
Ronquidos: soluciones prácticas para una noche de silencio
Molesto por los ronquidos? Te explicamos por qué ocurren y te damos soluciones reales que funcionan
¿Te despierta tu pareja de un codazo en las costillas? ¿O eres tú quien pasa la noche contando ovejas mientras alguien más da un concierto de sierra mecánica? Los ronquidos son un problema común que puede fastidiar tu descanso y el de quien está a tu lado.
La buena noticia es que no tienes que convivir con ellos para siempre. Muchas veces, unos pequeños cambios en tu rutina marcan una gran diferencia. Aquí te contamos por qué roncamos y qué puedes hacer para ganarle la batalla al ruido.
¿Por qué hacemos tanto ruido al dormir?
Cuando dormimos, los músculos de la garganta y la lengua se relajan. A veces, se relajan tanto que vibran con el aire que respiramos. Esa vibración es el famoso (y molesto) sonido del ronquido. Cualquier cosa que estreche tus vías respiratorias, como un resfriado, una alergia o tu postura al dormir, puede empeorar el problema.
Remedios prácticos que puedes probar esta misma noche
Antes de gastar dinero en soluciones complicadas, prueba estos ajustes. Son simples, económicos y a veces, los más efectivos.
- Duerme de lado. Esta es, quizá, la solución más efectiva para muchos. Cuando duermes boca arriba, la lengua cae hacia atrás y obstruye más la garganta. Dormir de lado lo evita. Un truco casero: cose un bolsillo en la espalda de tu pijama y métete una pelota de tenis. Te impedirá darte la vuelta.
- Cuida tu peso. El exceso de peso, sobre todo alrededor del cuello, ejerce presión sobre las vías respiratorias. La Clínica Mayo señala que la pérdida de peso es a menudo uno de los remedios más eficaces para reducir o eliminar los ronquidos.
- Evita el alcohol antes de dormir. Esa cerveza nocturna puede ser la culpable. El alcohol relaja en exceso los músculos de la garganta, lo que aumenta la vibración. Intenta evitar las bebidas alcohólicas al menos dos horas antes de irte a la cama.
- Mantente hidratado. Cuando estás deshidratado, las secreciones de la nariz y el paladar blando se vuelven más pegajosas y pueden empeorar los ronquidos. Beber suficiente agua a lo largo del día ayuda a que todo fluya mejor.
- Abre tus fosas nasales. Si roncas por una congestión nasal, un spray salino o unas tiras nasales pueden ser tus mejores aliados. Las tiras nasales se adhieren al puente de la nariz y ayudan a levantar y abrir los conductos nasales para que entre más aire.
¿Cuándo debes preocuparte y consultar a un médico?
Aunque los ronquidos son comunes, a veces son una señal de algo más serio, como la apnea obstructiva del sueño (AOS). Presta atención y habla con un médico si tú o tu pareja notan alguno de estos signos:
- Ronquidos muy fuertes y interrumpidos por pausas de silencio.
- Jadeos o ahogos durante el sueño.
- Sensación de no haber descansado bien, aunque hayas dormido horas.
- Sueño excesivo durante el día.
La Fundación Nacional del Sueño advierte que la apnea del sueño no tratada puede tener consecuencias para la salud a largo plazo, como problemas cardíacos. Un especialista puede evaluarte y recomendarte el tratamiento adecuado, que puede incluir un dispositivo de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP).
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