
Impacto de la suspensión de contrato de la Troncal 3 en el transporte de Guayaquil
La orden judicial frena la renovación de la flota. Hay antecedentes de incendios de los oferentes descalificados
La reciente suspensión judicial del contrato para el nuevo operador de la Troncal 3 de la Metrovía va más allá de una disputa legal. La decisión condiciona la esperada renovación de una flota de buses marcada por su antigüedad y por graves incidentes que han generado temor entre los ciudadanos.
¿Qué conlleva esta medida legal?
s. El impacto directo es que miles de usuarios podrían seguir transportándose en unidades que no han sido renovadas del todo, al menos por ahora.
El nudo del problema es que el proceso de licitación, ahora frenado por una acción de protección, era la vía para reemplazar a los buses del consorcio MetroBastión, cuyo contrato finaliza el 31 de diciembre de 2025. Precisamente, este operador es el que ha estado en el centro de la polémica por el estado de sus vehículos.

La preocupación ciudadana no es infundada. En 2024 se han registrado al menos tres incendios en unidades de la Metrovía. Uno de los casos más recordados ocurrió en noviembre de ese año en la vía a Daule, cuando un bus articulado de la Troncal 3, operado por MetroBastión, quedó completamente destruido por las llamas.
En ese momento, el gerente de operaciones del consorcio confirmó que la unidad tenía 16 años de servicio, aunque había aprobado la Revisión Técnica Vehicular (RTV) una semana antes del siniestro. Este y otros incidentes similares alimentaron el clamor ciudadano por un cambio urgente. "Parece que el alcalde y demás autoridades esperan que ocurra una tragedia para reaccionar", comentó en su momento un usuario diario del sistema a EXPRESO.
La promesa de renovación, ahora en pausa
Para atender estas quejas, la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) inició en mayo de 2025 el proceso para elegir al nuevo operador. El nuevo contrato establecía como requisito fundamental la adquisición de 70 nuevos buses con aire acondicionado y sistema de wifi, los cuales debían estar listos para operar en enero de 2026.
Este concurso público era la solución concreta para modernizar el servicio en una de las rutas más importantes de Guayaquil, que conecta el norte, desde Bastión Popular, con el centro de la ciudad. Sin embargo, este plan de modernización es el que se encuentra ahora mismo suspendido.
Irónicamente, la suspensión fue solicitada por el mismo consorcio MetroBastión. Tras ser descalificado del concurso, presentó una acción de protección alegando irregularidades en el proceso. La jueza a cargo del caso acogió la petición y ordenó la suspensión provisional de la adjudicación, mientras se analiza el fondo de la denuncia.
El impacto es evidente: la disputa legal iniciada por el actual operador, cuya flota ha sido cuestionada por su antigüedad e incidentes, es precisamente lo que retrasa la llegada de los nuevos y más seguros buses que los ciudadanos demandan.
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