
Aerovía en Durán: expertos y usuarios proponen soluciones para mejorar el servicio
A poco de cumplir 5 años, la demanda de usuarios es inferior a lo esperado. Especialistas plantean alternativas
El sistema aerosuspendido Aerovía, inaugurado con la promesa de movilizar hasta 40.000 pasajeros diarios entre Durán y Guayaquil, continúa enfrentando serias dificultades para consolidarse como una opción de transporte masivo. A pocos días de cumplir cinco años desde su apertura (21 de diciembre del 2020), su principal problema persiste: la demanda real está muy por debajo de lo esperado.
De acuerdo con los reportes de la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), entre enero y julio de 2025 la Aerovía transportó un promedio de apenas 6.754 usuarios diarios. La cifra representa un aumento marginal del 2,7 % frente al mismo periodo del 2024, pero sigue muy lejos de la capacidad estimada del sistema. Esta baja afluencia impacta tanto su sostenibilidad económica como el comercio que se esperaba dinamizar alrededor de las estaciones.
Otro de los puntos más cuestionados por los usuarios es la ubicación estratégica de la estación en Durán, junto al malecón Abel Gilbert. Para varios habitantes, este punto no resulta funcional para su movilidad cotidiana.
Expertos y ciudadanos proponen diversas alternativas para el rescate de la Aerovía
Ante esta situación, expertos y residentes consideran que el sistema aún puede ser rescatado en Durán, pero únicamente si se aplican transformaciones profundas que vienen desde planes de seguridad, mejoramiento de los entornos e integración entre los distintos tipos de medios de transporte en el cantón.
Por ejemplo, el arquitecto y urbanista Ricardo Cajape plantea una serie de soluciones que podrían convertir al transporte aerosuspendido en una opción eficiente, integrada y atractiva para los ciudadanos
Para Cajape, uno de los principales errores del proyecto fue haberse concebido como un sistema aislado. Explica que la Aerovía no puede competir con el bus tradicional si continúa desconectada de las principales rutas de transporte terrestre.
El urbanista propone estaciones intermodales, donde los usuarios puedan cambiar de Aerovía a Metrovía, buses urbanos o taxis sin pagar un segundo pasaje. Este modelo, asegura, es utilizado en ciudades donde los teleféricos urbanos funcionan con éxito. “Cuando el usuario puede hacer un solo recorrido, con una sola tarifa y sin caminar largas distancias, el sistema se convierte en parte de su rutina diaria”, afirma.
Otros expertos consideran que el entorno inmediato de las estaciones también influye en la decisión de usar o no el sistema. Actualmente, estas zonas no logran atraer suficiente movimiento comercial, lo que las vuelve poco atractivas.
Indica que la solución pasa por desarrollar ferias, espacios culturales y servicios básicos alrededor de las estaciones. “Si una persona puede comprar, comer o realizar un trámite antes o después de viajar, el sistema se vuelve más útil y atractivo. Las estaciones deben ser puntos activos, no estructuras aisladas”, dijo Carlos Poveda, experto en movilidad.
Mientras que, Josías Toro, residente de Durán, apunta a que todo tiene que ver con la falta de seguridad en Durán. “Hay quienes la utilizan por obligación, pero hay pocas personas que realmente quieran hacer turismo acá por la falta de seguridad. Más guardianía podría dar mayor sensación de seguridad a los usuarios de la Aerovía”, opinó el ciudadano.

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