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El Tour de Francia busca una nueva fecha para no morir este 2020

La prueba ciclística no se realizará entre junio ni julio, como estaba previsto. Clubes, deportistas y organizadores de otras pruebas buscan espacio

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El ciclista colombiano Egan Bernal fue el monarca del Tour de Francia 2019. Este año pretende refrendarlo.Archivo

El Tour de Francia dio por hecho que no podrá celebrarse en las fechas previstas, del 27 de junio al 19 de julio, luego de que el presidente francés, Emmanuel Macron, descartara toda manifestación de masas hasta mediados de julio a causa del coronavirus; de ahí que los organizadores buscan ahora una tabla de salvación para poder celebrarla en otras fechas, con la vista puesta en el mes de agosto.

La hipótesis de realizarla el octavo mes del año toma fuerza luego de que la Unión Ciclista Internacional (UCI), las asociaciones de corredores y de equipos y los organizadores de otras carreras han mostrado su predisposición unánime a encontrar un hueco que permita salvar el Tour.

El director de la Vuelta a España, Javier Guillén, aseguró a Radio Francia Internacional (RFI) que están dispuestos a adaptarse al nuevo calendario en pos del Tour.

"Que se haga el Tour es lo más beneficioso que nos puede pasar a todos", aseguró el director de la ronda española. "Tan importante para la Vuelta es la Vuelta, como para el ciclismo es el Tour".

Guillén, que pertenece a la misma empresa organizadora del Tour, propietaria también de la Vuelta, aseguró que su carrera "siempre va a estar apoyando y ayudando a la que es la carrera y el evento deportivo más importante del mundo".

En el Tour tienen la sensación de que todo el mundo del ciclismo respalda la búsqueda de una tabla de salvación, que sería importante para los organizadores, pero también para el deporte de los pedales.

Un punto de incertidumbre proviene de la preparación de los corredores, que necesitan un periodo de entrenamiento y algo de competición antes de medir sus fuerzas en la carrera más importante.

El escenario planteado por Macron podría permitir a los ciclistas empezar a entrenar a mediados de mayo y el Tour tendría libre el calendario a partir del 18 de julio. Pero sin que antes haya podido organizarse ninguna otra competición.

En la mente de los organizadores estaría situar en la segunda mitad de julio alguna carrera de una semana, como la Dauphiné, propiedad también de los dueños del Tour, para lanzar definitivamente la ronda gala en agosto, desplazar la Vuelta a septiembre y dejar libre el mes de octubre para el Giro de Italia.

Hipótesis, como todas las demás, pendiente de una situación en la que nadie se atreve a hacer proposiciones firmes.