Guayaquil

Mascotas de Guayaquil tienen su club de 'petfluencers'

No son famosos ni faranduleros, son canes adoptados cuyos amos aconsejan y relatan sus historias de vida con las que se identifican otros rescatistas

Robin
Robin, un perro mestizo que fue rescatado y forma parte del club.Instagram @clubpetfluencersec

Sabían que en Guayaquil existe un club que agrupa a mascotas influencers. Pero si cree que se trata de perros o gatos de raza ‘famosos o faranduleros’ no es así. Para pertenecer a dicho club llamado ‘petfluencers’, el miembro de cuatro patas debe haberse ganado la confianza de su comunidad de seguidores, tener una historia inspiradora o que se haya destacado por algo. Al momento son 15 amigos con cola, casi todos mestizos rescatados, los que conforman el gremio. La mayoría son canes.

La presidenta de la agrupación es María Belén Molina, una animalista de corazón, quien fundó el club hace apenas un mes. “Nuestro objetivo es que por medio de nuestros socios la ciudadanía tome conciencia de lo que es la tenencia responsable de las mascotas. Ellos son parte del club a través de sus dueños, quienes han demostrado el buen trato y el cariño que les han dado. Tenemos la visión como club de que en todo el país se empiece a fomentar la tendencia ‘pet family’ que es distinta a la ‘pet friendly”, aseguró Molina, quien ha logrado que otras ciudades como Quito, Machala y Portoviejo se unan a este iniciativa.

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La diferencia entre ambas palabras, según lo explica Molina es que, cuando decimos, por ejemplo, que en Guayaquil existe la tendencia pet friendly, es porque aceptan a las mascotas en ciertos lugares, pero solo están ahí, no hacen nada más que acompañar a sus dueño, “y ese no es el objetivo que buscamos. Necesitamos que hayan más lugares donde se incentive el pet family, o sea que el can pueda ir con la familia y estar en un sitio en el que se le permita jugar en un área creada para él, que pueda comer y socializar con otros caninos, sin la preocupación de que se vaya a escapar o a morder. En Estados Unidos se ven muchos de estos sitios, en Quito solo hay uno. Lastimosamente aquí no se lo visualiza porque aún cosificamos a los peludos”.

Dentro del club hay varias historias de rescates desgarradores, pero con finales felices. Uno de ellos es el de Olivia, una perra de un año, que vagaba preñada por las calles de Quito y llevaba atado a su cuello un pedazo de soga. A los pocos días parió varios cachorros en un vertedero de basura. La adoptó una bióloga con quien ha recorrido varias partes del país. Ella tiene su comunidad la cual se identifica con su caso. Su perfil en instagram es @olivias.journey.ec

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...lo que pasó después fue muy confuso, me amarcaron, me subieron a un auto junto a mis bebés y me llevaron a un lugar limpio y seguro. Le tenía miedo a las escobas, a los movimientos bruscos, a los desconocidos y no sabía ni siquiera jugar. No me moví de mi camita por un par de días hasta que poco a poco me fui acostumbrando a la voz de mi mamá y tomándole confianza. Un día por fin me arrastré lentamente hacia ella para saludarla. Mis hijos fueron dados en adopción responsable como otros perritos que mi mamá ya había rescatado, sin embargo nosotras dos jamás nos pudimos separar. Pese a que el tiempo ha pasado soy un poco tímida con la gente nueva y con perritos muy grandes, sin embargo, !soy feliz! Amo salir de viaje, sentir el césped, perseguir palomas y morder mis juguetes. Definitivamente me siento libre y segura en la naturaleza. Luego de todo lo que he tenido que pasar, finalmente puedo decir que vivo amada y respetada ☺️🙌🏽 . ...what happened next was very confusing, she lifted me in her arms and put me into a car with my babies to carry me into a clean and safe place. they took me to a clean and safe place. For a while, I was afraid of brooms, abrupt movements, and new people. I did not even know how to play with a ball. I stayed in my bed for a couple of days until little by little I got used to my mother's voice and trusting her. One day I finally crawled towards her, slowly to say hi. A couple of months later my children were given in responsible adoption as other dogs that my mother had already rescued. However, we couldn’t be separated. Since my rescue. Despite the time pass I am still a little bit shy with new people and with big dogs. Anyway, I am happy! I love to travel, chase pigeons and chew my toys. Definitely I feel free and safe in nature. After all my bad experiences, finally, I can say that I am loved and respected. . #oliviasjourney #rescueddog #dogstagram #dogsofinstagram #stopabandon #adoptionjourney #happyending #thisismyhistory #adoptdontshop #adoptanocompres #rescatadayadoptada #finalfeliz

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Otro caso es el de un pitbull al que dejaron amarrado en una de las paradas de la Metrovía. Lo echaron de su hogar el mismo día en que hicieron el anuncio de la cuarentena obligatoria, el martes 17 de marzo. “Eso es parte de la desinformación, necesitamos tener más conciencia social respecto a las mascotas y comenzar a fomentar una cultura de tenencia responsable que incluya algunos factores que deben considerarse antes de decidirse a incluir a un miembros más en la familia sea perro o gato”, sugirió Molina, quien es dueña de un chihuahua llamado Jagger.

Durante la cuarentena los dueños de las mascotas miembros del club de ‘petfluencers’ (@clubpetfluencersec), publicaron historias y posts sobre recomendaciones. Hay muchos que han sido responsables y también hay páginas y cuentas que sacaron ejercicios, trucos, estrategias y técnicas para tener una sana convivencia con su amigo de cuatro patas. Es inadecuado que un peludo esté sin hacer actividad física porque acumula energía, y al no poder botarla empieza a dañar cosas en casa y a portarse agresivo.

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Respecto a esto, María Belén, asegura que el confinamiento sirvió para que haya un redescubrimiento de ambas partes, porque el peludo ha comenzado a acatar más ordenes de su amos y a conocer su rutina dentro de casa, “para ellos también es una novedad vernos siempre en el hogar. Inclusive sabemos de mascotas que se han visto afectadas porque ya no pueden dormir y comer como antes porque también sus hábitos han cambiado comenzando por los paseos diarios que solían dar y que ya no pueden por la cuarentena”. La recomendación de Molina, es que los dueños deben de aprender a tener autocontrol y calma en casa, durante el tiempo que dure el aislamiento, porque las mascotas sienten las emociones ya que son muy perceptivas.