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Práctica. Matute, a diferencia de otros deportistas que entrenan en cuarentena, ha podido realizar trabajo de campo.Cortesía

Coronavirus: Matute, entre la fuerza y la añoranza desde Australia

El triatleta ecuatoriano permanece atrapado en Oceanía tras el cierre de fronteras y, aunque sigue entrenando, ya empieza a extrañar a los suyos

Abrazar a su madre y comer encebollado son dos de las cosas que más extraña el triatleta ecuatoriano Armando Matute, en Queensland , Australia.

El guayaquileño, de 26 años, jamás hubiera imaginado pasar más de 35 días al otro lado del mundo y casi 2 meses sin ver en persona a su familia, pero le está tocando vivirlo por la pandemia del coronavirus.

En conversación directa con EXPRESO, el triatlonista cuenta que desde el pasado 9 de marzo está “atrapado” en la ciudad australiana donde llegó para competir en la Copa del Mundo de Mooloolaba junto con su compatriota Elizabeth Bravo.

“Extraño mucho a mi madre, ver a mis hermanos, amigos y también comer, como todos los sábados mi buen plato de encebollado (risas). La verdad que son dos meses que llevo fuera de mi casa y añoro todo eso”, contó vía telefónica Matute, no sin antes precisar que no solo es el tiempo de Australia el que ha estado fuera, sino que dos semanas antes había salido para cumplir con un entrenamiento previo en Cuenca.

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Matute (i) y Elizabeth Bravo mantienen las prácticas en bicicleta, natación y atletismo en Australia. Están a la espera del nuevo programa de competencias.

Matute y Bravo, quienes permanecen junto al esposo e hijo de la segunda, comenta que luego de competir en Mooloolaba tenían previsto viajar a Nueva Zelanda para participar en la segunda válida de la Copa del Mundo, cita que se iba a realizar el 29 de marzo, pero fue suspendida.

“Inicialmente tenía previsto estar acá en Australia hasta el 19 del mes pasado, pero como se suspendió todo a nivel deportivo no pudimos ir a Nueva Zelanda y tampoco se pudo retornar al país, por el tema de las restricciones que hay para volver. Afortunadamente, la Secretaría del Deporte se comunicó con nosotros y nos ha dado una mano”, dijo.

En el lugar donde se encuentran tanto Matute como Bravo, en Queensland, no se han reportado muchos casos de coronavirus, por lo que ambos han podido mantener sus rutinas normales de entrenamiento.

“Acá no hay muchas restricciones hasta ahora. Eso ha permitido entrenar diariamente y mantener el ritmo normal. Obviamente tomo mis precauciones cuando salgo, llevo mi alcohol, mascarilla, entre otras cosas”.

Sobre sus posibilidades de clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio del próximo año, el triatleta reconoció que con la postergación del torneo se refuerzan sus esperanzas, aunque es consciente de que será complicado. “Si no se hubieran postergado los Juegos no habría clasificado; sin embargo con la nueva fecha (del 23 de julio al 8 de agosto de 2021) tengo esperanza. Todo dependerá de qué disponga la Unión Internacional de Triatlón para conocer disposiciones sobre la clasificación”.

Pese a las 15 horas de diferencia que existen entre Australia y Ecuador, Matute trata de hablar todos los días con su madre. El aspecto sicológico es importante. “Hablo todos los días con ella. A eso de las 10:00 de acá le escribo para saber cómo están por allá. Acá los noticieros han pasado escenas de lo que está sucediendo en el país y es preocupante, pero afortunadamente en mi casa todos están bien”.

Jocosamente, sin que eso le permita ocultar la nostalgia, Armando aseguró que cuando regrese a Ecuador tratará de llevarse a su madre a alguna otra competencia que tenga, pues “uno nunca sabe cuándo se vuelva a dar otra emergencia como esta”.

37 días

es el tiempo exacto que Armando Matute y Elizabeth Bravo han permanecido, al día de hoy, en Queensland, Australia.