Parler
Se trata de la red social que quiere competir con Twitter y Facebook prometiendo olvidarse de la censura.Expreso

Parler, la red social que abandera la libertad de expresión

“Prohibido en Twitter” es uno de los eslóganes que más repiten los usuarios en sus perfiles de esta nueva plataforma

A sus 25 años, John Matze, puso en marcha en 2018 lo que todo el mundo pide, pero nadie se molesta en hacer: montar su propia red social libre de injerencias.

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Se hace llamar la red social “de la libertad de expresión” y promete no censurar y respetar la privacidad. Parler se ha alzado como el ojito derecho de los conservadores en Estados Unidos, que ven en ella la alternativa que tanto desean a las “sesgadas” Twitter y Facebook.

Ya desde el momento mismo de darse de alta, el internauta puede entrever qué tipo de contenidos encontrará: las cuentas promocionadas para seguir pertenecen a políticos conservadores como Ted Cruz y Devin Nunes o a personalidades de Fox News como Sean Hannity y Tucker Carlson.

There is NO WAY President Trump lost this election!

-- Team Trump TeamTrump Wednesday, December 9, 2020

Ellos mismos llevan meses animando a sus seguidores a abandonar Twitter y Facebook y sumarse a Parler. “Me enorgullece sumarme a Parler, una plataforma que entiende lo que es la libertad de expresión (...) Hablemos libremente y terminemos con la censura de Silicon Valley”, escribió en Twitter el senador Cruz, una de las figuras destacadas en Parler.

La empresa fue creada en Henderson (Nevada), lejos del área de la bahía de San Francisco, donde se encuentra la mayoría de sus competidoras, y aunque había venido experimentando un crecimiento sostenido desde entonces, el verdadero “boom” se ha producido desde las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

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Desde esa fecha sus responsables aseguran que la cifra de internautas en la plataforma se ha duplicado y supera los 10 millones, aunque sigue siendo una cifra minúscula si se compara con los 340 millones de Twitter o los 2.740 millones de Facebook.

A nivel de interfaz y de funcionamiento, Parler es muy parecida a Twitter: los tuits pasan a llamarse “parleys”; los retuits son bautizados como “echoes”; se puede comentar en ellos y crear hilos de conversación y la página principal muestra una sección de tendencias y un apartado de cuentas sugeridas a las que seguir.

Las diferencias se centran en cuestiones como el límite de caracteres por mensaje (en Parler es de 1.000 en lugar de los 280 de Twitter) y, sobre todo, la promesa de que no se eliminarán contenidos o sancionarán cuentas salvo que se esté cometiendo un crimen o se esté enviando spam.

Estos son los únicos dos principios recogidos por la “guía comunitaria” de Parler, mucho más limitados que los existentes tanto en Twitter como en Facebook que, entre otras cosas, prohíben los discursos del odio o las incitaciones a la violencia, y cuya controvertida aplicación ha desatado la ira de los conservadores.

Así, en Parler resulta habitual encontrar insultos, imaginario nazi, amenazas, racismo, sexismo y teorías conspirativas de todo tipo (QAnon es uno de los motivos de conversación más recurrentes), algo que en el resto de plataformas se persigue activamente y puede llegar a costar la expulsión de los internautas.

LIBERTAD CON MODERADOR

Parler prohíbe “palabras belicosas” o incitaciones a la violencia. La interpretación de qué es “belicoso” y qué no está recayendo desde hace unos meses en 200 moderadores (que Parler no quería tener, ya que parte de su estrategia publicitaria fue insistir en que no prohibirían) y que, según acusaciones de parleros de izquierdas, están borrando cuentas de gente de una única cuerda ideológica, acusaciones que no han podido ser confirmadas porque la compañía no quiere hacer declaraciones con el tema.