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Redes sociales
Pasar muchas horas frente a los dispositivos móviles puede ocasionar insomnio.Shutterstock

Las redes sociales y los riesgos de su uso en exceso

¡Alerta! Expertos explican por qué es importante que los padres enseñen a sus hijos adolescentes sobre los peligros de estas plataformas

Es un hecho: las redes sociales son parte de la cotidianidad, y los adolescentes están entre sus potenciales seguidores. Aunque fueron creadas para facilitar la comunicación sin límites geográficos y cuentan con varios beneficios, si desde casa no se inculca el uso correcto de estas páginas webs, el uso desmedido puede generar en los menores de edad consecuencias negativas para su salud física y mental.

“El deseo en común de todo padre es proteger a sus hijos de peligros inminentes, como la inseguridad o accidentes en la calle; sin embargo, darles acceso libre a Internet, los expone a una plataforma con más peligros, ya que van a estar en contacto con millones de personas desconocidas”, dice la psicóloga clínica Pamela Castro.

Su colega Gabriela Jordán Zaldumbide explica que es durante la adolescencia cuando se generan cambios físicos y psicológicos, etapa clave para la construcción del ‘yo’ como identidad, de la imagen e intereses propios. Por eso, todo lo que consumen en Internet a largo plazo puede beneficiarlos o perjudicarlos de forma permanente en las citadas áreas.

Consecuencias del abuso

  • Alteración del horario de sueño: 

Pasar muchas horas frente a los dispositivos móviles puede ocasionar insomnio, y a largo plazo ser perjudicial para el rendimiento físico y mental durante el día.

  • Baja autoestima: 

Se puede presentar como consecuencia de compararse con las fotografías ‘de las vidas perfectas’ que publican las personas de su círculo social o famosos. Contrastar sus vidas con las que los otros muestran, puede generar insatisfacción o frustración por no hacer las mismas actividades o tener las mismas cosas. Además, el uso elevado de filtros o retoques en las fotografías hace que, poco a poco, el menor quiera cambiar algo de su físico porque cree que lo ideal es contar con esa imagen perfecta.

  • Búsqueda de aprobación perenne: 

Basar su felicidad en cuántos likes o comentarios tiene la fotografía o video que publicó, transmite una búsqueda de aceptación incesante por el círculo social.

  • Desconexión del mundo real: 

Al concentrarse solo en el celular y las redes sociales, se puede abstraer de lo que sucede a su alrededor y de la importancia de socializar con las personas en un lugar físico.

  • Ciberbullying y acoso: 

Existen personas que incitan el odio o violencia hacia los demás porque se sienten ‘protegidos’ de un falso perfil. Al no saber quién está detrás de un comentario, se corre el riesgo de padecer violencia psicológica en redes sociales a través de insultos o discriminación.

  • Obsesión al celular: 

Chequear el dispositivo y revisar las notificaciones de manera repetitiva sin que haya escuchado un mensaje de notificación, puede generar dependencia al querer estar en conexión todo el tiempo sin una necesidad específica. El síndrome FOMO (Fear Of Missing Out, que en español significa ‘miedo a perderse algo’) hace referencia a la angustia o temor que algunos usuarios experimentan cuando no están conectados a las redes.

El grooming

El psicólogo Rodolfo Rodríguez explica que la hiperconectividad, en el caso de los menores de edad, también los hace vulnerables al grooming (engaño pederasta) y el abuso sexual. “Darle un celular a un niño que aún no tiene un criterio totalmente formado de lo que es bueno o malo, es exponerlo de manera innecesaria a un mundo para el que aún no está preparado porque no tiene las herramientas para afrontar los riesgos y saber filtrar adecuadamente información peligrosa”.

Es clave que la educación sexual comience por los padres de familia y luego migre a los profesores o cuidadores. Que un menor conozca o sepa usar un dispositivo, no significa que se pueda cuidar por sí solo.

Los padres deben estar alertas porque si sus hijos tienen acceso libre a Internet sin ninguna supervisión, están en riesgo de que la pornografía termine siendo su educador sexual, y es ahí cuando empiezan a crear ideas erradas sobre la sexualidad. Jamás se quede callado por comodidad o vergüenza, hable con ellos de temas sexuales. Conteste todas las preguntas que le hagan, de forma educativa.

Siempre bajo supervisión

¿A partir de qué edad se puede permitir a los hijos contar con sus propias redes sociales? Aunque todo depende del nivel de madurez de cada adolescente, Castro dice que 14 años es la edad promedio. No se recomienda que niños menores a ese rango tengan cuentas propias en ninguna plataforma.

Además, Jordán comenta que debido a que los adolescentes usan las redes sociales como una vía para tener más independencia, “no se debe pedir las contraseñas a los hijos porque ellos sentirían que se está invadiendo su privacidad y perderían la confianza en sus padres”.

Para despejar sus dudas sobre lo que los menores hacen en internet, pregúnteles y supervise constantemente qué páginas o redes sociales visitan. Establezca un horario en que puedan utilizar los dispositivos electrónicos (lo aconsejable es no superar las tres horas diarias). Si se los prohíbe completamente, más deseo van a tener de utilizarlos.

Hable con ellos de forma directa sobre los peligros a los que están expuestos en la web. Si observa que el comportamiento de sus hijos cambia de forma negativa (es violento o más retraído), converse con ellos para saber si les ha sucedido algo malo o necesitan ayuda sobre algún tema que los hace sentir mal.

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Recomendaciones

Enseñe a sus hijos estos puntos claves de qué hacer y qué no en internet:

  • No publicar fotos o videos sobre su vida privada, intimidad o con connotaciones sexuales. Jamás compartir fotos que les soliciten conocidos o extraños.
  • No colocar la ubicación del lugar donde vive o se encuentra.
  • Mantener sus cuentas en privado y no aceptar la solicitud de amistad de personas que no conoce.
  • Inculcar el respeto hacia los demás. No publicar comentarios negativos o denigrantes en otros perfiles.

Debe saber

  • Existen más de 100 redes sociales en el mundo. Las más populares son WhatsApp, Facebook, Instagram y TikTok.
  • La edad mínima para obtener una cuenta en TikTok, Instagram y WhatsApp es 13 años. En Facebook, 14.
  • Instagram cuenta con el portal parents.instagram.com, una ‘guía para padres’ que explica cómo crear un entorno seguro para los pequeños en la red social.
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