Ahí tiene los micrófonos del mundo en su cara. Se trata de Ángelo Preciado, el chico que nació en Shushufindi, provincia de Sucumbíos; ese que tiene su historia de vida sacada del libro de la magia que hace el fútbol. Procura ser lo más preciso posible con los medios de prensa que le hacen consultas en inglés. Sin embargo, al final de la zona mixta, escucha la frase “Shushufindi para el mundo” y se detiene. Su sonrisa lo dice todo, está feliz, le ha pegado un baile en pleno Mundial al neerlandés Daley Blind, que se hizo viral.

Pone las manos en la cintura y sonríe. Todavía tiene la camiseta azul con la que jugó el partido. No sabe que su baile está en los teléfonos del mundo. Se entera y pregunta entre risas: “¿De verdad, mi bro?”.

Prefiere ser cauto, sabe que lo que pueda decir del baile podría ser tomado de varias formas.

Al consultarle sobre su ‘pasito’, trata de esquivar la respuesta y elige también hacer un ‘baile’ al responder. “El punto es bueno, estamos orgullos de lo que somos”.

El ritmo le viene de su familia, que reside en Esmeraldas. Bailó en homenaje a su abuela. Y es que su madre, Kathy Quiñónez, le dice que desde que se peina estilo afro, es como si viera a su abuelita, doña Marlene, a quien por cierto el jugador no conoció.

Ángelo para darle gusto a su madre lo hizo así, y se quedó de largo. Claro que en el 2016, cuando debutó en Independiente del Valle, le cortaron el pelo a ras. Como anécdota, el peinado causó problemas en casa, a su padre no le gustaba.

Preciado comenta lo emocionado que está por lo que le pasa a su amigo Enner Valencia. “Estoy feliz por lo que le pasa, es nuestro goleador y capitán, es una excelente persona y se merece todo lo bueno”.

Segundos antes habían pasado por la zona mixta los jugadores de Países Bajos y decían que a ellos no les sorprendía lo que habían visto de Ecuador. Ante ello, el marcapunta nacional comentó: “Yo te puedo decir que es un halago. El entrenador de ellos lo había dicho antes, Ecuador es una selección digna de respeto por lo que está haciendo”.

Sobre lo que se viene este martes 29 de noviembre ante Senegal, cree que es un partido al todo o nada, en el que Ecuador tendrá que ir a buscar la clasificación. “Creo que es un encuentro duro, tenemos un buen plantel para poder hacer realidad el sueño de poder llegar a segunda fase. Pero hay que esperar, estamos enfocados”, expresó Ángelo, que dice que hay que quedarse hasta diciembre en Qatar.

¿Quién es Ángelo Preciado?

Nace en Shushufindi, en el Oriente, y a los tres años se va con su papá a Esmeraldas, donde llega a la escuela de fútbol Tocua. El entrenador Wilder Chávez se da cuenta de su potencial, aunque la idea del carrilero ecuatoriano no era ser profesional.

A los 11 años llegó a Delfín, pero extrañaba tanto a Ángel, su padre, que dejó eso a un lado. En ese tiempo sus amigos le recriminaban el dejar pasar la oportunidad de jugar.

Cuando Angelo tenía 16 años su padre cayó preso y todo cambió. Se dio cuenta de que tenía aptitudes para el fútbol y lo tomó en serio.

Fue en un partido ante Independiente del Valle que su vida dio un giro. Juan Carlos León, actual DT de Orense, vio sus condiciones y pensó: “Aquí hay futuro, este será de los buenos, va a ir a la selección si hace las cosas bien”. Desde ese día han pasado seis años y Ángelo ya se pegó un baile ‘Mundial’ de mayores. Ahora espera dar otro, para festejar el pase a la siguiente fase de Qatar 2022.