Un viaje por la costa ecuatoriana en 1972 cambió la vida del guayaquileño Marco Eduardo Campos Rodas. Este ícono del surf empezó a practicar esta disciplina y a partir de ahí se dedicó de lleno a este deporte. No solo participó en competencias, sino que organizó la mayoría de los torneos que se efectuaron en la costa cuando esto era casi una utopía.

En su vivienda ubicada en la ciudadela Milina, del balneario de Salinas, tiene una galería de fotos en donde constan los mejores momentos que le ha tocado vivir con el deporte de sus amores. En algunas de las fotos colgadas en su pared se observa a Rodas junto a Mark Occhilupo y Richard Schmidt, que fueron campeones mundiales en esta actividad en la década de los noventa.

Surfistas ecuatorianos, como Marcos Goncalves, Jonathan ‘El Gato’ Chila, entre otros, reconocen la labor de Marco Campos, como uno de los pioneros del surf en Ecuador. “Recuerdo en mis inicios, cuando apenas tenía 16 años, él (Campos) estaba al frente de los torneos de la federación, siempre se preocupó por nosotros para que todo salga bien”, manifestó el deportista nacional, vicecampeón del Tour ALAS en dos ocasiones y múltiple campeón nacional.

Goncalves, también tuvo elogios para Campos Rodas, al que catalogó como el principal impulsor del surf en el país. “Sin duda el precursor de todo esto, un dirigente de los más grandes que ha tenido el surf ecuatoriano. Los que conocemos la historia del surf sabemos la valía de este gran hombre”, relató.

Es que mirando hacia atrás en el desarrollo del deporte de las olas en el país, Marco Campos estuvo al frente de más de 250 campeonatos entre nacionales e internacionales, además fundó la Asociación Ecuatoriana de Surf en 1992. Fue él mismo quien gestionó ante la International Surfing Association la inclusión de Ecuador a las competencias internacionales.

El 7 de enero de 1997, Campos fundó la Federación Ecuatoriana de Surf, de la que fue su primer presidente. Dos años después viajó a Estados Unidos, en donde vivió alrededor de tres años analizando la manera de seguir impulsando esta disciplina.

A su retorno al país, continuó incentivando la práctica de este deporte y la masificación que realizó dio paso a las figuras que ahora tiene el país.

El guayaquileño, en su diálogo con EXPRESO, dijo que le apasiona tanto este deporte que cada semana acudía a la Península a pasar largas horas en el mar, hasta que decidió radicarse por completo en esta jurisdicción en donde se casó y procreó dos hijos.

Campos, en su casa en Salinas en donde habita desde hace 40 años, también conserva en sus escritos las novedades y anécdotas de cada una de las competiciones que las efectuó en la Península, Esmeraldas, Guayas, Manabí y Galápagos. Recuerda que el primero de los campeonatos nacionales lo efectuó en Montañita en febrero 1986, que fue ganado por Antonio Posada.

“En noviembre de 1985 fundamos con un grupo de amigos el Club Costa, la primera institución de surf en el país, yo la dirigí y decidimos organizar el primer torneo que fue ganado por Posada”, señaló el propulsor del surf en la costa ecuatoriana.

De estas competiciones surgieron las primeras glorias del surf ecuatoriano entre estos están Andrés Fernández, Renzo Ponce, Gustavo Azúa, Antonio Posada. “Ahí ya estábamos listos para medirnos con grandes figuras del mundo”, recordó.

Entre el 1 y 2 de marzo de 1987, Campos formó parte de la organización del primer campeonato internacional de surf que se desarrolló en Montañita. Este fue el inicio de la llegada de surfistas de varias partes del mundo al país. Con una memoria envidiable recuerda que el torneo lo ganó Max de la Rosa, el número 1 de ese entonces en Perú.

A Marcos Campos, por sus enseñanzas en el surf y la creación de escuelas de formación, el Cabildo comunal de Montañita lo declaró ‘Hijo Ilustre’. Así mismo recibió reconocimientos en las islas San Cristóbal y Santa Cruz, en Galápagos por su accionar.

A pesar de sus 61 años, Campos Rodas no pierde la oportunidad de acudir en horas de la tarde al sector Punta Carnero de Salinas, allí desafía las olas en su tabla. Desde la playa es admirado por los jóvenes surfistas que aplauden las acrobacias que realiza en el mar. “La clave está en conocer la procedencia de las olas, si vienen del sur o del norte, depende de eso para trepar en la tabla”, comentó.

Campos es una enciclopedia del surf porque recuerda con lujo de detalles fechas y logros de quienes practican este deporte. “Mis amigos me dicen el museo del surf, porque me acuerdo de todo”, señaló sonriente y a su vez mira con orgullo cómo cambió la imagen que se tenía antes de los surfistas en el país.

“Sufrimos estigmatización de algunas personas que nos confundían con drogadictos y viciosos. En realidad fue duro hacer entender que se trataba de un deporte. Tiempo después la gente nos fue aceptando y ahora estamos entre los mejores deportes del país”, menciona con orgullo.

En esta ola de satisfacciones señala como uno de los momentos más emotivos el hecho de ver flamear la bandera de Ecuador en los Juegos Olímpicos de Tokio en el arranque de las pruebas de surf. “Siempre fue mi anhelo aquello. Me siento orgulloso de haber aportado en algo para que se logre concretar el sueño. Ahora debemos ir por más”, manifestó con la misma ilusión de hace 50 años que se dio cuenta de que amaba este deporte.