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‘Maquillaje’. Los colores de las paredes de algunos callejones no han cambiado la imagen olvidada del cerro del Carmen.Miguel Canales Leon

La inseguridad trepa con fuerza el olvidado cerro del Carmen

Los robos y asaltos son frecuentes. Los vecinos se sienten olvidados por las autoridades. Quieren que cambie la imagen de este ‘suburbio del centro’

El temor a morir por una bala perdida o en un asalto marca la rutina de quienes habitan en el cerro del Carmen, en el centro de la ciudad, junto al cerro Santa Ana. Allí la inseguridad se siente a plena luz del día y caminar por esas calles empinadas y desiertas se ha convertido, muchas veces, en una forma arriesgada de vivir, cuenta Marcela Mendoza.

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Ella es un ama de casa que todos los días debe bajar y subir el cerro acompañando a su hija para que aborde un carro que la lleve a su trabajo. Dice que lo hace por su tranquilidad y por la seguridad de la joven de 22 años, quien en varias ocasiones ha sido víctima de delincuentes que le han arranchado su cartera.

ProblemasLas falencias en el alumbrado público, la proliferación de mosquitos, las calles dañadas y la acumulación de basura son otros problemas de la zona.

“Reconozco que mi presencia no limita a los ladrones, pero por lo menos ya somos dos personas que podemos gritar y pedir ayuda en caso de un atraco. Es todo lo que nos queda”, señala, al cuestionar el poco patrullaje en la zona.

Aquello lo corrobora Ana León, quien habita en el sector desde hace 42 años. “Vivimos en un suburbio en pleno centro. Aquí pululan vendedores de droga y malandrines que vienen a esconderse en los callejones luego de delinquir”.

Este sector pertenece al subcircuito 3 (Santa Ana, cerro del Carmen, antenas de TV, hospital, cementerio y morgue) del distrito 9 de Octubre de la Policía Nacional. En 2022, la entidad registró 60 eventos delictivos, entre robos a personas, de vehículos, accesorios, etc. Estos representan 20 casos más que en 2021. Mientras que en lo que va del 2023 se han presentado 15 incidentes denunciados por los moradores, según reportes policiales a los que EXPRESO tuvo acceso. No obstante, la comunidad habla de “muchísimos más”, que no denuncian. “¿Para qué?, si nadie ayuda”, sentencian.

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Peligro. Las calles desoladas y empinadas se han vuelto un peligro. Diariamente se registran robos.Miguel Canales Leon

Pero la Policía asegura que los delitos han disminuido y que los patrullajes han aumentado. “Realizamos rondas permanentes. Los delitos denunciados son fortuitos y se dan principalmente contra jóvenes o parejas que suben al mirador en horas de la madrugada, cuando solo hay una unidad patrullando el sitio”, sostiene un gendarme mientras recorre el sector junto a dos compañeros, a bordo de sus motocicletas.

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La inseguridad se ha apoderado de este sector. Los controles que realiza la policía son débiles y no surten efecto ante una delincuencia que cada vez toma más fuerza.

Gustavo Solórzano, habitante del cerro del Carmen

Sin embargo, Carlos Medina, otro residente, desmiente aquello. “Aquí los robos se dan a cualquier hora. Es común ver a dos personas en moto arranchar carteras a las jóvenes. Queremos vivir tranquilos, no podemos seguir así. En ocasiones, la inseguridad se sale de control, especialmente en las noches cuando las rondas escasean. A veces yo salgo y doy un par de disparos al aire para ahuyentar a los ladrones”, confiesa.

Magaly Mendoza, quien tiene un bazar dentro de su vivienda, cuenta que en el lugar, al igual que en otros de la ciudad, hay un repunte de extorsionadores. “Aquí han venido a pedir las llamadas ‘vacunas’ dizque para cuidar el negocio. Pese al miedo que eso conlleva, yo no he dado mi brazo a torcer. Por eso quiero que haya seguridad, para no tener que vivir este tipo de situaciones”.

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Patrullaje. Las rondas que realizan los agentes policiales son insuficientes, se quejan los vecinos.Miguel Canales Leon

Mendoza agrega que todavía no han identificado a los ‘vacunadores’, pero explica que durante los dos últimos años a ese sector han migrado ciudadanos procedentes de países vecinos y teme que estos sean los que cometen las fechorías. “No nos sentimos seguros ni siquiera dentro de nuestras casas. A cualquier hora te roban. Si te dejas, no pasa nada; pero si te resistes, te matan”.

En el cerro del Carmen hay muchas cosas que deben mejorar, según los vecinos.

El cerro del Carmen parece un suburbio dentro del centro de la ciudad. Este sector ha sido olvidado por las autoridades y de eso se aprovechan los hampones para cometer fechorías.

Ana Luisa Triviño, residente del cerro del Carmen

Margarita Zambrano opina que una de las falencias es el alumbrado público. “Hay luminarias buenas y malas. Este sector se torna oscuro desde las siete de la noche y se convierte en un sitio propicio para que los delincuentes cometan los atracos”, lamenta.

Recalca que los callejones son utilizados para el consumo de drogas y para arrojar basura, por lo que se convierten en sitios inseguros y focos infecciosos.

En los exteriores del hospital neumológico Alfredo Valenzuela, que cerró sus puertas para la atención al público en 2018, es posible observar a mendigos y consumidores que han hecho del sitio su vivienda temporal. “Llegan en las noches y se camuflan entre los delincuentes”, denuncia Flor Bermúdez, quien pide la construcción de un retén para sentirse un poco resguardada.

La acumulación de basura es otro problema, a tal punto que ni siquiera se respeta un mural en homenaje a los profesionales que trabajaron durante los días más críticos de la pandemia de COVID-19 en Guayaquil.

“Es difícil transitar por el lugar sin tener que taparse la nariz, por los malos olores que emanan los desechos en descomposición”, puntualiza Julio Melo, habitante del cerro que reprocha la mala disposición de la basura por parte de sus vecinos, así como la inseguridad que está obligado a vivir por la falta de acciones de parte de las autoridades.