
La vista en riesgo: salud visual y diabetes, una alerta silenciosa
En Ecuador, la retinopatía diabética y otras enfermedades visuales amenazan la calidad de vida de adultos mayores
En mayo se conmemora el Día Mundial de la Salud Visual, una fecha que pone en la mira una problemática tan silenciosa como devastadora: las enfermedades oculares no diagnosticadas. En Ecuador, este desafío cobra especial relevancia en dos grupos vulnerables: personas con diabetes y adultos mayores, quienes enfrentan una mayor prevalencia de afecciones como la retinopatía diabética (RD), el edema macular diabético (EMD) o la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Estas patologías, aunque prevenibles en muchos casos, siguen avanzando sin ser detectadas a tiempo, comprometiendo la autonomía y el bienestar de miles.
Estadísticas mundiales muestran el deterioro de la vista
“El 38,3% de los pacientes con diabetes ya presenta algún grado de retinopatía diabética, y más de la mitad desconoce que la tiene”, revela un estudio de la Fundación DONUM en Cuenca. A esto se suma una estadística global del Vision Atlas, que indica que más de 103 millones de personas en el mundo padecen RD. En el caso del EMD, esta enfermedad afecta directamente la parte central de la retina y es responsable de pérdida visual severa en adultos de entre 40 y 65 años. “Cuando la mácula se llena de líquido, se pierde la visión detallada, y si no se trata, puede llevar a la ceguera total”, advierte el doctor Mariano Irós, presidente de la Sociedad Argentina de Retina y Vítreo.
En adultos mayores, el panorama no es más alentador. Según la Revista Panamericana de Salud Pública, las cataratas, la DMAE y la retinopatía diabética son las principales causas de pérdida visual en América Latina.
La importancia del tratamiento y las campañas de concienciación
El cirujano especialista Ramiro Almeida lo resume con contundencia.“La DMAE representa una de las principales amenazas a la autonomía visual de los adultos mayores”. Frente a esta realidad, profesionales y organizaciones insisten en la necesidad de fortalecer los programas de diagnóstico temprano, formación de personal especializado y campañas de concienciación. “Visibilizar enfermedades oculares como el EMD y la DMAE no es solo una tarea del sector salud, sino una responsabilidad de todos”, señala Oana Matei, vocera de una multinacional de salud. La visión no es solo un sentido: es un vínculo con la independencia, la dignidad y la vida cotidiana de quienes la están perdiendo sin saberlo.
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