
CEAR Macas: El sueño del deporte amazónico que nunca se cumplió
Los centros de entrenamiento en el Oriente apenas se sostienen y dependen del Municipio de Macas. Reina el desuso y abandono.
Actualmente, la mayor obra de infraestructura deportiva en la Amazonía ecuatoriana, apenas sobrevive. Macas, la ciudad escogida en el oriente por el Gobierno del expresidente Rafael Correa para la inversión de $ 14,5 millones en dos Centros de Entrenamiento para el Alto Rendimiento (CEAR), nunca terminó de cristalizar un proyecto que hoy, tras once años, no es del todo funcional, luce viejo, y necesita del Municipio para mantenerse en pie.
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Las promesas fueron muchas: que Macas sería la capital del deporte en esta región del país, que allí se formarían generaciones de deportistas de elite o que de ahí saldría el próximo Antonio Valencia. Nada de eso pasó. La realidad es otra, y el presente es aún más desesperanzador en estos CEAR.
De los dos centros, el más activo es el Tito Navarrete, donde se encuentra el estadio de fútbol, el gimnasio de pesas y la piscina olímpica. Además ahí funcionan las áreas administrativas de la Federación Deportiva de Morona Santiago (FDMS), dueña del predio. Si bien los espacios deportivos se mantienen en uso, no todas las áreas de este CEAR están habilitadas, ya que no se han corregido las fallas que con el paso de los años se van agudizando.

En el estadio, por ejemplo, un fuerte viento se llevó hace casi tres años la cubierta de uno de los graderíos y nunca más se la repuso. Hoy la humedad es uno de los grandes enemigos de estas instalaciones, algo que se veía venir desde su construcción, según relata a EXPRESO Pablo Ayala, entrenador de pesas.
Él mismo mostró en un recorrido a este medio cómo las paredes se han ido cuarteando, debido a las constantes filtraciones de agua que nunca se atendieron.
En áreas como el camerino y baños, la humedad ha llegado a provocar que las piezas de cielo raso empiecen a desprenderse, dejando a la vista las tuberías. Es esa una de las razones por las que esa zona se encuentra inutilizada. Solo un pequeño espacio adjunto es aprovechado como bodega de implementos.
En el gimnasio de pesas, los esfuerzos de Ayala disimulan las necesidades cuando llegan sus deportistas, ya que es ahí donde realizan sus entrenamientos. El formador cuenta que él mismo ha ido reusando materiales de otras disciplinas, o coordinando alguna donación o gestionado recursos ante la Federación para compras menores.

Pese al esfuerzo, los juegos de pesas, que son lo más importante, son los mismos desde hace una década y ya necesitan renovación. Es fácil notar que los discos y plataformas han cumplido su tiempo útil. Sin embargo Ayala los sigue cuidando como tesoros, pues no ve señales de que sean renovados, ya que los recursos alcanzan “con las justas” para intentar mantener limpio todo el complejo.
La situación de la piscina es algo distinta. Aunque también luce desaprovechada, considerando que es olímpica, el agua se mantiene en buenas condiciones con una inversión de aproximadamente 3.000 dólares mensuales. Además, hace menos de dos años se renovaron los calderos para mantener la temperatura adecuada.
A decir de Ayala, las familias de los deportistas han sido clave para generar recursos en favor del mantenimiento de la pileta, ya que cuentan con influencias que han permitido la atención tanto pública como privada.
Lo realmente anecdótico es que pese a contar con las medidas olímpicas, la piscina nunca fue habilitada para competencias internacionales, ya que -según explica el entrenador-, la instalación que incluso tiene un amplio graderío para público y cabinas de prensa, no cumple el requisito fundamental de tener una piscina de calentamiento.
El centro de entrenamiento Leónidas Proaño no da más
En el otro Centro de Alto Rendimiento de Macas, el Leonidas Proaño, ubicado a las afueras de la ciudad, la situación es peor, pues apenas se registra actividad deportiva.
El boxeo es una de las disciplinas que ahí se practica con el entrenador Silvio Auyuy, expúgil. Dice que en el gimnasio él mismo tuvo que ponerse ‘manos a la obra’ para solucionar las filtraciones de agua. “Aquí se nos hacía una piscina; no se podía ni entrar”, recordó.

Recalca que con recursos propios construyó unas canaletas para no acabar “inundado” cada vez que llovía, ya que el diseño con el que fue construido este CEAR no consideró las características de la lluvia en la Amazonía, sino que se replicó el modelo de los centros de la Costa ecuatoriana. “Aquí los techos tienen más exceso en el cruce porque la lluvia es muy fuerte y se filtra”, detalló.
Lo más decepcionante para él es que en su gimnasio existe espacio que se encuentra desperdiciado con unos cuartos que estaban destinados para oficinas y camerinos. “Hoy no hay nadie ahí y en su lugar se guardan toda clase de materiales que ya no se usan”, denunció.
El coliseo de gimnasia no tiene fosa para saltos
Justo detrás del área de boxeo se encuentra un coliseo de gimnasia. El lugar es limitado para esa práctica porque son visibles colchonetas deshaciéndose y el parqué con huecos. Para colmo, el espacio tiene un error en la construcción al no contar con una fosa para el aterrizaje de los saltos. Sin ella, hay movimientos que resultan peligrosos de practicar.
Donde también hay riesgo de lesiones es en la pista atlética que tiene marcados desniveles en todo su anillo a causa de la humedad. A diferencia de otros lugares, el ese espacio se organizan varios eventos, pero no deportivos. En las fiestas de Macas los habitantes disfrutan allí de bailes y conciertos.

Levantar inventarios es imposible y el proceso de liquidación quedó trabado
Según se pudo conocer, la mayor parte de recursos que hoy reciben los dos centros provienen del Municipio de Macas, que es el que administra ambos espacios a través de figuras de encargo, en medio de un proceso de liquidación de los CEAR que no se ha concretado aún.
De acuerdo con información estatal, el 19 de mayo de 2020, en plena pandemia por el COVID, durante el Gobierno de Lenín Moreno, vía decreto, se ordenó la liquidación de la Empresa Pública Centros de Entrenamiento para el Alto Rendimiento, que había sido creada en septiembre de 2014 para aglutinar el manejo de los CEAR.
Aunque la liquidación sigue en proceso, ha encontrado en los documentos de los predios e inventarios su principal inconveniente para continuar. Hay muchos implementos que se han dañado y no existen informes al respecto o, en otros CEAR, incluso desaparecieron costosos materiales.
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