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Así lucen la mayoría de puertas de vidrio del centro, con moho y pedazos de madera atravesados.Claudia Pazán

CEAR Cuenca, un elefante blanco que vive en el abandono y olvido

Inaugurado en septiembre de 2012, en la pandemia, pacientes se alojaron ahí; hoy no se ocupa ni el 30%

Paredes despintadas, puertas sujetadas con tablas para evitar que se abran, una piscina sin agua y con sus carrileras destruidas, junto a un cuarto de máquinas lleno de óxido, son solo algunas de las partes visibles de cómo luce hoy el Centro de Alto Rendimiento (CEAR) de Cuenca, ubicado dentro del Complejo Deportivo Daniel Pintado, en Totoracocha. 

En un recorrido realizado por Diario EXPRESO, desde los exteriores se pudo apreciar el completo abandono en el que se encuentra actualmente la infraestructura que fue inaugurada en septiembre de 2012 y construida con una inversión de $11’447.500,99.

La idea de abrir un lugar especializado para tratar y formar a deportistas en el más alto nivel se dio a raíz de los resultados olímpicos que obtuvo Ecuador a través de Jefferson Pérez. Así lo recuerda el médico deportólogo Marco Chango, quien llegó a ser en su momento el director de los cinco CEAR (Cuenca, Carpuela, Río Verde, Macas y Durán) durante cuatro años; hasta 2020, cuando a través del Decreto Ejecutivo 1123 -firmado por el expresidente Lenín Moreno- se liquidó a la Empresa Pública de Centros de Entrenamiento para el Alto Rendimiento y pasaron al control directo del Ministerio del Deporte, hoy bajo la figura de Viceministerio.

Chango recuerda que este proyecto pretendía contar con un lugar especializado en los deportes fuertes de cada zona, así pues, “Río Verde estaba enfocado en los boxeadores; Carpuela, en pesas y deportes de combate; Cuenca en todo lo concerniente a fondo de atletismo, natación y triatlón; mientras que el de Durán servía para hacer análisis también de los diferentes deportes”, explica.

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Mantenimiento. La misma fachada del lugar luce descuidada y cuarteada, con pedazos que se han desprendidoClaudia Pazán

De todo, menos deportivo

El proyecto, cuyos primeros resultados se vieron en los atletas ecuatorianos que acudieron a los Juegos Olímpicos de Tokio (2020) y París (2024), está a punto de perderse ante la mirada pasiva de las autoridades estatales. En Cuenca, por ejemplo, solo unas pocas oficinas del CEAR están utilizadas por funcionarios de la Coordinación Zonal de Deporte; el resto de la infraestructura permanece cerrada.

En los últimos años, otro uso que se le dio fue el de centro de acogida para pacientes contagiados con Covid-19 cuando la pandemia azotó al país en 2020. Chango recuerda que cuando eso pasó, los atletas que permanecían en el lugar, cumpliendo con su preparación física, tuvieron que ser desalojados. Reportes periodísticos de la época publicaron que Óscar Patín y Glenda Morejón de marcha, y Darwin Castro, atleta paralímpico, tuvieron que abandonar el lugar.  

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Deshuso. De la recordada piscina semiolímpica climatizada solo quedan las 7 carrileras y un montón de plásticos.Claudia Pazán

Desaparición millonaria

Chango da fe de que al término de su gestión en 2020, la infraestructura de la provincia del Azuay estaba dotada de laboratorios de biomecánica, bioquímica y fisiología, por los cuales Ecuador era reconocido incluso a nivel mundial, ya que deportistas del extranjero pugnaban por venir a prepararse para sus especialidades, pero hoy, de eso, nada.

El exdirector recalca que el lugar tenía servicio de hospedaje con 258 habitaciones equipadas, lavandería, nutricionistas, un restaurante, piscina semiolímpica, auditorio, sauna, turco, gimnasio y otras áreas totalmente funcionales.

"El nivel de equipamiento con el contaba el CEAR Cuenca permitió que la ciudad se convierta en sede de los XII Juegos Nacionales de Menores y que reciba a delegaciones deportivas de países como España, Cuba y otros para cubrir su preparación física”, dice con tristeza Chango.

Empantanado y En el limbo

Tras la pandemia, según los registros, se hicieron varios intentos para reactivar los centros del país. Incluso para el de Cuenca, el 1 de noviembre de 2023, el Ministerio del Deporte emitió la resolución 72, a través de la cual se pretendía entregar bajo la figura de “transferencia de recursos públicos” las instalaciones a la Federación Deportiva del Azuay. Sin embargo, nunca se hizo efectiva dicha resolución. 

Edwin Loyola, presidente de la Federación Deportiva del Azuay de esa época, explicó a este Diario que se opusieron, debido al mal estado en el que se encontraban las instalaciones y las deudas elevadas por servicios básicos que mantenía el lugar. Dicha determinación consta hasta el día de hoy en el acta de una Asamblea General de la FDA, de agosto de 2024.

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El edificio es utilizado menos del 30% con unas pocas oficinas de l Coordinación de Deporte.Claudia Pazán

Entre deudas y varios litigios

Según reposa en una publicación del Ministerio de Deporte de esa fecha, la construcción del CEAR de Cuenca se inició en 2002 por iniciativa de la Federación Deportiva del Azuay (FDA) y no fue sino hasta 2008 que la institución asumió la obra con una inversión que supera los $11 millones. Al final, la obra fue entregada en septiembre de 2012.

Toda esta figura cambió el 29 de julio de 2016 cuando se legalizó el traspaso del terreno, que es de propiedad de la FDA, a la Empresa Pública Centros de Entrenamiento para el Alto Rendimiento (CEAR EP) y al Ministerio del Deporte, bajo la figura de comodato por un plazo de 50 años; esto luego de que se firmara un convenio de cooperación interinstitucional el 27 de octubre de 2015, suscrito también por las tres instituciones.

En el contrato se estipula: “La CEAR EP está obligada al pago de todos los gastos de mantenimiento, limpieza, reparaciones y adecuaciones de los bienes” que “serán asumidos por la comodataria, entre eso los pagos por concepto de servicios básicos tales como: energía eléctrica, agua potable, impuestos, tasas y contribuciones municipales; contribuciones especiales de mejoras, los gastos por mantenimiento de los inmuebles; así como, el costo de la prima de la póliza de seguro contra incendio y todo riesgo que deberá contratar anualmente durante la vigencia del contrato de comodato”.

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Lamento dirigencial y deportivo

Preguntado al día de hoy, el expresidente de la FDA, Edwin Loyola, considera que mantener cerrados los centros de alto rendimiento son una “gran pérdida económica”. “En Cuenca, por ejemplo, la federación deja de recibir unos $ 700.000 al no poder ser considerada como sede de Juegos Nacionales”.

Para Daniel Pintado, marchista cuencano, doble medallista olímpico en París 2024 y cuyo nombre incluso se le puso a Totoracocha tras su éxito, el tema del CEAR azuayo es muy penoso. “El Centro en Cuenca estaba bien, funcionó bien en su momento, sería muy bonito que se vuelva a retomar, sobre todo para que los jóvenes puedan contar con un servicio de buena calidad con equipo muy bueno, como tenía en su tiempo”, dijo a EXPRESO.

Pintado fue claro en enfatizar que retomar el proyecto de centros de alto rendimiento “debería ser una prioridad para las autoridades del deporte”, ya que su ejecución sería un “incentivo” para la formación de nuevos y mejores deportistas.

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