Becario ecuatoriano_Diego Moya
El becario ecuatoriano Diego Moya, durante una exposición de los múltiples problemas que enfrentan tras volver al país.Cortesía

Becarios retornados, atados a una obligación que no expira

Quienes estudiaron fuera con subvención estatal deben volver y trabajar el doble del tiempo en el país como compensación. Pero no hallan dónde.

Es una paradoja. Están atados a un compromiso que deben honrar en un tiempo determinado, pero el propio beneficiario de ello no les da opciones para hacerlo.

Se trata de los becarios que han retornado al Ecuador tras realizar sus estudios en universidades del exterior con subvenciones estatales. La norma establece que, como parte de la beca, deben regresar y cumplir “un periodo de compensación” al Estado. Esto significa trabajar en el país por un tiempo mínimo, usualmente el doble del que les tomó estudiar afuera.

Por ejemplo, si fue un curso de un año de duración, les corresponde un periodo de compensación en Ecuador de dos años. En promedio, las maestrías duran entre uno y dos años. Un doctorado, cuatro. Deben hacerlo a partir del tercer mes de haber vuelto. Mientras tanto, no pueden salir a trabajar en otro país.

A quienes no cumplan la compensación en el plazo fijado, el representante del Estado, la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), que administra el programa de subsidios educativos, les puede declarar la “terminación unilateral del contrato”, lo que implica tener que devolver el monto de la beca, incluso mediante acciones coactivas.

En teoría, la normativa dice que podrían trabajar en cualquier organización o institución pública, privada o mixta. En la práctica, no hallan dónde.

El último reporte oficial de desempleo lo fija en 13,3 %. Entre los becarios, según el gremio que han conformado, es del 27 %: el doble en un grupo que debe ser el más cualificado de la población económicamente activa del país.

Un ejemplo de ello es María Teresa Galarza. Ella es abogada y doctora en Jurisprudencia; licenciada en Educación con mención en Lengua y Literatura; y licenciada en Cine y Video. Tiene un diplomado superior en Comunicación Corporativa, una maestría en Estudios de la Cultura con mención en Comunicación; y un doctorado (PhD) en Artes Creativas. “Con todo eso sigue siendo terriblemente difícil conseguir trabajo en el Ecuador”, lamenta.

Es una becaria que por ello aún no ha completado su periodo de compensación y que no puede imaginar lo que implicaría tener que pagar los 217.000 dólares del monto de la beca por su doctorado en la Universidad de Melbourne, Australia, sumados el costo del programa y la manutención en ese país.

Fuga de cerebrosSegún encuestas internas de la ABREC, debido a las complicaciones que enfrentan al retornar, el 49 % de los becarios planea trabajar fuera del país al terminar la compensación.

¿Qué ocurre si pasa el tiempo del periodo de compensación? Siguen con esa deuda, aunque pasen más años, dice Karla Rodríguez, dirigente de la Asociación de Becarios Retornados del Ecuador (Abrec). Y siempre con la amenaza de la terminación del contrato.

Pero si los becarios no hallan empleo, ¿cómo pueden cumplir la compensación? Rodríguez dice que, según la normativa, eso no es justificación.

Por ello, según afirma, hay becarios que presentan a la Senescyt alguna factura cobrada por montos mínimos para así aparecer como que están trabajando, es decir, “compensando”. Otros piden diferimiento de la beca para tener mas tiempo.

Rodríguez agrega que, aparte del 27 % de desempleados, hay un 22 % en subempleo o empleo inadecuado. Con trabajo informal de tres o cuatro meses dando clases en alguna universidad y luego otra vez en la calle, hasta esperar un posible nuevo contrato temporal.

La Abrec ha señalado factores que les dificultan trabajar y plantean correctivos. También proponen, en último término, trabajar fuera del Ecuador en proyectos de beneficio para el país. Al fin, lo que busca la compensación es que aporten al desarrollo del Estado, que para eso invirtió en ellos.

FACTORES QUE DIFICULTAN SU INSERCIÓN LABORAL

  • INFORMALIDAD NO RESUELTA. Los becarios retornados han observado que las entidades públicas están llenas de contratos ocasionales que se repiten por años, lo que significa que son necesidades permanentes. Pese a ello, no se realizan concursos para nombramientos definitivos y mantienen la informalidad.
  • EMPRESA PRIVADA CERRADA. También han hallado que la empresa privada es reacia a apostar por la innovación y contratar a talento capacitado para ello y opta por profesionales noveles. Para insertarse en este sector, algunos becarios optan por ocultar sus maestrías para no aparecer sobrecalificados.
  • ANOMALÍAS EN LOS CONCURSOS. En los concursos de universidades públicas para contratar maestros, han encontrado que, por ejemplo, otorgan hasta 7 puntos por trabajar en la entidad y apenas 1 punto por tener PhD. A su criterio, eso coarta la posibilidad real de mejorar la investigación y la calidad educativa.

SENESCYT: Los becarios pueden compensar bajo relación de dependencia o sin ella

ELos becarios retornados al país aducen que no hallan trabajo en el sector público ni privado para realizar la compensación que deben cumplir como contraparte del beneficio recibido. Pero el Gobierno alega que eso es algo que pueden hacer bajo relación de dependencia o no. Es decir, aunque no estén trabajando formalmente.

La Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) respondió a este Diario qué pasa si transcurre el plazo estimado para que un becario realice el periodo de compensación y no la ha completado.

“Existen diversos mecanismos de compensación bajo relación de dependencia y sin ella, en Ecuador o en instituciones del Estado en el extranjero”, afirma la Senescyt.

Según la normativa, en el país la compensación se podrá realizar en instituciones públicas, privadas, organizaciones con o sin fines de lucro, comunitarias, cooperativas, empresas públicas o privadas, asociativas, familiares, domésticas, autónomas y mixtas.

Además, cita otras actividades como: vinculación en proyectos de investigación, innovación y emprendimiento; y publicaciones académicas.

Los becarios alegan que, en la práctica, el 27 % de ellos están desempleados y el 22 % en subempleo o empleo inadecuado, lo que les impide completar el tiempo de compensación, que usualmente debe ser del doble de lo que duró su programa de estudios en el exterior.

Lo cual significa una doble pérdida para el Estado, que invirtió en su preparación.

Según la Senescyt, del 2007 al 30 de septiembre han retornado 10.188 becarios, de los cuales el 95 % están en su periodo de compensación. Pero dice no saber cuál es el porcentaje de desempleo entre ellos.

Sobre qué planes o acciones ha adoptado para viabilizar la inserción laboral de becarios, la Senescyt cita la plataforma ‘Ensamble’, que funciona como un nexo entre ellos y las instituciones o empresas, ya que pone a disposición de entidades públicas y privadas las hojas de vida de los becarios para que sean tomadas en cuenta al momento de cubrir las vacantes a nivel nacional; y brinda a los retornados la oportunidad de revisar las ofertas laborales que se publican en la plataforma.

Los becarios insisten en que el problema es que no hay esas plazas y que para la mayoría la única opción es un contrato temporal en la Academia.