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El troll es una persona con identidad desconocida que publica mensajes provocadores en redes.Shutterstock / Expreso

El monstruo 2.0 que despertó el paro

Las redes sociales están llenas de personajes que riegan tanta información real como falsa. ¡Ojo con los trolls!

Al utilizar en Twitter las etiquetas más populares del momento: #ParoNacionalEc, #Medidaseconómicas y cualquier otra de las relacionadas con las manifestaciones en el país, puede recibir la respuesta inmediata de dos y hasta 10 cuentas. ¿Por qué? Existe un ejército activado de trolls tratando de confundir y posicionar un mensaje a través de noticias falsas y opiniones fuera de contexto.

¡No caiga en el juego! Lo primero que debe saber es que un troll es una persona con identidad desconocida que publica mensajes provocadores en redes (ver perfil de un troll) y se rige a una agenda. Lo segundo es su fin: descalificar y perseguir a las voces que no sean de su agrado. Por lo general lo maneja una persona de forma independiente, aunque en ocasiones operan también en granjas.

Este personaje no es una novedad, pero aprovecha épocas de campaña electoral o de convulsión política y social, como la actual, para salir nuevamente a la luz y saciar sus intereses.

Muchos provienen incluso de los espacios políticos, ya lo ha denunciado Twitter en varias ocasiones. La última vez, en septiembre de este año, bloqueó a 1.019 cuentas relacionadas con un partido político y que se dedicaban a difundir mentiras.

Pero los trolls no son los únicos de los que hay que cuidarse. En el escenario digital también debe identificar a otros dos personajes: el bot y el fake.

El primero (versión corta de robot) se crea y administra en masa. No tiene una identidad definida y se usa ante todo para difundir mensajes o hashtags repetidos en miles de cuentas similares, en busca de instalar temas en la lista de ‘trending topics’. El segundo (falso) es un usuario que se hace pasar por un personaje real (como periodista o político) o inventado. Suele publicar comentarios propios y de otros con la misma sintonía ideológica.

Lo importante, además de identificar esos usuarios que no debería seguir o considerar una fuente confiable, es ser consciente de que en las redes sociales circulan tantas noticias verdaderas como falsas, y que usted es responsable de filtrarlas.

Lo más prudente es conectarse a los medios de comunicación como EXPRESO, que pueden liberarlo de una ‘infoxicación’.

“¡Ojo! Las redes sociales también se usan para confundir”

Juan Pablo Meneses Gómez (@MenesesJuan), social media manager

El panorama en redes sociales en estos días de crisis e inestabilidad social y política en Ecuador es muy claro para quienes hemos manejado campañas digitales en el ámbito político y a la vez muy confuso y tóxico para el usuario promedio.

Quienes venimos de la generación llamada “baby boomer” (nacidos entre 1946 y 1965) crecimos informándonos a través de los medios tradicionales, como TV, radio, prensa y revista... Estos medios no son precisamente inmediatos (a excepción de la TV) pero transmitían las noticias o acontecimientos y, los receptores de la misma los dábamos como reales y veraces, ya que al venir de un medio de comunicación y ser la única vía de información, no había margen de error comprensible.

Hoy la cosa es muy distinta. Los medios digitales son inmediatos y están al alcance de todos, de quienes buscan informar e informarse y también de quienes quieren generar desinformación para complementar estrategias, agendas de confusión y paranoia general.

Es por este motivo que quienes elaboran este tipo de estrategias de desinformación apuntan a este mercado de usuarios digitales que, muchas veces sin mala intención, reenvían, republican o postean en sus redes noticias sin confirmar o falsas que tienen como objetivo confundir o posicionar un tema de conversación que los favorezca. Recomiendo, hoy más que nunca, acudir a fuentes confiables.