centro de Guayaquil
Hecho. En 9 de Octubre y Rumichaca es evidente el daño en la cubierta.Christian Vinueza

Todo está en contra del peatón en el centro de Guayaquil

Al daño de adoquines se suman los vastos huecos en el mobiliario urbano

Quienes se desplazan por la avenida 9 de Octubre, en el centro de la ciudad, se quejan de no tener seguridad de ningún tipo a la hora de caminar. Que ya no solo son los vendedores informales que pululan por el área o las motos eléctricas que invaden incluso las vereda las que traban su movilidad. Que tampoco son solo los adoquines dañados, la escasa iluminación de la arteria o el hecho de que la vida allí se apague pasadas las 18:00 y corran el riesgo de que les roben, alertan.

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A toda esta lista se suma un daño más: algunas tapas de las alcantarillas están en pésimo estado y con tales huecos que ya los usuarios se han dado contra el suelo, ahora barajan la idea de demandar. Es el caso de Samantha Alarcón, quien se torció el pie en el enorme hueco de la cubierta ubicada en la intersección de la avenida 9 de Octubre y Rumichaca.

“En la noche, ese punto se vuelve una trampa. Pero no es el único. Medio centro de Guayaquil está así. Mi jefa vio salir hasta un roedor de ese agujero... Hay quienes lo repletan de basura. Pero, repito, no es la única tapa que está dañada. ¿Y el peatón? Pues siempre estamos fregados, esa es la conclusión”, señaló.

En toda la ciudad existe el problema. Hay adoquines rotos, salidos, inexistentes; así como cubiertas de alcantarillas con huecos o rotas. El peatón, en otros lados, no tiene ni siquiera calle para desplazarse. Las aceras están repletas de quioscos o vendedores ambulantes, y las calles de vehículos que te irrespetan. 

Jonathan Cajamarca, 
​guayaquileña 
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Lina Cajamarca, quien habita cerca de la plaza San Francisco, hace un llamado a que las autoridades contabilicen cuántas estructuras de este tipo se encuentran deterioradas. “No hay calle ni barrio que se salve de ello. Por eso hay que reaccionar”, sentenció.

EXPRESO ha sido testigo de ello a través de las denuncias que cada semana llegan a la Redacción y siempre por la misma razón: las falencias en estas cubiertas que además son el blanco de los delincuentes.