Guayaquil

Guayaquil: El recreo nocturno vuelve a cobrar vida

Los negocios de este tipo reabren sus puertas. Los dueños piden al Municipio que el horario de atención sea hasta las 02:00. Apuntan generar confianza

BARES
Ocio. Diferentes locales esperan que la Alcaldía les permita trabajar hasta las 02:00.Miguel Canales / Expreso

Luego de una serie de restricciones impuestas para frenar la propagación del coronavirus, y que ‘apuñalaron’ aún más al sector de la diversión, el ocio nocturno se despierta en Guayaquil. En vista de que la ciudad puede moverse hasta la medianoche, los dueños de estos negocios, al menos 600 agrupados en Guayas, procuran generar confianza en la ciudadanía manteniendo las medidas sanitarias. Todos reman para el mismo lado: no quieren otro encierro.

La rumba, que se enciende pasadas las 18:00, ha desplazado al escenario sombrío que se apoderaba de los sitios en los que jóvenes, adultos e incluso familias enteras van en busca de un momento de distracción. Diario EXPRESO realizó un recorrido en diferentes puntos de la ciudad, donde el recreo nocturno vuelve a cobrar vida.

RESTOBAR
Panorama. Diferentes locales abren sus puertas pasadas las 18:00.Miguel Canales / Expreso

Por ejemplo, en la popular zona rosa, donde solo atendían tres de los 33 establecimientos de este tipo, ahora trece volvieron a reabrir sus puertas. Eso sí, bajo la figura de restobar, la disposición dada por el Municipio el año pasado para que estos negocios puedan funcionar.

Su metamorfosis, así como lo ha venido contando este rotativo, fue drástica, ya que en el último estado de excepción compitieron con los restaurantes de los alrededores. Algunos resistieron y otros sucumbieron. Pero hay quienes le apuestan a la reactivación, pues Guayaquil volvió a ser Guayaquil.

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“Accedí a un préstamo de 5.000 dólares para adecuar el restobar en mi discoteca. Aquí tratamos de levantarnos de a poco. De tarde vienen niños por las hamburguesas y los milkshakes, y de noche llegan adultos o parejas. Son los efectos de la COVID-19”, expresa Ariana Nabia, propietaria de Dubai Restobar, donde antes existía la discoteca Offside.

Rememora las escenas de grupos de amigos que inundaban la pista de baile moviendo sus caderas al ritmo del contagiante reguetón o salsa, pero le da gusto ver que ahora lo hacen desde sus asientos degustando cocteles o jarras de cervezas acompañados de patacones con queso, bandejitas o crujientes papas fritas con chorizos.

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Escenario. Todos reman para el mismo lado: no quieren otro encierro.Miguel Canales / Expreso

Y ese escenario se repite en los restobares que recorren la calle Rocafuerte, donde los trabajadores llaman la atención de las almas que buscan diversión. Ellos levantan sus brazos con las cartillas de menús, vocean los combos o le suben el volumen a la música para alertar que el sitio está ‘prendido’.

“Las autoridades deben ser más flexibles con estos negocios, pues las restricciones van casi siempre en la noche, y claro, ellos deben de ofrecer las garantías de que el lugar sea seguro”, asevera Génesis López, quien acudió hace unos días a un restobar del sector en compañía de su novio y dos amigos.

La gente ahora tiene más confianza. El ambiente está más festivo. Sería ideal atender hasta las 02:00

Carlos Ávila, dueño de un bar del centro.

A escasas cuadras, en las calles General Córdova, Mendiburo y Vicente Solano, las noches también tienen color. Julissa Ricardi, dueña de la picantería La Culata, dice que ahora los locales de la zona, al menos siete, incluida una licorería, tienen mejores días que hace varias semanas, cuando el toque de queda confinaba a Guayaquil los fines de semana.

“Hay más movimiento y por eso fortalecemos las medidas de bioseguridad y damos lo mejor. Hemos pasado por días difíciles, pero nos reanimamos”, comenta Ricardi, al recordar que en un fin de semana puede llegar a ganar de 400 a 500 dólares, pero antes de que la pandemia aterrizara en Ecuador, ingresaban a la caja al menos 800 dólares en un fin de semana.

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Sobre el tema de seguridad, los propietarios consultados aseguran que lo cumplen y esperan que la alcaldesa, Cynthia Viteri, les permita trabajar al menos hasta las 02:00.

Ernesto Vásquez, presidente de la Asociación de Centros Nocturnos del Guayas, lo argumenta: “Nos hemos ayudado bastante trabajando hasta la medianoche, pero hay que entender que la gente sale de noche y por eso solicitamos que se extienda el horario. Así generamos más ingresos para mantenernos”, afirma Vásquez, propietario de Nikita, un restobar que se levanta en la 38, al suroeste de la urbe.

En el tradicional barrio guayaquileño Las Peñas, Silvia Vélez, propietaria de un negocio de piqueos y artesanías, precisa que la reactivación también ha subido al cerro. Confirma que 13 de 26 bares han reabierto y otros alistan motores para volver a funcionar este fin de semana.

En la zona rosa han reabierto trece locales, pero queremos trabajar ya como discotecas, tenemos listos los protocolos

Nicolás Vasco, propietariod e un restobar de la zona rosa

Sin embargo, más allá de que la atención sea hasta las 02:00, como lo sugiere el gremio, Vélez aspira a que el Municipio no olvide a los artesanos y pequeños negocios del cerro. “¿Qué pasa con el que vende humitas, jugos, tienen kioskos y carretillas? Falta un plan de rehabilitación total para que así la gente nos visite sin miedo”.

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