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Mireya Bracamonte es doctora (PhD) y magister en Matemáticas por la Universidad de los Andes, de Venezuela. Desde 2017 colabora en la EspolCortesía

Mireya Bracamonte: "En las aulas de Matemáticas, solo el 12 % son mujeres"

ENTREVISTA: Conversamos con la PhD en Matemáticas y nueva directora del Departamento de Matemáticas de la Espol. 

Venezolana, obtuvo sus títulos de grado y posgrado en la Universidad de Los Andes. Su línea de investigación son los espacios de funciones. Desde 2017 colabora en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), donde desde mediados de agosto es directora del Departamento de Matemáticas, que agrupa a las carreras de Logística, Estadísticas y Matemáticas.

 ¿Cómo ve la proporción de mujeres en las aulas de ciencias duras, desde que usted era estudiante hasta ahora que es profesora en la Espol?

Desde la época de mis estudios ha sido bastante baja. En las aulas donde estaba, la proporción era de apenas 20 % en Matemáticas. Incluso, en ciencias en general. En la Espol, de hecho, si vas como profesor a un aula de clases, la proporción mujeres-hombres es muy diferente, hay pocas mujeres. En principio, porque quizás hemos aprendido que es ingeniería y que esa no es carrera para mujeres, lo mismo sucede en Matemáticas. Esta es una carrera que se está iniciando, apenas el 12 % de los estudiantes son mujeres. También se debe a que no hemos aceptado que estudiar Matemáticas tiene relevancia. 

La baja presencia de mujeres en ciencias duras es antigua. Y también las causas que se le atribuyen, entre ellas las que usted cita. A su criterio, ¿alguna de ellas es la más decisiva?

Creo que actúan todas en conjunto. Quizás lo único que podría atribuirse a la mujer es que tiene un rol como madre. Hay mujeres matemáticas que han sido brillantes o han tenido relevancia, y han debido retirarse al menos por un tiempo. Pero no creo en eso de que los hombres y las mujeres tengan más facilidad para una cosa que para otras. 

¿Y qué opina de esa orientación o dirección que se les da a los chicos en el colegio, de que si eres bueno con las letras deberías estudiar carreras humanísticas, y si eres bueno con los números deberías seguir ingeniería o ciencias duras? ¿Es así?

No. Hacer eso es tomarnos atribuciones que no tenemos. Quizás podríamos orientar a los estudiantes en qué posibilidades tienen. Pero es un atrevimiento grande decirle a alguien que tal vez no es una buena idea irse por un camino. Creo que si algo nos da la Matemática es aprender a aceptar retos. Eso es algo maravilloso. De acuerdo. 

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La Dra. en Matemáticas, durante una conferencia con colegas profesores y estudiantes de la Espol,Cortesía

¿Pero debe ser tan rígido aquello de que si a alguien le gustan más las letras, no debe seguir Matemáticas?

No, para nada. Creo que cualquier matemático debe fomentar su cultura general. No puede separarse de eso. Ahora la educación es más general, pero a lo largo de la historia uno ve que a los filósofos antiguos la curiosidad los llevaba a estudiar algo de Matemáticas y terminaban contribuyendo mucho en algunas áreas, pero no era su interés inicial. No tenemos por qué pensar que si soy buena para las letras no puedo ser buena para los números, o al revés. 

¿Qué hacer para que más chicas de colegio se interesen por las ciencias duras?

 Siempre es válido conversar con ellas, mostrarles ejemplos, explicarles qué es lo que pueden hacer en estas carreras, hacerles ver que realmente no tienen que ser personas excepcionales. Pero más allá de que ellas vean esto, es más importante empezar con la educación en casa, que los padres disminuyan la parte del machismo, porque muchas veces, aunque no seamos conscientes, las mujeres somos machistas. Entonces, si tengo un hijo y una hija, le digo al varón que puede estudiar ingeniería; y casi, aunque no lo digamos, a la niña le damos otro rol, que nosotros lo hemos aprendido. Por eso digo que quizás la educación es más hacia los padres, hacia los mismos maestros. Creo que desde allí es que tenemos que cambiar. 

En su área, en estas carreras tiene un doble problema, pues si las mujeres evitan las ciencias duras, a las matemáticas también le rehúyen los hombres... 

Es algo que ocurre en todo el mundo, no es algo solo de acá que la Matemática termina siendo esa materia a la que la mayoría le tiene miedo. Pero también es verdad que es la ciencia para las otras ciencias. Si algo maravilloso he oído es que justamente la Matemática es la ciencia que nos permite construir un puente entre lo que imaginamos y la realidad. Entonces, es hacer entender que las limitaciones, esos miedos, muchas veces nos los ponemos nosotros mismos. 

Usted decía que no hemos aceptado la relevancia de las Matemáticas. ¿A qué se refiere?

Que aunque algunas veces las personas piensen que es mejor estudiar otras ciencias que ven más de cerca la realidad, como medicina, química, donde pueden ayudar a otros o resolver algún problema de la sociedad; si no hay la Matemática pura, eso no va a ser posible, porque la Matemática es la caja donde ellos encuentran todo lo que necesitan para avanzar. Entonces no podemos dejar de lado la Matemática, porque allí es donde está lo fundamental para que los demás avancen. 

Hay otro prejuicio o creencia: que la matemática sirve para estudiar algo distinto, por ejemplo, para ser ingeniero, para ser arquitecto; pero no se la suele ver como una profesión en sí misma, salvo para dar clases. ¿Qué hace un matemático, en qué campo laboral puede incursionar? 

El matemático puede incursionar en casi todas las áreas: en la banca, en la industria. Fíjese que, por ejemplo, Wall Street ya no está buscando economistas, está buscando matemáticos. España ha sido noticia porque se está quedando sin profesores de matemáticas en las universidades, porque ellos se están yendo a la industria porque está creciendo la demanda de ellos con el big data, con la estadística. La Estadística y la Logística solo son algunas de las aplicaciones de las matemáticas. El matemático puede moverse en cualquiera de esos espacios, solo que por ahora la industria en Ecuador no tiene claro todo lo que puede hacer.