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Fabricio Gil, también ingeniero agrónomo de 45 años, ha dedicado casi 15 años a actividades relacionadas a YuGiOh!.Julio Montero / EXPRESO

Fabricio Gil: Coleccionar cartas de YuGiOh! se asemeja a coleccionar cuadros de arte

El guayaquileño de 45 años se ha desempeñado en todas las ramas que envuelven a las cartas de Konami: jugador, juez, coleccionista y organizador. Lleva más de 15 años en este medio

Guayacos es una sección en la que contamos historias de los habitantes de Guayaquil, vidas que alimentan y hacen más rica esta ciudad. Relatos que ayudan a conocer mejor la madera de la que están hechos.

Lleva cerca de 15 años en el movimiento de YuGiOh! en el país y está en la capacidad de responder cualquier pregunta relacionada a esta tribu urbana. Durante este trayecto cumplió todos los roles posibles a desarrollar en la industria, desde jugador, juez, organizador y coleccionista

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Esta última faceta lo convierte en alguien especial. Fabricio Gil, ingeniero agrónomo de 45 años, recopila cartas desde sus inicios en el juego creado por Konami. Y en la actualidad, posee una colección que para muchos sería envidiable.

"Ser coleccionista en Estados Unidos tiene sus beneficios económicos. En Ecuador no. Acá pasa más por una cuestión de satisfacción personal. Es como por ejemplo las personas que tienen cuadros de arte, algunos los venden y hacen dinero. Otros los cuelgan en su casa solo para verlos. Ese el criterio del coleccionismo en todo sentido", cuenta desde su local al norte de Guayaquil, sitio que se ha convertido por años en uno de los establecimientos más representativos de la comunidad. 

A pesar de su recorrido y de que esta pasión nació hace muchos cuando su hermano lo invitó a conocer el juego de cartas, Fabricio asegura que catalogarse como uno de los coleccionistas más grandes de América es complicado. "Probablemente de Sudamérica", continúa. Y aún así, considera no estar en entre los diez más importantes.

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Esta es una de las cartas más representativas de la colección de Gil, su nombre es Ten Thousand Dragon. Un monstruo impreso en conmemoración a la tarjeta 10.000 elaborada por Konami. En Ecuador solo existen, aproximadamente, cinco copias. Una la tiene Fabricio.Julio Montero / EXPRESO

El guayaquileño sustenta su afirmación y explica que esta actividad se divide en diferentes ramas. "Hay quienes coleccionan por tipos, por atributos, otros solo coleccionan monstruos, solo mágicas, solo cartas trampas. Existen incluso quienes coleccionan únicamente errores, cartas con errores de impresión". 

Por ende, "estar dentro de los más grandes es complicado por el abanico que existe". Además, aunque no parezca, pasa porque "en Ecuador hay quienes consiguen cartas y coleccionan desde el anonimato", afirma Gil.

Proceso de evolución

Los primeros cuatro años de Fabricio en este movimiento se resumieron a jugar y darse cuenta que para ganar se necesitaban las mejores cartas. 

Recuerda luego que durante un torneo hubo una polémica en cuanto a las reglas y desarrollo del juego. "Entonces ahí inició mi investigación para convertirme en juez de YuGiOh!", cuenta. Esto significaba estar estar al día tanto en las cartas y en la interacción o efecto que cada una de ellas generaba.

Desde entonces su perspectiva cambió. Como la comunidad iba creciendo, siempre se necesitó a alguien que sepa y esté al tanto de las reglas. "Te podría decir que pasaba de jugador a juez, y viceversa. Hubo eventos en México, Costa Rica y demás donde pude estar, y si no me tocaba desempeñarme como jurado, participaba como jugador", explica.

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¿Por qué las cartas llegan a costar tanto?

Fabricio menciona que el valor puede variar significativamente. Unos de los factores que da el precio de las cartas es la jugabilidad en el momento y la disponibilidad que exista, o incluso el interés de la gente en obtenerla. 

"Si tú quieres una carta, hay alguien que la quiere tres veces más que tú. Eso ayuda a mover el mercado", afirma. Mientras más difícil sea de conseguir, más cara será.

Un ejemplo de esto para Fabricio es lo que ocurrió en Estados Unidos en el contexto de la pandemia relacionado al coleccionismo de YuGiOh!.  

"Ellos recibieron el stimulus check (dinero que el gobierno dio a individuos y familias para ayudarlos durante la crisis de COVID-19) que podía llegar a ser hasta $ 1.000. Había quienes decidían gastarse eso comprando cartas. Entonces el mercado del coleccionismo, durante la pandemia, se incrementó", cuenta.

¿Qué ocurrió? Las personas empezaron a comprar cartas al por mayor. Pero llegó un momento en el que el stock de naipes se agotó y entonces aparecen quienes apostaron desde un comienzo y dirán “yo tengo esa carta”. "Obviamente ya no te la venderá en menos de 10 dólares, te la venderá en 70 y habrá un loco que sí te lo compre", concluye.

A veces creen que por jugar cartas se debe ser vago y se equivocan. Aquí han jugado buenos doctores, buenos veterinarios, buenos abogados, hay de todo.

Si sabes de un personaje de tu barrio o círculo que todo el mundo debería conocer, escribe a contenidoweb@granasa.com.ec