Guayaquil

El Municipio no aclara dudas sobre surtidores de agua

Este Diario ha formulado preguntas sobre el un nuevo proyecto privado de venta de agua purificada.

SURTIDORES PURISSIMA
La máquina instalada en la estación de la Metrovía es una de las cien que se ubicará en la ciudad.(Estefanía Ortiz / EXPRESO)

A diferencia del elemento con que tiene que ver el proyecto -agua para el consumo a través de surtidores colocados en cien puntos de la ciudad-, el Municipio De Guayaquil no transmite la información con una similar claridad y transparencia. Al menos, no ha respondido las preguntas que le ha formulado este Diario.

El lunes 25 de noviembre, como si fuera la inauguración de un sistema de agua potable, la alcaldesa Cynthia Viteri levantó un tomatodo a modo de brindis para celebrar la instalación del segundo dispensador de agua, como parte de un convenio entre la empresa Purissima y el Cabildo.

Según se anunció ese día, los ciudadanos pueden adquirir del dispensador el equivalente a una botella de agua, por $ 0,25. Lo mismo que cuesta esa cantidad de líquido en una botella.

“¿Por qué mejor el propio Municipio no pone puntos gratuitos de agua? Hay unos filtros que le pueden poner a los bebederos para que la gente no desconfíe de esa agua, y es gratis”, piensa el taxista guayaquileño Andrés Páez. En redes sociales también hubo reacciones, luego que EXPRESO abriera un debate.

La usuaria de la parada de Metrovía ubicada frente a la Terminal Terrestre (donde existe un surtidor), Isabel Hernández, piensa que eso confirma la percepción de que es necesario utilizar filtros, porque “el agua de Guayaquil tiene mal sabor, y a veces hasta mal olor”.

“Ningún guayaquileño cree que abre la llave y puede tomársela. Yo en mi casa la hiervo y la pongo a helar. Entonces, claro, por ese lado sí pueden estar funcionando los surtidores, porque nadie va a tomar el agua del grifo”, dice la guayaquileña.

Este Diario consultó a la alcaldesa, mediante su equipo de comunicación, si la aplicación de este sistema tiene relación con la calidad del líquido en la ciudad; y por qué, de lo contrario, no se impulsan los bebederos públicos. También ha preguntado si hubo un concurso para invitar a las empresas de agua a ofrecer el servicio; y si cualquier otra compañía puede colocar surtidores en la ciudad.

El Diario también pretendía consultar por qué el agua del surtidor cuesta lo mismo que esa cantidad de líquido en un envase y cómo se fijó el precio.

No obstante, como ha ocurrido en otros temas relacionados con la ciudad, el Municipio no respondió. Tampoco cumplió su ofrecimiento de facilitar el contacto de los directivos de la empresa, para incluir su versión.

El Cabildo presentó el proyecto como un aporte para reducir el empleo de productos plásticos de un solo uso, como las botellas de ese material.