DESNIVEL PASO LATERAL (9703812)
Peligro. En el paso peatonal del puente El Velero se observa el desnivel y deterioro del suelo de baldosas, así como un tramo del piso de madera que está hundido. Decenas de personas, especialmente estudiantes, transitan por allí.Freddy Rodriguez

El peatón ve trabas en los puentes en decadencia

Las estructuras de estas obras se deterioran por falta de mantenimiento. No permiten el desplazamiento de todos los ciudadanos. Urge rehabilitarlos

El mal estado en el que se encuentran varios puentes peatonales de la ciudad es evidente y representa un riesgo inminente para los usuarios.

El 8 de diciembre pasado, una niña cayó al estero Salado cuando caminaba junto a su madre por el segundo puente de la vía Perimetral, a la altura de la cooperativa Brisas del Salado. A lo largo de la estructura, en varios tramos no había barandas de seguridad, ya que los consumidores de droga habían desbaratado el hormigón para extraer las varillas de hierro y venderlas luego, según denunciaron los moradores.

En un recorrido realizado por EXPRESO se constató la falta de mantenimiento de estas estructuras, las cuales registran grietas, barandas oxidadas o la carencia de estas, falta de iluminación y de limpieza. Además, no son accesibles para el desplazamiento de personas con discapacidad, adultos mayores y mujeres embarazadas. Quienes se arriesgan a cruzarlos tienen que recurrir al equilibrio y hacer maromas.

ruido

La prioridad vial que destruye la tranquilidad de los vecinos

Leer más

Este Diario consultó al Municipio de Guayaquil cuestiones como para cuándo se ha previsto el arreglo de estas estructuras, qué tipo de trabajos han pensado ejecutar y qué sitios serán intervenidos; pero hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta.

Mientras, la ciudadanía demanda la atención urgente del Cabildo para recuperar estos espacios deteriorados y salvaguardar las vidas de las personas.

Un ejemplo de ello es el puente 5 de Junio, cuyo piso de madera se encuentra en desnivel. Una docena de tablas se levantan al pisarlas y representan un verdadero peligro.

“Aquí no se puede caminar con tranquilidad, ya que existe el miedo de tropezar con alguna de las tablas levantadas por un lado y hundidas por otras áreas. Al andar alguien puede pisar mal, meter el pie y quedar lastimado”, comenta Marcela Negrete, de 50 años, quien a diario debe hacer uso de esta estructura cuando va a dejar a su nieto a una escuela ubicada cerca del sector.

En cambio, José Triviño, de 30 años, se queja porque no puede cruzar este paso de madera con su bicicleta, debido a que pareciera que muchas tablas del piso fueran a partirse, por el deterioro que presenta.

La situación que se vive con los pasos peatonales debe ser resuelta, por el riesgo que generan. En la ciudad son ya muchos los daños. El peatón sigue sin ser la prioridad

Paúl Palacios, peatón

“No me queda más remedio que circular por la avenida, con el riesgo que eso representa por la cantidad que automotores que circulan por el sitio”, dice preocupado.

Asimismo, las barandas están mal ajustadas y no dan garantías de protección. “Es muy peligroso caminar por este puente junto a los niños, ya que en un descuido podrían caer al estero Salado, tal como ocurrió hace pocas semanas con la niña en el segundo puente de la Perimetral”, recuerda Triviño.

A pocas cuadras, en las calles Aguirre e Ismael Pérez Pazmiño, a la altura de la Plaza de la Música, está el puente El Velero, donde también se observa el desnivel y deterioro del piso de baldosas, así como el hundimiento de un tramo del piso de madera.

Imagen 4W5A9668
Descuido. Las tapas de cemento del parterre central del puente de la calle 17 están levantadas y son un peligro para los peatones.
Freddy Rodriguez

“Falta mantenimiento a esta obra que está en un sitio regenerado. Da pena ver cómo el puente se va destruyendo, pero más preocupa el peligro que esto representa para la ciudadanía”, manifiesta Melissa Hidalgo, quien a diario extrema el cuidado para no caerse cuando camina sobre esta estructura en mal estado.

Pero este no es el único problema que afronta el mencionado viaducto. Algunas luminarias rastreras están oxidadas y otras han desaparecido, por lo que la zona se vuelve oscura cuando inicia la noche.

Los puentes peatonales de la ciudad no son nada amigables. Son oscuros y desolados, a veces poco funcionales. Inseguros, con daños... ¿Cómo usarlos así?

Carlos Guerrero, ciudadano

“Por aquí no se puede caminar con tranquilidad pasadas las 18:30, ya que el sitio se torna peligroso por la poca iluminación que existe. Las autoridades deberían reparar este puente para que la ciudadanía pueda usarlo sin preocupación”, analiza Yadira Mendoza, quien habita cerca del sector.

Oreja víal-desechos

Los desperdicios abundan en oreja vial de vía a Daule

Leer más

La situación es similar en otros puentes. Todos necesitan algún tipo de mantenimiento y no hay respuesta de las autoridades a estas necesidades de la población.

En el puente de la calle 17, que conecta el suburbio con la ciudadela Bellavista, las tapas de cemento del parterre central están levantadas. “A mí me da miedo pasar por allí, ya que podría caerme en esos huecos y fracturarme alguna parte de mi cuerpo. Prefiero caminar más adelante para cruzar la calle”, indica Margarita Rosero, ama de casa.

Pedido La ciudadanía cuestiona el abandono en que se encuentran los puentes peatonales y demanda su arreglo inmediato, antes de que ocurra una desgracia.

En el puente Gómez Rendón, que conecta este sector del suburbio oeste con la avenida marginal del Salado, el óxido de la estructura y las luminarias dañadas evidencian el total descuido, así como la gran cantidad de basura en el sitio, que despide un olor terrible. A ello se suma el mal estado de las luminarias. Unas pocas están prendidas en la mañana y la mayoría no funcionan desde hace varios años, según declaraciones de vecinos del lugar.

Al puente que cruza el estero Salado y une la avenida Portete con la José Rodríguez Bonín le falta una baranda metálica de protección. Y el óxido es evidente en las estructuras del área peatonal. “Son años que no lo arreglan, ya es hora de que las autoridades municipales se den un paseo por aquí para que palpen las molestias que los usuarios debemos vivir a diario. Ojalá no tengamos que lamentar desastres mayores por la falta de acción de quienes tienen a cargo el mantenimiento de estas obras”, pide la ciudadana Olga Aguirre.