Mente

Los sentidos se avivan en la Navidad

Esto respondería a lo que esta fecha simbolice para cada persona y su sensibilidad al respecto, explican varios expertos en salud mental. 

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El ambiente navideño envolvería a quienes son sensibles a esta festividad.Archivo Shutterstock

Por estas fechas es común oír la frase ‘el verdadero significado’ o ‘el sentido de la Navidad’, pero si esta palabra (sentido) se la pluraliza, se la vincularía a los sentidos humanos que durante estas celebraciones se activan aún más: escuchar villancicos (el oído), las luces y decoraciones (la vista), la comida (el olfato y el gusto) y los abrazos (el tacto), indica la psicóloga guayaquileña Francisca Delgado.

Su colega Sixto Vásquez coincide en que los sentidos se activan, pero aclara que sucedería en personas sensibles a la Navidad, que para ellas tenga realmente un significado. “La Navidad nace en el corazón y el cerebro lo convierte en información para el individuo, activando redes cerebrales que normalmente no lo están, se liberan hormonas que producen cambios bioquímicos en nuestro cuerpo e instantáneamente nos hace sentir felices, optimistas, sentimos el espíritu navideño”, puntualiza.

Para la psicóloga Irene Abad, más que una activación es una evocación de recuerdos importantes para nuestra vida, a través de los sentidos, “por ejemplo, cuando percibimos el aroma a chocolate caliente podemos acordarnos de cuando éramos pequeños y visitábamos a la abuela que nos esperaba para la novena”. La experta afirma que todos tenemos un sentido más desarrollado que otro, y que eso dependería de cada sujeto, sea hombre, mujer, jóvenes, ancianos o niños. “Va a depender de la actitud de cada uno de los sujetos, de cómo decida vivir esta época. No para todos es una fecha agradable, ni rememora momentos buenos, incluso hay muchas familias cuyas creencias o costumbres implica no celebrar la Navidad”, puntualiza

El tacto, importante

Delgado opina que el tacto hace falta hoy: los abrazos traen beneficios tanto para el que los da como el que los recibe.

- Reduce el estrés y ansiedad, al igual que la presión arterial.

- Favorece la felicidad y mejora el ánimo al subir la serotonina.

- Fortalece el sistema inmune al aumentar la producción de glóbulos blancos.

- Eleva el autoestima, confianza y seguridad.

- Relaja los músculos y libera la tensión del cuerpo al equilibrar el sistema nervioso. 

- Rejuvenece el cuerpo al estimular el nivel de oxígeno en la sangre.

- Otro de los sentidos que trabaja bastante es el visual. Se observan las luces, los colores, gente en los centros comerciales comprando, etc. “Es impredecible poder definir algo 100 % certero, porque depende lo que la persona haya vivido”, subraya Jéssica Rodríguez, psicóloga.

El estudio 

La revista British Medical Journal publicó una investigación de la Universidad de Copenhage (Dinamarca), en el cual crearon mapas (escaneo cerebral por medio de resonancias magnéticas) para comprobar la activación cerebral relacionada con la Navidad. Los resultados mostraron que cinco zonas del cerebro respondían a las imágenes relacionadas con las fiestas de una forma mayor en el caso del grupo navideño, en comparación a los otros. Estas zonas se asocian con la espiritualidad, reconocimiento de emociones faciales, etc. 

La conclusión del estudio determinó que algo tan mágico y complejo como el espíritu navideño no puede ser completamente explicado por la actividad cerebral.

Se liberan hormonas que producen cambios bioquímicos en nuestro cuerpo e instantáneamente nos hace sentir felices, optimistas, sentimos el espíritu navideño.

Sixto Vásquez, psicólogo