
Explosión en Guayaquil: qué hacía el taxista que murió en el ataque con carro bomba
Familiares de Wellington Máximo Benítez Mite contaron cómo su familiar fue víctima del atentado junto a un centro comercial
Fotografías y videos que circularon la noche del martes 14 de octubre en redes sociales, tras la explosión de una camioneta con artefactos explosivos, alarmaron a los familiares de Wellington Máximo Benítez Mite.
Aunque estaban al tanto de lo ocurrido cerca del lugar donde él trabajaba como taxista, nunca imaginaron que sería la víctima mortal de la tragedia que ha conmocionado a Guayaquil.
Casi dos horas después del estallido, registrado en la avenida Joaquín José Orrantia, una zona de alta afluencia comercial y hotelera, una llamada telefónica confirmó sus temores: el fallecido era Benítez, conocido cariñosamente como Gigo, un taxista guayaquileño de 55 años que se encontraba junto al vehículo en el que trabajaba cuando ocurrió la explosión.
“Mi sobrino no es la persona que aparece en los videos grabando, esa es otra persona. Él estaba parado junto al taxi que alquilaba para trabajar. Al iniciarse la detonación, por la onda expansiva, una pieza del carro cayó sobre él y lo golpeó en la cabeza, causándole la muerte. Estábamos atentos a lo que se veía en redes, sin saber que se trataba de nuestro familiar. Él ni siquiera se acercó al lugar, la muerte lo sorprendió mientras esperaba pasajeros”, relató una allegada.
Benítez residía en el suroeste de Guayaquil, tenía dos hijos, dos nietos y llevaba 28 años dedicado al oficio de taxista. Prestaba sus servicios en una cooperativa que tiene su base en el centro comercial Mall del Sol, ubicado diagonal al punto donde ocurrió la explosión.
Explosivos se habrían detonado de manera remota
Según información policial, los delincuentes habrían activado uno de los artefactos mediante control remoto.
“La onda expansiva de la primera explosión alcanzó unos 150 metros a la redonda. De un vehículo detonaron dos cargas. Esta camioneta, marca Great Wall, fue reportada como robada en septiembre pasado en Portoviejo, Manabí. Al estallar, los restos del automotor fueron proyectados y uno de ellos impactó al señor taxista, provocándole la muerte”, explicó un investigador.
El otro vehículo, de marca Renault, estaba estacionado a unos diez metros del primero. En su interior se hallaron cuatro artefactos explosivos. Ambos carros fueron abandonados en el parqueadero del Centro de Convenciones del hotel Sheraton.
El uniformado agregó que, al llegar al lugar, los agentes encontraron el cuerpo sin vida de Benítez, tendido boca arriba sobre la vía pública, con heridas contusas en el rostro producto del impacto de fragmentos metálicos expulsados por la detonación.
El hecho dejó además una treintena de personas heridas, entre ellas dos compañeros de trabajo de Benítez.
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