Bares del centro
La tarde de ayer, los dueños de los negocios se alistaban para abrir tras cinco días de inactividad por la clausura.Carlos Yagual

Los bares deben readecuarse para permanecer en el centro

Dueños firmaron un acta de compromiso para hacer cambios físicos, de seguridad y ambientales, y permanecer en el centro. Tienen de 3 a 6 meses

Víctor Torres ya está acostumbrado. Desde hace cinco años ya sabe que cada vez que llega enero, el Municipio de Guayaquil le clausura su discoteca, ubicada en Víctor Manuel Rendón y García Avilés. Este año no fue la excepción y, el 3 de enero pasado, fue uno de los 20 locales de diversión nocturna del centro de la urbe que fueron cerrados por el Cabildo, por estar ubicados en zonas no autorizadas para estas actividades.

Bares clausurados

Vecinos prefieren la bulla a la oscuridad y delitos en el centro de Guayaquil

Leer más

“Luego uno tiene que ir al Municipio a hablar, esperar una semana o 15 días para que nos den una prórroga y levantar los sellos”, relata. Esta acción repetida, de acuerdo al arquitecto y urbanista Felipe Espinoza, deviene de la falta de planificación a mediano y largo plazo por parte de las autoridades municipales, y que le ha costado seguridad y habitabilidad a esta área.

Cree que estos inconvenientes, que perjudican al turismo, a la actividad comercial y a la estabilidad de la zona, se acabarían si las ordenanzas que se emiten, en primer lugar, fueran duraderas y socializadas con la comunidad. “El Municipio ha carecido de esto en los últimos años”, dijo.

No obstante, Torres cree que esta clausura-reapertura repetitiva podría acabarse este año. La mañana de ayer, 8 de enero, los representantes de los bares se reunieron con Xavier Narváez, director del Departamento de Justicia y Vigilancia, y firmaron un acta de compromiso donde figuran cláusulas que deberán ejecutar para quedarse allí definitivamente y “respaldados por una ordenanza”, explicó Narváez.

Mi negocio (Cabo Rojeño) tiene 36 años en el mismo lugar y es parte de la tradición de Guayaquil. Nosotros tenemos clientes fijos de años, que perderíamos si nos movemos.

Jorge Pinargote
​dueño de salsoteca

El funcionario detalló que este es un problema que ha sido postergado y, como solución, se dará una nueva prórroga de 3 a 6 meses para que los locales cumplan con requisitos que van desde comprobar su antigüedad en el sector, hasta remodelaciones físicas, ambientales y de seguridad.

Especificó que dividieron a los negocios en dos grupos: los antiguos (que abrieron antes de la ordenanza que reguló la emisión de usos de suelo para centros nocturnos, en 2001) y los nuevos, que abrieron después de esa fecha. Sin embargo, Narváez aclaró que se están observando otros aspectos más, para determinar si se quedan definitivamente en el centro.

Entre estos puntos, destacan la obtención de la Tasa de Habilitación y Control de Establecimientos para la actividad de bar y realizar las adecuaciones, tanto de sonorización, contra incendios e inversión en acondicionamientos que justifiquen el ornato y mejoramiento de la zona. Además, deberán implementar en el local cámaras de seguridad externas e internas y la contratación de un guardia privado.

A Holbach Muñetón, presidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador y del Guayas, le parecen correctas las mejoras en dichos centros. No obstante, cree que hasta ahora se ha actuado sin normativa. “Hay que analizar qué mercado estamos buscando con estos bares, cuáles son las condiciones para ellos y, sobre todo, darles estabilidad para invertir”, analizó.

Con esta solución definitiva e implantando una seguridad jurídica, nos facilita el hecho de no permitir que se abra ningún otro negocio que no esté autorizado por la ordenanza.

Xavier Narváez
usticia y Vigilancia

Para él, es justo esta acción repetitiva de clausurar-abrir la que genera incertidumbre y dudas a la hora de invertir e implementar mejoras en un local comercial que, de una u otra forma, le da vida nocturna al centro de la ciudad.

Jesús Saavedra, estudiante de Arquitectura de la Universidad de Guayaquil y quien lideró un proyecto de esa institución para mejorar esa zona, mencionó que sería un error mover a los bares y discotecas del lugar, porque esto deprimiría más la zona, si no existe un plan que la repotencie con otro tipo de negocios.

“Hay ciertos negocios que pueden ser molestos para algunos inquilinos que vivan cerca del sitio, pero son necesarios porque atraen la vida nocturna de la ciudad y forman parte de un espacio urbano equilibrado. Hay locales que son objeto de la memoria histórica de Guayaquil”, destacó.