
Redescubriendo la Cuaresma: un camino de fe y reflexión
Muchos cristianos han vivido la Cuaresma a lo largo de sus vidas sin realmente entenderla a profundidad
La Cuaresma es el tiempo que precede y dispone a la celebración de Pascua. Son cuarenta días, época perfecta para que los católicos reflexionen sobre su actitud como seguidores de Cristo y demostrar su fe. La Cuaresma comienza hoy, Miércoles de Ceniza y aunque no es día de precepto, las iglesias se desbordan con fieles.
El artículo 125 del ‘Directorio sobre la piedad popular y la liturgia’, indica que: “el comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el Rito Romano, se caracteriza por el austero símbolo de las cenizas, que distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios”.
Oración, ayuno y limosna
Se debe recordar que las tres grandes prácticas en Cuaresma son la oración, el ayuno y la limosna. La oración debe acompañar a todo buen católico a lo largo de su vida. En el Evangelio se lee cómo Jesús buscaba momentos de soledad para orar, y también cómo enseñó a sus discípulos la oración por excelencia -el Padre Nuestro- que la inmortaliza Mateo y Lucas.
Una práctica casi olvidada pero muy importante en este tiempo es el ayuno y la abstinencia. El ayuno es obligación Miércoles de Ceniza y Viernes Santo, y la abstinencia es la prohibición de comer carnes todos los viernes de Cuaresma en honor a la Pasión de Jesús. Los evangelios sinópticos recuerdan que Jesús ayunó en el desierto por 40 días antes de comenzar su vida pública.
La tercera práctica es la limosna, y se debe lo hacer de acuerdo a las posibilidades de cada uno. El Papa Francisco en su mensaje para la Cuaresma del 2014 dijo: “Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele”; y el Santo Padre Benedicto XVI en su mensaje para la Cuaresma del 2008 dijo que: “La limosna evangélica no es simple filantropía: es más bien una expresión concreta de la caridad”. Es preciso recordar también las palabras de san Pedro en su primera epístola: “la caridad cubre una multitud de pecados”.
Cambios en los ritos
Hay algunas cosas que cambian durante la misa en estos estos 40 días. Por ejemplo, a partir de ahora se mantendrá una mayor austeridad en el altar, suprimiendo flores y elementos decorativos innecesarios. Otra práctica que se omite es el himno del ‘Gloria’. Además, antes de la proclamación del evangelio, el canto del ‘Aleluya’ se substituye por alguna otra aclamación.
Por último, hay que recordar que la Iglesia Católica pide la confesión por lo menos una vez al año y comulgar el Domingo de Pascua (dos de los cinco mandamientos de la Iglesia según el Catecismo de la Iglesia Católica No. 2041 – 2043), así que se debería preparar bien los corazones y no dejar pasar estos 40 días sin hacer conciencia de lo que significa ser cristianos en el mundo de hoy.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!