
Otilino Tenorio: la leyenda del 'Spiderman' del gol en 20 años de su partida
El jugador ecuatoriano cumple dos décadas de fallecido. Este fue su legado
El calendario marca este miércoles 7 de mayo como un día agridulce para el balompié nacional. Se cumplen dos décadas del fallecimiento de Otilino Alberto Tenorio Bastidas, el inolvidable 'Spiderman' del gol. Pese a ello, su leyenda, tejida a base de velocidad, potencia y una peculiar celebración que lo inmortalizó, sigue resonando con fuerza.
Nacido en Guayaquil, 'Tino' irrumpió en la escena futbolística con una energía desbordante. Su olfato goleador, combinado con una agilidad sorprendente y una capacidad atlética envidiable, lo convirtieron en un delantero temido por las defensas rivales. Vistiendo las camisetas de clubes como Emelec, Barcelona SC, Deportivo Pereira (Colombia), Liga de Quito y El Nacional, Tenorio dejó una huella imborrable en cada institución.
Pero más allá de sus goles espectaculares y su incansable entrega en el campo, fue su icónica celebración la que lo catapultó al olimpo de los ídolos. Tras cada conquista, Otigol se enfundaba una máscara de Spiderman, contagiando de alegría a las gradas y ganándose el cariño de la afición, especialmente de los más pequeños. Desde entonces esta imagen, la del superhéroe arácnido celebrando con la pasión de un niño, se convirtió en sinónimo de su nombre.
Su vida deportiva

De acuerdo con los registros, empezó su carrera deportiva profesional en el Club Sport Emelec de Guayaquil, donde se destacó por sus habilidades goleadoras, no en vano con el Bombillo consiguió ser el máximo goleador de la historia de la Copa Merconorte con 11 tantos, y goleador de la Copa Merconorte 2001 con 7 anotaciones, además de haber sido subcampeón de ese torneo internacional ese año con Emelec.
Luego de varios años en el equipo eléctrico Tenorio fue transferido al fútbol extranjero, donde tuvo una corta experiencia. Su regreso al fútbol ecuatoriano se da por interés del club El Nacional, el cual lo contrató en el 2004, en donde no tuvo continuidad debido a una grave lesión. Ya en el 2005 se recuperó de su lesión y empezó a tener un gran rendimiento deportivo.
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Paradójicamente, su último gol se lo hizo al equipo de sus amores, Emelec, el 17 de abril del 2005 en el estadio Olímpico Atahualpa, durante la victoria de El Nacional por 5-2. Ese día anotó 3 goles y no los festejó con la clásica máscara, sino que con un corazón de felpa que decía: "Con Amor!!". Además, su último partido en el campeonato ecuatoriano también fue ante el Emelec, en la derrota de su equipo 0-2, el 24 de abril del mismo año en el estadio Capwell, en ese cotejo Otilino erró un penal y salió expulsado. La hinchada local, comenzó a gritar: "Otilino, Otilino", sin saber que ese grito era en realidad una despedida.
No importa cuánto tiempo pase, cada 7 de mayo duele.
— HinchaBombillo (@Hinchabombillo2) May 7, 2025
Otilino Tenorio no solo jugaba al fútbol, lo vivía con el alma.
¡Spiderman vive en cada gol que celebramos con alegría! 🕷️⚽#OtilinoTenorio #Emelec #CSEmelec #HinchaBombillo pic.twitter.com/JjwVsXPs75
Su muerte
Dos semanas después, el 7 de mayo de 2005, falleció al chocar su vehículo contra un autotanque de combustible y camión de gases en la carretera entre las localidades de Santo de los Tsáchilas y Quevedo, en el caserío Los Ángeles cerca de la parroquia Patricia Pilar en la provincia de Los Ríos.

"Hoy, más que cualquier otro día, pienso en el hombre, no en el jugador de fútbol. Pienso en la sonrisa de Otilino, en su alegría, pienso en que siempre quería estar bien con todo el grupo, alegrarlos. Pienso en el don de gente de Otilino", dijo el director técnico de la Selección Ecuatoriana de Fútbol de ese entonces, Luis Fernando Suárez, quien aseguró que Tenorio tenía "una personalidad maravillosa". "Estoy muy triste, porque perdemos a un gran hombre, valioso como ser humano". Tuvo un multitudinario entierro en el Cementerio General de Guayaquil.
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