
Así funcionará 'Distrito 100', el nuevo polo tecnológico de Guayaquil
Cecilia Paredes, rectora de la Espol, detalla la visión del ecosistema que se creará en Las Peñas
Como detalló EXPRESO en 2024, Distrito 100 es un proyecto de la ESPOL, financiado con $20 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que busca revitalizar el centro de Guayaquil. Su objetivo es transformar el campus de Las Peñas en un ecosistema de innovación y emprendimiento conectado con su entorno, incluyendo los cerros y la calle Panamá. Para lograrlo, se requerirá un trabajo coordinado y el interés conjunto del Gobierno local y nacional. Cecilia Paredes, rectora de la institución, conversa con este Diario para profundizar sobre los avances de esta trascendental iniciativa.

Entrevista con Cecilia Paredes
- Un año después de presentar Distrito 100: ¿Cuáles son los avances concretos del proyecto a la fecha y cómo ha evolucionado esa idea inicial?
La visión se mantiene. El avance que tenemos hoy es que ya levantamos la licitación con términos del Banco Interamericano de Desarrollo para la intervención del espacio físico, que es el edificio de la Espol frente al malecón. Una vez que se asigne esa licitación, esperamos estar inaugurándolo a fines de 2026 o a inicios de 2027.
- ¿Y de qué manera se integra a la ciudadanía?
Tenemos una iniciativa que se llama Pyme Digital, donde se les da asesoría a los pequeños emprendedores sobre cómo autoevaluarse en su transformación digital. A la par, estamos preparando a profesores y jóvenes graduados de la Espol, y de fuera de ella, para que acompañen a estas pymes en ese proceso y sigan mejorando su competitividad.
- Un proyecto de esta magnitud requiere apoyo, ¿existe un interés real del Municipio o del Gobierno nacional de sumarse?
Hemos sentido que sí hay un interés de apoyar. Las alianzas se ven en la práctica. Hemos pedido apoyo al Municipio, por ejemplo, en el tema de los permisos de construcción, y han colaborado tremendamente. Más allá de eso, está el alineamiento. El Municipio está pensando en un plan de desarrollo parcial de la ciudad donde estamos incluidos como campus, y eso lo vemos de forma positiva. También hemos tenido reuniones con el Ministerio de Producción.
- El proyecto nace en la academia, ¿otras universidades se han sumado a la iniciativa?
Sí, claro. Esto no es un proyecto de la Espol, es un proyecto de ciudad. Ya estamos trabajando con varias universidades, como la UArtes, por la cercanía que tenemos, y con grupos de Urbanismo de la Universidad de Guayaquil. Los que tenemos que trabajar por Guayaquil somos los guayaquileños, uniéndonos hacia un norte claro.

- El año pasado se destacó la asesoría del reconocido urbanista colombiano Alejandro Echeverri y el modelo de Medellín. ¿Se busca replicar ese modelo o ya se adaptó a la realidad local?
La precisión es que no es que íbamos a calcar el proyecto. Lo importante era su experticia en ciudades muy parecidas a la nuestra. Con Echeverri hemos avanzado en la construcción de un plan maestro para nuestro campus. No es nuestro rol trabajar con el desarrollo de la ciudad, eso tiene competencia del Municipio, pero las estrategias que ellos están haciendo las incorporamos en la discusión. El campus es estratégico como una bisagra conectora entre los dos cerros y el centro.
- ¿Cómo innovarán para garantizar que los emprendimientos que nazcan aquí sean exitosos?
Lo vemos en dos áreas: en los emprendimientos tecnológicos que puedan surgir y en conectar la oferta de estos con las necesidades de empresas más grandes. Para eso, trabajamos con retos de innovación abierta: una empresa expone una problemática y se abre a posibles soluciones externas. Lo otro es preparar al talento en temas de inteligencia artificial, ciencia de datos y programación.

-¿Considera que hay la política pública y seguridad jurídica para que el proyecto se cristalice?
Yo creo que tenemos que ir construyendo. Sabíamos que este es un tema de cambio de cultura. Tenemos que conectar, también globalmente. La Espol ha hecho una inversión importante y sabemos que no lo podemos hacer solos.
- Un riesgo en proyectos así es la gentrificación. ¿Están contemplando medidas para evitarlo?
Estoy totalmente de acuerdo. Es una iniciativa nuestra en la que ya estamos trabajando. Vemos cómo incorporar a la ‘economía plateada’, cómo trabajamos con la gente de 50 o 55 años para poder darle un nuevo giro y conectarlos con lo que va a suceder. También es importante un trabajo de reconstrucción del tejido social que involucre a todos: jóvenes, adultos y gente que vivía del comercio y del turismo en la zona.
- Todo gran proyecto enfrenta obstáculos. ¿Cuáles son los retos más complicados que debe sortear Distrito 100?
- Dos temas para mí. Uno, el poder generar un portafolio de servicios para las empresas que sea pertinente y útil. Queremos tener empresas ancla y tenemos que decirles qué van a ganar por estar ahí. El otro reto que me preocupa es la migración del talento. La globalización es súper importante, pero también nos impone estos desafíos.
- ¿Cómo se imagina que Distrito 100 transformará Guayaquil en 5 o 10 años?
Me imagino un Guayaquil de oportunidades donde todos los emprendedores tecnológicos de Ecuador y América Latina quieran venir. Empresas con servicios mundiales, pero que se trabaje desde Guayaquil. Eso va a requerir escuelas para sus hijos, lugares de diversión... Estamos al pie de la ría, con un malecón abierto, unos cerros hermosos de gente contenta y sin inseguridad.