El retorno a clases es un momento que genera muchas expectativas para los niños. Desde el emocionante reecuentro con sus profesores y amigos hasta los desafíos académicos que les tocará enfrentar. Este es uno de los tiempos más cruciales para el bienestar integral de ellos.

“Para la gran mayoría de padres y también para los maestros, una preocupación latente es la salud de los chicos, que casi siempre se ve afectada cuando vuelven a las aulas", dice el doctor Paúl Pástor, consultor médico de Green Life.

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El clima con sus temperaturas variables, los virus en el ambiente pueden afectar su estado de salud y hacerlos sensible a un sinnúmero de patologías. Por eso, una alimentación balanceada es esencial para fortalecer su sistema inmunológico, recalca el doctor Pástor, quien ofrece algunos consejos para que los padres puedan reforzar el sistema inmunológico de sus hijos.

1. Incentivar una higiene óptima

Una higiene adecuada ayuda a prevenir que los gérmenes y bacterias se propaguen y perjudiquen el sistema inmune. Por eso, es una prioridad enseñarles a los niños desde la infancia, a lavarse las manos con agua y jabón, especialmente en determinados momentos de su jornada escolar como antes y después del lunch, culminado el recreo, después de ir al baño, tras una sesión de educación física, entre otros”.

Para que la limpieza sea efectiva, los chicos deben enjabonar sus manos, frotarlas de ambos lados y entre los dedos durante 20 segundos mínimo. Además, enjabonar y enjuagar sus caras, cuidando que no caiga jabón sobre los ojos.

2. Alimentación sana y equilibrada

Una alimentación correcta es la mejor aliada para fortalecer el sistema inmune, y aunque ningún alimento es capaz por sí solo de prevenir enfermedades, nutrirlos bien ofrece una protección adicional. “Para que la alimentación sea balanceada, debemos incluir la mayor variedad de frutas y vegetales, así como carnes, huevos, lácteos, y cereales”, recomienda el galeno,

Estos alimentos deben distribuirse entre los desayunos, loncheras, almuerzos, cenas y snacks que los niños consuman durante el día.

Recuerde verificar que sus hijos tomen la suficiente cantidad de agua para mantenerlos hidratados.

3. Complementar la dieta con multivitamínicos

Cuando los pequeños no se alimentan adecuadamente pueden sufrir de una deficiencia de nutrientes y vitaminas, y esta situación perjudicar no solo su rendimiento académico sino su salud.

En estos casos, dice Pástor, los suplemntos alimenticios son de gran ayuda. Crecito, un suplemento nutricional bebible que aporta vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, D3 y E. “Si nuestros niños llegan a enfermarse con gripe, por ejemplo, podemos apoyarnos en Abejalin, que combate los síntomas con propóleo y jalea real de abeja”, dice.

4. Fomentar la actividad física

El ejercicio es como un entrenamiento para las defensas naturales de tus hijos. Mientras están activos: se mueven, corren y juegan, su sistema inmune se fortalece, y contribuye a mantener la resistencia, haciéndolos más propensos a combatir las infecciones.

“Afortunadamente, los estudiantes, en su malla curricular, suelen tener actividad física y/o deportes; sin embargo, si pueden practicar una actividad complementaria en su tiempo libre, bienvenida”, manifiesta el especialista. Los menores de entre 5 y 17 años de edad deben destinar 60 minutos diarios a la práctica de ejercicio.

5. Dormir lo suficiente

Para que los niños se mantengan saludables, también es esencial tener jornadas completas de sueño, estableciendo un horario para el descanso.

A criterio de la Academia de Pediatría de Estados Unidos, el tiempo de horas de sueño de los niños depende de la edad:

De 3 a 5 años, 10 a 13 horas de sueño; de 6 a 12 años, 9 a 12 horas; adolescentes, 8 a 10 horas.

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