
Esta es la temperatura mínima que ha alcanzado Guayaquil durante julio de 2025
Una combinación de nubosidad, humedad y viento ha provocado mañanas frías, que han coincidido con un aumento de enfermedades
Bufandas, suéteres y chaquetas se han vuelto parte del paisaje urbano de Guayaquil en las últimas semanas. En plena temporada seca, cuando el cielo suele estar despejado y el calor domina las calles, la ciudad ha registrado temperaturas mínimas de hasta 20 °C durante las madrugadas, algo inusual para esta época del año, asegura la ciudadanía que asegura sentir "más frío este año que otros". Y aunque esa cifra no parece alarmante, la sensación térmica ha sido aún menor, generando una percepción de frío generalizada, que la mayoría de guayaquileños disfruta, pero que también ha dado paso a una serie de enfermedades respiratorias.
Según datos del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), en la primera quincena de julio de 2025 las mínimas se mantuvieron entre 21.5 y 22 °C, pero en varios sectores bajaron hasta los 20 °C, un grado por debajo del promedio habitual. ¿Qué lo causa? El fenómeno responde a una combinación de nubosidad densa, humedad relativa alta y vientos fríos, que disminuyen la temperatura real y alteran la percepción térmica.
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“Aunque el termómetro marque 22 °C, la sensación térmica puede ser de 20 °C o menos”, explica un vocero del Inamhi a EXPRESO.
La nubosidad, al impedir el ingreso de radiación solar directa, ha limitado el calentamiento del suelo, lo que también ha mantenido las temperaturas máximas por debajo de los 30 °C, entre los 27 y 29 °C, cuando normalmente alcanzan los 31 o 32 °C. El contraste entre el frío matutino y el calor diurno –que podría alcanzar los 34 °C en los próximos días– acentúa aún más la percepción térmica.
¿Hasta cuándo durará esta sensación de frío?
El Inamhi anticipa que este patrón climático continuará al menos durante lo que queda de julio. No solo Guayaquil, sino también otras zonas costeras como Playas y Salinas, experimentarán madrugadas frías y días soleados.
Aunque el fenómeno no representa un riesgo, sí evidencia una transición estacional marcada en la Costa ecuatoriana, donde conviven el frescor de la madrugada con el calor del mediodía.
A más frío, más enfermedades respiratorias
Pero el descenso térmico no ha sido solo un tema de conversación: también ha impactado la salud pública. Guayaquil ha reportado un aumento considerable de enfermedades respiratorias agudas, especialmente en junio y julio.
Según el Ministerio de Salud Pública (MSP), hasta el 22 de junio (semana epidemiológica 25), Guayas registraba 435 casos de infecciones respiratorias agudas graves. Sin embargo, el Municipio de Guayaquil ha contabilizado 60.540 atenciones por afecciones respiratorias entre enero y el 14 de julio, con 9.333 casos solo en junio.

“De junio a julio hay un incremento del 24 % en enfermedades respiratorias”, detalla Juan Carlos González, director de Salud e Higiene del Municipio.
En sus hospitales y centros de salud, se ha detectado un repunte de amigdalitis, rinitis alérgica, influenza A y B, covid y virus sincitial respiratorio. La capacidad de diagnóstico aumentó con la implementación de laboratorios propios en los hospitales municipales.
Niños con crisis asmáticas y más casos agudos
En el Hospital Los Ceibos del IESS, los médicos atienden 60 casos semanales de enfermedades respiratorias, aunque reconocen una leve baja en los últimos días. Lo que sí ha llamado la atención es la aparición de crisis asmáticas en niños sin antecedentes respiratorios, según Robert León, pediatra emergenciólogo.
“Estamos viendo niños con dificultad para respirar, obstrucción bronquial y necesidad urgente de oxígeno”, alerta el especialista.
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El neumólogo Daniel Larriva también reporta un aumento sostenido de consultas: de los 10 pacientes que atiende a diario, al menos cinco presentan cuadros respiratorios agudos o subagudos, algunos de los cuales han requerido hospitalización.
Además del clima frío, los especialistas identifican varios factores que agravan el panorama:
- Pérdida de hábitos sanitarios postpandemia: como el uso de mascarillas, alcohol y el lavado frecuente de manos.
- Ambientes cerrados y con aire acondicionado, donde se concentra el aire sin ventilación adecuada.
- Contaminación ambiental y quema de basura o incendios forestales, que agravan los cuadros respiratorios y elevan los riesgos cardiovasculares.
“Los virus son ahora más agresivos y la población está menos protegida”, alerta Iván Chérrez, director médico del Centro Respiralab.
Pese a este aumento de enfermedades, la ciudadanía asegura estar contenta con el clima, que "de una u otra manera le ha dado respiro a Guayaquil".
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"Esta ciudad hierve, ni los aires acondicionados ni los ventiladores son suficientes para calmar el calor. Por eso me alegra sentir ahora este clima. Que debemos de cuidarnos más, sí, por supuesto. Pero a la vez, me siento más fresco. Si hubiese más árboles, no estaría tan contento por sentir algo de brisa y viento en las noches. El mal humor se me ha quitado. Estornudo más..., sí; pero ya no tengo calor", señaló Bruno Briones, guayaquileño.
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