Rumichaca y Luque, centro de Guayaquil. Algunas personas que caminan por la acera de este tramo se espantan y les toca decidir entre saltar a la calle o arrimarse lo que más puedan a los locales comerciales. Temen pisarla. Aunque hay otros que frenan su caminar y clavan su mirada al piso, donde está la razón que genera todas estas reacciones: la escultura ‘Raíces de luz eterna’.

Esta, que forma parte de un conjunto de obras artísticas, concentra humedad, de manera que se dificulta observar cuáles son las figuras que están ahí abajo. El estado es desalentador, pues también registra agua acumulada, moho y comenzó a esfumarse el tono blanquecino que originalmente tenía, cuando fue inaugurada por la entonces alcaldesa Cynthia Viteri a mediados de 2020. En ese entonces la pandemia azotaba a Guayaquil.

Sin embargo, cuando el reloj marca las 18:00 se ilumina el borde de la escultura, cuyo creador es el artista plástico Francisco Valverde. Y aunque se prendan las luces, hay personas que continúan con temor, pues les impactan, ya con un poco de iluminación, algunas formas humanas entrelazadas.

“Eso se ve muy feo y da hasta miedo, por eso la gente no quiere pasar por ahí. Ahora debería el Municipio tomar cartas en este asunto, si es posible que haya un nuevo concepto o que ponga aquí un paradero, que creo que sería lo mejor”, opinó Héctor López, antes de ir a una ferretería de la zona.

Un comentario similar soltó el taxista Francisco Gómez. “La gente mira con miedo lo que está ahí abajo. Por las lluvias se ha filtrado el agua, supongo, y ha hecho destrozos. Hasta el vidrio está agrietado. Es terrible ver una escultura así... Esperemos ahora que rescaten eso o lo saquen. (Hubo) Mucha polémica desde que la estrenaron”, remarcó.

En torno a la controversia que se registró en aquella época, la entonces alcaldesa Viteri colgó el 25 de julio de 2020 un video en el que explicó que la escultura está en el sitio donde alguien arrancó un árbol “con salvajismo”. “...Y tú ves en la tierra a todos los guayaquileños, hombres, mujeres y niños, sosteniendo las raíces del árbol y pudimos resembrar el árbol”, argumentó la ahora exfuncionaria en el audiovisual, de menos de un minuto de duración.

Pasaron cinco días y nuevamente la escultura fue noticia. El 30 de julio de ese año el Cabildo emitió un comunicado en el que puntualizó que debido a la condensación presentada en el vidrio que la cubre, producto de la humedad, el espacio fue cubierto con el fin de ejecutar trabajos de mantenimiento. “Se instalará un dispositivo para extraer el calor, a fin de conservar esta estructura”, continuó.

De vuelta al presente, un equipo de EXPRESO constató que uno de los cuatro vidrios de la cubierta está más rajado que los otros. El árbol que se sembró está allí plantado y en la parte baja se lee un extracto de la letra de la canción ‘Guayaquileño madera de guerrero’, cuyo autor fue Carlos Rubira Infante. En el otro lado, en cambio, dice: “Raíces, referentes culturales de identidad, territorio, idiosincrasia que forman nuestra herencia costeña”.

Para trabajadores del sector, como Carlos Parra, la obra debería tener una intervención “urgente”. Aunque él también propone que se construya allí un paradero, pues la calle Rumichaca es conocida por tener una alta demanda de buses. “Las ramas del árbol ya hasta tocan la cara de la gente que camina por aquí. Creo que sería mejor un paradero de buses, o que sea un punto turístico, pero en buenas condiciones, no como lo que está actualmente”.

En tanto, EXPRESO solicitó al Municipio una entrevista para conocer cuál será el futuro de esta obra, pero hasta el cierre de este artículo no llegó alguna respuesta por parte del equipo de Comunicación. El silencio se repite en este caso.

Lo que sí es cierto es que la escultura ‘Raíces de luz eterna’ no pasa desapercibida y nuevamente es noticia en Guayaquil.

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