lunes 20 de marzo, donde cada uno de sus integrantes comenzó a presentar malestar, de uno en uno, desde la más pequeña, de tan solo tres años, hasta los dos adultos de la casa.

María Fernanda Ganchozo, de 34 años, arrendaba una casa en esta urbanización junto a su esposo e hijas, pero ahora es la única sobreviviente de todo este incidente. Estaba rodeada de familiares durante el velorio de su hija mayor, el cual fue realizado ayer en el club social de la urbanización, y anteayer en el mismo punto, fue el de su hija menor.

Ganchozo no tenía marcas de llanto en su rostro, pero su voz y gestos corporales mostraban el vacío de perder a un ser amado. En su caso, a todo su hogar.

Ella relata cómo la familia entera se levantó porque su hija menor comenzó a vomitar, seguido de la mayor, de 14 años.

“Pensábamos que era algo que comimos y nos hizo daño. Pero todo empeoró en tres horas”, relata la única sobreviviente del hecho.

Pasadas las 06:00, la situación se agravó, llamaron una ambulancia, pero la situación ya era tarde para la menor de la familia, su pulso habría comenzado a parar una vez llegó la ambulancia, según Ganchozo.

Una vez llegó el personal del Cuerpo de Bomberos, que acudió a la ayuda de este hogar, detalla Ganchozo que durante la inspección del domicilio por los agentes, se percataron de un fuerte olor, según lo que le comunicaron, “como si se hubiese fumigado, que olía a algún componente tóxico”.

Mientras el personal de rescate inspeccionó el hogar, el resto de la familia estaba siendo trasladado a casas de salud. La hija mayor de 14 años y su esposo, Brayen Gavilanes (45). Lamentablemente, durante el trayecto al Hospital del Niño-Dr. Francisco de Icaza Bustamante, murió su otra hija, alrededor de las 07:00, y mientras que su esposo y ella eran trasladados al Hospital de Monte Sinaí, donde a las 19:30 del mismo día también falleció Gavilanes.

Siendo María Fernanda la única sobreviviente, quien logró ser dada el alta anteayer, pero quien también llegó grave a la sala de emergencias.

Ahora el hogar donde compartieron tantas memorias juntos, está vacío y solo quedan los peluches y una cinta que indica ‘peligro’, cubriendo la entrada principal de esta vivienda.

De acuerdo a documentos a los que pudo acceder este Diario, dentro de la autopsia de la más pequeña de la casa, su deceso se debe a la inhalación de sustancias químicas tóxicas a determinar.

“De la autopsia sacaron un tejido, con el cual vamos a pedir la denuncia para solicitar el estudio del tejido y determinar la causa de todo lo que nos ocurrió”, señala Ganchozo.

Quien añade que no quiere señalar a ningún culpable.

“No sé si fue por fumigación o por qué o quién fue. No quiero culpar a nadie. Solo quiero saber qué causó todo esto”.

EXPRESO se contactó con los departamentos del Ministerio de Salud de la Zona 5 y 8 para conocer las causas de muerte del resto de familiares, a qué se debe y qué acciones se tomarán; sin embargo, ambas ramas de la entidad señalan que podrían interferir con las investigaciones de los peritos policiales, en cuanto a los decesos y que esta información la provee el Departamento de Criminalística.

Ente con el cual este Diario también se contactó, pero refirió a la Fiscalía. Hasta el cierre de esta edición no emitieron respuesta alguna.

Desde la administración de esta ciudadela, Málaga II, el administrador Hamilton Prado señala que no posee datos sobre este incidente y destaca que no se ha realizado fumigación desde la urbanización o de alguna casa cercana.

“En Málaga II no hemos realizado estas actividades y no tenemos información que alguna casa aledaña haya realizado esto”, asegura Prado.

Aún no asimila la situación Ganchozo, pero ahora debe llegar a una casa vacía, sin el mismo color y alegría con los que siempre era recibida.