Kobe-Bryant-NBA
El mundo del deporte extraña a Kobe Bryant, figura de la NBA.Archivo

Un año sin Kobe Bryant

Las causas del accidente aéreo que acabó con la vida de Bryant han sido motivo de discusión sin que por ahora se tenga una conclusión definitiva.

Ha pasado ya un año, pero ni la NBA ni el mundo del deporte en general se han recuperado totalmente del vacío que dejó la muerte de Kobe Bryant, leyenda absoluta del baloncesto y también una figura cuyo carisma se extendió mucho más allá de la cancha.

Luis Amarilla tiene 9 goles firmados en esta temporada como futbolista de Universidad Católica.

Luis Amarilla se sumó a la pretemporada de Liga de Quito

Leer más

Bryant, que falleció el 26 de enero de 2020 a los 41 años en Calabasas (EE.UU.) en un accidente de helicóptero en el que murieron otras ocho personas (incluida su hija Gianna), es el cuarto máximo anotador histórico de la NBA (33.643 puntos) y un mito eterno de Los Ángeles Lakers, con quienes ganó cinco anillos.

Pero al margen de las estadísticas fue un feroz competidor, un ejemplo casi extenuante de esfuerzo, un emblema para Los Ángeles (con una conexión muy especial con su comunidad latina) y una persona tan ambiciosa que se convirtió en el primer exdeportista profesional en ganar un Óscar (por el corto de animación "Dear Basketball", 2017).

Después de tantos meses de pandemia y de sufrimiento en todo el planeta, cuesta recordar y calibrar la enorme conmoción que causó la noticia de la muerte de Bryant.

Sin embargo, no es descabellado asegurar que EE.UU. (y gran parte del mundo) se paralizó por un instante en la mañana de aquel 26 de enero.

Poco antes del mediodía, el medio especializado en noticias de famosos TMZ lanzó una alerta asegurando que el jugador había fallecido, una noticia que, tras unos minutos de desconcierto y pasmo entre el resto de medios y las autoridades, acabó confirmándose.

Muy poco después, los alrededores del Staples Center, el estadio en el que Bryant vivió noches de gloria con los Lakers, se convirtieron en el centro de un homenaje improvisado por unos fans que todavía no acababan de creerse lo sucedido.