
NASA planea ataque nuclear al asteroide que podría chocar con la Luna
NASA busca destruir el asteroide 2024 YR4, de 60 metros, con una misión nuclear no tripulada. Conoce los detalles en la nota
Científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) han propuesto el lanzamiento de una misión de disrupción robusta nuclear para neutralizar el asteroide 2024 YR4, un cuerpo celeste de proporciones alarmantes apodado el 'Asesino de Ciudades'.
El asteroide ha reorientado su trayectoria hacia la órbita de la Luna, poniendo en riesgo futuras exploraciones humanas. La estrategia, detallada en una reciente investigación, sugiere la detonación de dispositivos nucleares de 100 kilotones en un plazo de cuatro años para prevenir una colisión que afectaría las misiones de retorno lunar.
La amenaza que representa el asteroide 2024 YR4 ha escalado rápidamente. Inicialmente, este cuerpo capturó la atención de los sistemas de defensa planetaria a principios de año debido a la posibilidad de que impactara la Tierra en diciembre de 2032. Sin embargo, la preocupación actual se centra en su magnitud y su cambio de rumbo.
El asteroide que valdría 500 Hiroshimas
Las primeras estimaciones sobre el tamaño de la roca lo situaban en 40 metros. No obstante, observaciones más precisas, en parte gracias al telescopio James Webb, revelaron que el asteroide supera los 60 metros de diámetro, lo que es equivalente al tamaño de un edificio de 15 pisos.
Su apodo, 'Asesino de Ciudades', no es exagerado. Los expertos han calculado que si una roca de este tamaño impactara la Tierra, desataría una explosión 500 veces más poderosa que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima. Aunque no provocaría la extinción, sí sería capaz de borrar del mapa cualquier metrópoli y causar una devastación regional masiva.

El protocolo nuclear: destrucción por disrupción cinética
Ante la confirmación por parte del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de que la trayectoria del 2024 YR4 apunta a la órbita lunar, los científicos de la NASA han propuesto una medida drástica. El plan, formalizado en una investigación de la Universidad de Cornell, es una misión de disrupción cinética que se asemeja a la trama de la película Armageddon.
Esta misión sería completamente no tripulada, utilizando pilotos automáticos para guiar los dispositivos. El núcleo del plan es el uso de dispositivos nucleares de 100 kilotones, una fuerza considerable que es ocho veces más potente que la detonación de las bombas atómicas utilizadas en la Segunda Guerra Mundial. La estrategia es impactar y fragmentar el asteroide antes de que cruce la órbita lunar, garantizando así que no cause daños a las futuras bases o misiones. La cuenta regresiva es ajustada: el plan debe ser ejecutado en un lapso de cuatro años para ser efectivo.
Las fuentes clave de esta información son la investigación científica compartida en la plataforma arXiv de la Universidad de Cornell, donde el equipo de la NASA detalla la necesidad y viabilidad de la misión de disrupción nuclear. A esto se suman los datos verificados de trayectoria y dimensiones del asteroide proporcionados por el Jet Propulsion Laboratory (JPL), el cual confirmó el cambio de rumbo del cuerpo celeste hacia la Luna. La convergencia de estos datos subraya la seriedad de la amenaza.
La verdadera urgencia detrás de esta costosa misión se centra en la exploración espacial humana. La posibilidad de que el asteroide impacte o perturbe la órbita lunar pone en riesgo directo misiones fundamentales como el programa Artemisa 3, cuyo objetivo es llevar de vuelta a astronautas a la Luna en 2027, un hito esperado desde 1972. La ejecución exitosa de este plan de defensa planetaria se convierte, por tanto, en un prerrequisito para asegurar el futuro inmediato de la presencia humana en el espacio.
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