La ciencia nos sorprende a cada instante... Ya nos parecía descabellado tener robots como parejas sexuales y ahora un equipo de científicos de la Universidad Rice, en Estados Unidos, ha convertido arañas muertas en robots.

Resulta que las características fisiológicas de las arañas han abierto la puerta hacia el desarrollo de una nueva área de investigación denominada "necrobótica". ¿Por qué? 

La arañas no poseen músculos como los bíceps o los tríceps de los humanos, sino únicamente músculos flexores. Así, los investigadores de Rice, descubrieron que se mueven con presión hidráulica, y cuando mueren pierden la capacidad de presurizar su cuerpo.

Entonces...

¿Por qué no controlar las patas de las arañas para agarrar objetos con firmeza, pero sin estropearlos por exceso de fuerza? Es lo que ha decidido responder la Ciencia.

"El mecanismo único para caminar de las arañas, que depende de la presión hidráulica en lugar de los pares de músculos antagónicos para extender sus patas, dio como resultado una pinza necrobótica que reside naturalmente en su estado cerrado y se puede abrir aplicando presión", explican en Advanced Science, "como resultado la pinza necrobótica fue capaz de agarrar objetos con geometrías irregulares y hasta el 130 % de su propia masa. Además, la pinza sirvió como un dispositivo de mano que se camufla de forma natural en entornos al aire libre".

Así, el equipo utilizó arañas lobo y las pruebas mostraron que eran capaces de levantar más del 100 % de su propio peso corporal. Hicieron que las pinzas manipularan una placa de circuito, movieran objetos e incluso levantaran otra araña. También encontraron que el necrobot podría soportar cerca de 1.000 ciclos de apertura-cierre, antes de comenzar a mostrar signos de desgaste.

¿Y ahora qué viene?

La necrobótica, según Advanced Science, se puede ampliar aún más para incorporar materiales bióticos derivados de otras criaturas con mecanismos hidráulicos similares a los de las arañas para la locomoción y la articulación. La pinza puede servir también para capturar insectos más pequeños en la naturaleza, ya que estaría inherentemente camuflada.

Los diseños perfeccionados a través de la evolución han dado forma a robots bioinspirados parecidos a animales que imitan la locomoción de los guepardos y la sumisión de las medusas. Los robots biohíbridos van un paso más allá al incorporar materiales vivos directamente en sistemas de ingeniería. La bioinspiración y la biohibridación han dado lugar a nuevas y emocionantes investigaciones, pero esta es la primera vez que los humanos confían en materiales bióticos (materiales no vivos derivados de organismos vivos) desde que sus primeros antepasados usaban pieles de animales como ropa y huesos como herramientas.

Según Rice, ahora se enfocarán en descubrir cómo pueden hacer para controlar las patas de la araña individualmente.