
¿El nuevo terapeuta digital? Cuando ChatGPT se convierte en amigo de la Generación Z
En un mundo cada vez más desconectado emocionalmente, las inteligencias artificiales empiezan a ocupar el lugar de terapeutas
En medio de la creciente desconexión social, muchos usuarios, particularmente millennials y la generación Z, están recurriendo a herramientas como ChatGPT no solo para buscar información, sino para algo mucho más íntimo: acompañamiento emocional y existencial. Así lo explica Luiggi Sáenz de Viteri, psicólogo, quien analiza el fenómeno desde una mirada clínica y social.
"Últimamente se ha estado mencionando que independientemente de las generaciones, mucha gente lo está utilizando para preguntarles cosas a la IA en general. Le están preguntando cosas personales, terapéuticas y demás", señala Sáenz de Viteri. Según el especialista, este patrón responde a varios factores que van más allá de la simple curiosidad tecnológica.
Por un lado, está la disminución progresiva de la conexión interpersonal. Las demandas laborales, las crisis económicas y los cambios culturales han hecho que las personas tengan menos espacios para compartir sus inquietudes más profundas. "En el contexto actual, donde va disminuyendo la conexión entre las personas, por el trajín del día a día y todas estas disrupciones sociales, la gente se siente quizás menos vulnerable al preguntarle a una de estas apps", agrega.
El riesgo de confiar en respuestas automatizadas
Pero esta tendencia también encierra riesgos. Aunque modelos de lenguaje como ChatGPT pueden ofrecer respuestas inmediatas, su funcionamiento está basado en patrones de entrenamiento estadístico, no en razonamientos clínicos. "Quizás ahí el riesgo es que todos estos modelos de lenguaje extenso no necesariamente razonan como nos dicen, sino que buscan que esos patrones encajen con lo que estás pidiendo y pueden generar algún tipo de respuesta o alucinación", advierte el psicólogo. Incluso, recuerda que existen reportes (aunque no verificados) de personas que han recibido recomendaciones inapropiadas para problemas de salud mental o física.
La barrera económica frente a la salud mental
A esto se suma un factor económico no menor, el alto costo de la atención psicológica formal empuja a muchos usuarios a buscar alternativas más accesibles, gratuitas o de bajo costo, como los chatbots de inteligencia artificial. "Es una respuesta a una situación social que no ha sido atendida por muchos años", reflexiona el experto. "La facilidad que tiene la gente para usar dispositivos o recursos en línea ha hecho que se manifieste más en preguntar pensando que todas estas apps tienen supuestamente la respuesta, pero no siempre es así", añade.
Aunque no existen aún estudios concluyentes que midan cuánto o cómo las nuevas generaciones están sustituyendo la terapia o la amistad por estas herramientas, la preocupación está latente: ¿hasta qué punto la tecnología puede ser un buen oyente sin reemplazar la calidez humana?