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¿El tiempo pasa más rápido?

La percepción varía en función a varios factores. Penélope Lauret, terapeuta en terapias energéticas, lo explica.

Tiempo
Céntrese en su presente, sin obsesionarse con el pasado o lo que podría ocurrir en el futuro.Shutterstock

Faltan 11 semanas para que termine el año y Valeria (23) comenta que tiene la sensación de que el 2021 ha pasado volando: “Parece que fue ayer cuando celebraba Año Nuevo y ahora vuelvo a ver decoración navideña en todos lados”.

Al igual que ella, muchas personas podrían tener la impresión de que la vida transcurre de forma rápida y es que, como explica Penélope Lauret, terapeuta en terapias energéticas, esto sí podría ser percibido de esa manera dependiendo de cómo desarrollamos nuestra rutina.

“Los seres humanos somos una red energética. Aunque habitemos en conjunto, hay quienes podrían pensar que se les va el tiempo más rápido o lento dependiendo de lo que hagan”, dice Lauret. Por ejemplo, si es de las personas que viven constantemente apuradas y realizando varias actividades a la vez, es probable que “sienta que su día transcurre rápidamente porque mientras más movimiento tenga, habrá más frecuencia vibratoria”.

Por otro lado, si alguien está enfermo en cama, pasa en casa sin hacer mayor actividad o simplemente dedica gran parte del día a estar frente a una pantalla, sea del televisor, la ‘compu’ o el celular por ocio, “existe la posibilidad de que el tiempo se vaya mucho más lento”, añade la experta. 

Las emociones influyen

Su estado emocional (sentir felicidad, enojo, tristeza) también puede ser un poderoso modulador de la percepción que tiene del tiempo. Albert Einstein, Premio Nobel de Física, pensaba que el tiempo era relativo y para explicar esa teoría tenía una frase que usualmente repetía: “Una hora sentado con una chica guapa en un banco del parque pasa como un minuto, pero un minuto sentado sobre una estufa caliente parece una hora”.

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Consejo

Lauret menciona que lo más recomendable es no pensar en la ‘velocidad’ (rápida o lenta) del tiempo. Céntrese en su presente, sin obsesionarse con el pasado o lo que podría ocurrir en el futuro. “La meditación es una herramienta para aprender a vivir el aquí y el ahora. También ayuda a desarrollar la respiración consciente. Disfrute cada experiencia, fluya y viva en amor consigo mismo”.

Otra teoría

Según un artículo publicado en El Confidencial, de Adrian Bejan, profesor de la Universidad de Duke, “nuestra percepción de las experiencias puede verse alterada a medida que envejecemos, ya que el cerebro necesita más tiempo para procesar nuevas imágenes mentales. Los días parecían durar más en su juventud porque la mente joven recibe más imágenes durante un día que la misma mente ya en la vejez”.