
Guayaquil: vecinos piden control a prostitución y proponen nuevo barrio de tolerancia
Habitantes del tradicional barrio plantean al Concejo Cantonal nuevas normas y un espacio regulado para el trabajo sexual
El Barrio del Salado enfrenta una problemática que cada vez se intensifica. Y es que el miedo y la inseguridad se apoderan del sector, un problema que, según sus habitantes, tiene nombre: la prostitución callejera.
Durante una reciente asamblea comunitaria, Gustavo Rivadeneira, gestor comunitario, informó a Diario EXPRESO que se pedirá al Concejo Cantonal de Guayaquil la ampliación de la ordenanza que prohíbe el trabajo sexual en zonas patrimoniales, regeneradas y turísticas.
La propuesta busca incorporar un régimen sancionatorio para quienes reincidan en esta práctica en espacios emblemáticos de la ciudad.
“Nadie pide la prohibición del trabajo sexual. Pero es deber de la autoridad proteger el orden urbano y la imagen turística de Guayaquil”, dijo Rivadeneira a este Diario.
El dirigente explicó que la urbe ha invertido esfuerzos en recuperar el centro histórico y la ribera del estero Salado, por lo que urge cuidar estos espacios de convivencia y turismo. “No podemos permitir que el desorden vuelva a ganar terreno. Pediremos también la creación de un nuevo barrio de tolerancia, moderno, seguro y con condiciones sanitarias adecuadas”, añadió.
El centro de Guayaquil gritó sus problemas
Residentes de calles como Ayacucho, Orellana y Garay también participaron en el encuentro con la Policía Nacional y Segura EP, solicitando más rondas policiales y controles para reducir los delitos que acompañan a la prostitución informal.
“Ha llegado el momento de poner la casa en orden y definir qué ciudad queremos dejar a las próximas generaciones”, enfatizó Rivadeneira.
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