Volar con niños puede ser una experiencia emocionante y gratificante, pero también puede presentar sus desafíos únicos. Desde mantener a los pequeños entretenidos durante el vuelo hasta lidiar con posibles cambios de humor y necesidades especiales, los padres enfrentan una serie de consideraciones al planificar un viaje aéreo en familia.

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Existe un gran número de estrategias prácticas y consejos útiles para hacer que el viaje en avión con niños sea lo más placentero posible, garantizando así una experiencia memorable para toda la familia. Antes de llegar al aeropuerto es crucial prepararse adecuadamente para el viaje.

Desde la selección de los asientos más apropiados hasta el embalaje de elementos esenciales como alimentos, juguetes y medicamentos, la planificación anticipada puede marcar una gran diferencia.

María José Abad, psicóloga infanto-juvenil de la Universidad Espíritu Santo, explica que los juguetes que lleve deben de ser adecuados para la edad del niño de lo contrario, perderá la atención con él y puede llegar a frustrarse e incomodarse lo que desencadenaría su llanto y malestar no solo para él sino también para sus padres y los demás pasajeros.

¿Por qué los niños lloran en los aviones?

Llorar es beneficioso para los niños, porque es una forma natural de liberar emociones y tensiones acumuladas. La psicóloga dice que los niños utilizan el llanto para comunicar lo que no pueden expresar ya sean molestias, frustraciones, aburrimiento, entre otras cosas.

Es así que unas cuantas lágrimas sirven como una señal de alerta no solo para los padres sino también para los que todavía no son parte de esta maravillosa experiencia. Esto lo explica un estudio hecho por la Universidad de Aarhaus en Dinamarca. La psicóloga y profesora Christine Parsons, Ph.D. que ha estudiado las respuestas fisiológicas al llanto infantil, acota en esta investigación que el cerebro comienza a responder al llanto casi instantáneamente. Sucede de forma rápida “en menos de 100 milisegundos”.

Esta respuesta inmediata conlleva a desencadenar una ‘cascada’ de otras respuestas neurológicas y no ocurre de forma consciente. Por esta razón, para los adultos, los llantos infantiles suelen ser sumamente molestosos. Para poder controlar la irritabilidad de los niños, estos consejos comparten las expertas. 

Consejos para viajar con niños en avión

1. Hable con su hijo (s) antes del viaje: Este paso es esencial si es la primera vez del niño en un avión. Explíquele sobre cómo se manejan los aeropuertos, por qué los aviones hacen mucho ruido y qué sensaciones pueden experimentar en el camino. Con esto él sabrá de antemano qué debe esperar y estará tranquilo.
2. Si todavía es un bebé: La primera recomendación que dan los expertos en pediatría como la doctora Mariola es darle de lactar durante el despegue y en el aterrizaje para mantenerlo calmado.
3. Considere comprar un boleto para el niño: La mayoría de padres viajan con el dinero justo para todo, pero a veces ahorrarse puede perjudicar la comodidad de su hijo. Por lo que es recomendable conseguir un puesto solo para él y llevarle un asiento para niños donde él pueda dormir plácidamente, sin interrupciones.
4. No interrumpa sus horas de sueño: Si su pequeño tiene un horario para dormir, respételo. Así no estará irritado sino feliz.
5. Lleve consigo las golosinas que pueda: Su niño durante el vuelo se convertirá en la persona más hambrienta del mundo. Esté preparado con un gran abastecimiento de sus snacks favoritos.
6. Empaque los juguetes y actividades necesarias: Lleve sus favoritos. Adicional a eso, incluya actividades didácticas.
7. No se olvide de un segundo atuendo: Ellos tienden a ensuciarse fácilmente o tal vez se enferme y necesiten de ropa limpia. Por eso es esencial tener a la mano prendas limpias.

¿Debo acudir al pediatra previo a un viaje? 

Es una buena idea llevar a su bebé al pediatra antes de cualquier viaje en avión, especialmente si es su primera vez volando. Pero para la pediatra Mariola Ramírez no es una condición necesaria para viajar. Salvo que “el niño padezca de alguna afección (por ejemplo: cardiopatía o neumopatía) que requiera de un manejo específico”.

Una de las molestias más frecuentes, para grandes y chicos, es el dolor de oídos que suele presentarse debido al cambio de presión. “Si su pequeño siente dolor es porque le cuesta regular ese cambio”, dice la especialista quien recomienda no desesperarse y de ser necesario, darle un analgésico. Además si el niño presenta congestión nasal, la dolencia puede empeorar. Para evitar esta situación la especialista aconseja realizar un buen aseo de la nariz, antes de ingresar al avión.

El botiquín para niños 

• Para la fiebre: Lleve paracetamol en jarabe y supositorios. Además de un termómetro.
• Para las heridas: Utilice una loción antiséptica, suero fisiológico para limpiar la herida y curitas. Adicional a eso lleve consigo una bolsa de gel para bajar la hinchazón de los golpes.
• Para los insectos: Combátalos con repelentes.
• Para las quemaduras y ronchas: Guarde una loción calmante como Histacalm o Caladril.

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